Junts se expone al ridículo para esquivar su crisis interna

Este miércoles arranca la cuenta atrás para la convocatoria automática de nuevas elecciones en Cataluña. Los partidos catalanes toman posiciones en el nuevo escenario, y Junts ha decidido exponerse al “ridículo” alimentando la abstención del PSC para hacer president de la Generalitat a Carles Puigdemont y poder esquivar, así, su crisis interna.

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La formación neoconvergente empezó la legislatura con buen pie armando un acuerdo con ERC y la CUP para la constitución de la Mesa del Parlament y que fuera Josep Rull, un “soldado” del fugado, quien presidiera la institución convirtiéndose en la segunda autoridad de Cataluña.

El presidente del Parlament, el independentista de Junts Jordi Rull Gala Espín Barcelona

Este éxito ha permitido a los de Junts controlar los calendarios de la Cámara autonómica, así como la ronda de consultas con los responsables de los grupos parlamentarios y optar por el mecanismo del acto equivalente para activar la cuenta atrás hacía una repetición electoral deseada por Puigdemont.

Junts 'supera' su momento dulce

En aquellos momentos, a Esquerra no le quedó más remedio que seguirle la corriente y apoyar su propuesta de “mesa antirrepresiva”, en lugar de dar alas a un acuerdo con el PSC y los Comunes que hubiera convertido a un republicano en presidente de la Cámara, pero también alimentando las críticas de “traición” por parte de Puigdemont: un anticipo de la investidura del socialista Salvador Illa. Tampoco la secretaria general de ERC, Marta Rovira, le hacía ascos en privado a una lista unitaria al estilo Junts pel Sí para darle el sorpasso al PSC en caso de volver a las urnas en octubre.

Discurso de Marta Rovira desde Suiza durante el Consejo Nacional de ERC celebrado en Barcelona este 14 de junio Cedida

Junts había recuperado su posición de partido hegemónico dentro del independentismo y, además, tenía a ERC comiendo en su mano, mientras que la posibilidad de que Illa se convirtiera en presidente de la Generalitat se antojaba cada vez más remota. Un momento dulce muy diferente a la situación actual, pese a que ningún dirigente de peso se atreve a exponerlo en los órganos internos del partido.

La financiación singular: ¿un gol de ERC?

La negociación por una financiación singular para Cataluña entre socialistas y republicanos, con el beneplácito del Gobierno de Pedro Sánchez, y los guiños al “compromiso” y “liderazgo” de ERC en cuestiones como los indultos o la amnistía, ha sido un gol por toda la escuadra frente a Junts. La victoria de una ERC en situación agónica que, pese a estar abierta en canal con motivo de su crisis interna, puede volverse “muy influyente” en los próximos meses tanto en el Congreso como en el Parlament.

Oriol Junqueras, expresidente de ERC, y Marta Vilalta, portavoz del partido Lorena Sopêna / Europa Press

Mientras tanto, Junts no puede aspirar a más que a quedarse en la oposición criticando los pactos entre PSC y ERC, lo que supondría una “travesía en el desierto” en la que el partido debería decidir si debe prescindir a medio o largo plazo de Puigdemont. Y es que el fugado prometió que abandonaría la política si no era president.

Junts sigue 'vendiendo la moto'

“No hay una mayoría parlamentaria para gobernar”, sentencian fuentes de Junts, conscientes de que insistir en la abstención del PSC para que gobierne Puigdemont es “ridículo” y “tomar a los catalanes por tontos”.

Las mismas voces sostienen que este discurso sólo tiene sentido si lo que se intenta es una suerte de huida hacia adelante para evitar una crisis interna por el camino que ha de abordar el partido en su futuro inmediato, teniendo en cuenta que es muy probable que sus intentos de provocar elecciones fracasen y que ERC descarta revivir una lista unitaria.

El diputado de Aliança Catalana, Ramón Abad, y la cabeza de lista de Aliança Catalana, Silvia Orriols, ofrecen una rueda de prensa EUROPA PRESS

A lo que habría que sumar que la Aliança Catalana de Sílvia Orriols se consolida. Según un sondeo de Electomanía para Crónica Global, el partido de la alcaldesa ultra de Ripoll aumentaría sus diputados a costa de Junts en caso de nuevos comicios autonómicos.

Con todo, los 35 diputados de Junts y la guerra abierta entre los de Marta Rovira y los de Oriol Junqueras en ERC están permitiendo que Puigdemont logre "esconder sus problemas" y promesas incumplidas debajo de la alfombra. Cuánto tiempo funcionará esta estrategia dependerá de si socialistas y republicanos logran o no un acuerdo que saque del bloqueo la política catalana y ponga al expresident fugado frente a su espejo.