El PSC se consolida como partido hegemónico de la política catalana tras sus grandes resultados en todas las arenas electorales: municipales, generales, autonómicas y, ahora, europeas. Con un 30,6% de los votos, ha arrasado a toda su competencia. Especialmente a Junts, que se deja más de 10 puntos -ha conseguido un 18%, frente al 28,5% de hace cinco años-- y ERC, que se queda en un 14,8%.
Estos resultados no sólo confirman el cambio de ciclo de la política catalana gracias a las medidas de gracia como los indultos y la amnistía de Pedro Sánchez, tras más de una década de procés en la que el poder se repartía entre las fuerzas independentistas ahora desinfladas. También suponen el impulso final para que el líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, doble el brazo a partidos como ERC o los Comunes, sus socios prioritarios, que han salido muy debilitados de esta cita electoral.
Los independentistas han caído 16,9 puntos. O lo que es lo mismo, han perdido 934.150 votos. En el caso de Junts, 550.304; mientras ERC, 378.846. El PSC, en cambio, ha aumentado un 8,5% sus apoyos respecto a los comicios de 2019. Unos datos que evidencian que, "una vez más, Cataluña ha dicho con rotundidad sí a la política útil que representan los socialistas", tal y como ha expresado su líder en declaraciones a los medios.
Se aleja el horizonte de repetición electoral
A las puertas de la negociación de la Mesa del Parlament -donde un acuerdo con PP y Comunes podría garantizarle al PSC la presidencia de la Cámara si ERC no se acerca a los socialistas en las próximas horas-, los resultados de las europeas alejan el horizonte de repetición electoral. A estas horas, pocos partidos ven como probable que haya que volver a las urnas en otoño. De este modo, Salvador Illa está más cerca del Palau de la Generalitat incluso que la noche del 12 de mayo, cuando también arrasó con 42 escaños.
ERC salió hundida, pero el vacío de poder que sufre la formación y la ofensiva de Carles Puigdemont por acaparar los focos de la política catalana, acercó a los republicanos a sus exsocios de Govern por temor a convertirse en traidores incluso antes de sentarse a negociar con los socialistas.
Ahora, su aversión al riesgo y la consolidación del PSC como partido hegemónico, mina sus defensas independentistas y le alejan de un fugado que también ha perdido fuelle con su apuesta de Toni Comín al frente de la lista europea.
Comunes y ERC, presa fácil para Illa
Los Comunes, que también están débiles y han sido superados por su ahora rival Podemos, tienen un enorme problema tras estas elecciones europeas, con Yolanda Díaz perdiendo enteros como líder y confirmando su tendencia a la baja. Cabe recordar que el pasado 12 de mayo, los de Jéssica Albiach obtuvieron tan solo seis escaños en el hemiciclo catalán.
Por tanto, serán presa fácil para Illa en las negociaciones para su investidura, lo que allana el camino a que ERC también sufra el mismo destino.
En este caso, será la secretaria general, Marta Rovira, quien se haga cargo de las conversaciones, ya que Oriol Junqueras dimitirá en pocas horas -como estaba previsto- como presidente del partido para iniciar su propia campaña. Se postulará para liderar la formación en el congreso previsto para noviembre. Sin embargo, las fuentes republicanas críticas con el exvicepresidente del Govern aseguran que se trata de una estrategia para desmarcarse de un pacto con el PSC.
Junts, más lejos de su objetivo
Los órdagos de Junts para hacerse con el control de la Mesa del Parlament y atemorizar a ERC si no colaboran en una performance de investidura de Puigdemont -cuya obsesión es pronunciar el primer discurso-, pierden fuerza este domingo.
Los neoconvergentes arrasaron en las elecciones de 2019, cuando el electorado independentista se movilizó para proteger la inmunidad como europarlamentario de su líder, el expresidente de la Generalitat huido de la justicia. Ahora, estos factores ya no se dan: el fugado podrá volver en el corto plazo a Cataluña gracias a la amnistía de Sánchez.
Así pues, hay quienes ven a Puigdemont como un gigante con pies de barro. Mantiene la hegemonía independentista, sí, pero la nave empieza a dañarse con los misiles del PSC en cada competición electoral.
La Mesa del Parlament, próxima pantalla
Por su parte, el PP no tiene una noche para tirar cohetes, aunque en Cataluña se afianza en la cuarta fuerza. El gran resultado de Salvador Illa también podría facilitar un entendimiento con los populares para la Mesa de la Cámara.
Cabe recordar que, hoy por hoy, son dos las opciones más probables que ocurran este lunes en la constitución del Parlament: un pacto entre Junts y ERC para formar un órgano independentista o un acuerdo entre socialistas, PP y Comunes que garanticen la "pluralidad". De todas maneras, se saldrá de dudas en el pleno que arrancará a las cuatro de la tarde.
Lo que sí está claro es que el procés ha terminado pese a la escalada de polarización que se vive en el Congreso de los Diputados en relación a los asuntos catalanes. En las próximas horas podrá comprobarse si la constitución de Mesa del Parlament se convierte en una victoria indepe o también supone un punto de inflexión para "abrir una nueva etapa", en la que Salvador Illa ha pedido colaboración al resto de fuerzas catalanas tras su quinta victoria consecutiva.