La primera batalla por el poder en ERC se decide en las elecciones europeas. Si algunos pensaban que la guerra fratricida entre los republicanos se demoraría al próximo otoño -cuando Oriol Junqueras peleará por la presidencia en un Congreso después de varios meses poniendo el termómetro al territorio y logrando apoyos- se equivoca. El sector crítico dejará que sea él quien se coma una nueva debacle.
No son optimistas. Vaticinan que el 9 de junio el partido volverá a sufrir otro revés en las urnas, si bien confían en que dé frutos el trabajo que harán sus candidatos en una campaña que se prevé "dura" y que compartirán con EH Bildu.
Por un lado, Diana Riba apelará “al voto sentimental” al ser la esposa de uno de los encarcelados e indultados por el 1-O, Raül Romeva, y sacará pecho de su “gran labor” en el Parlamento Europeo durante los últimos cinco años. Menos posibilidades de obtener escaño tiene el número dos, Tomàs Molina. “Ha hecho la peor previsión metereológica de su vida”, ironizan los republicanos críticos con su fichaje, en referencia a su profesión como hombre del tiempo de TV3.
"Nadie quiere que se le asocie a una nueva caída"
Ante este panorama, el sector que aspira a disputarle la presidencia a Junqueras no anunciará ningún nombre hasta después de los comicios. Y es que no habrán pasado ni 15 días desde que fueron apeados por Junts de la hegemonía del independentismo, cayendo al tercer puesto con tan solo 20 escaños, 13 menos que en 2021. “Nadie quiere que se le asocie a una nueva caída”, espetan.
Los resultados de las elecciones autonómicas del 12 de mayo provocaron un cisma interno en ERC. Se ha saldado con un goteo de dimisiones, entre ellas las del propio president de la Generalitat en funciones y candidato, Pere Aragonès; la secretaria general, Marta Rovira; y el viceconseller de Estrategia y Comunicación, Sergi Sabrià. Pero también precipitaron el paso adelante de Junqueras para abrir una nueva etapa en un congreso que celebrará el partido el 30 de noviembre.
"Junqueras no lo tendrá fácil"
El movimiento del exvicepresident del Govern durante el mandato de Carles Puigdemont no sentó bien a los partidarios de renovar los liderazgos, y que es el “mayoritario” dentro de ERC.
Fuentes cercanas a este sector lamentan que los resultados electorales del 12M precipitasen la convocatoria de un congreso. Y se muestran convencidos de que habrá alguien que se atreva a batallar con Junqueras. Es el líder moral del partido tras su paso por la cárcel, aunque "no lo tendrá fácil", avisan.
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“Se está mirando cómo se tiene que hacer, el quién es lo de menos”, expresan los mismos que tampoco descartan que, llegada la fecha, “se pueda llegar a un acuerdo” con el propio Junqueras por los cargos orgánicos.
Torrent, Capella y otros nombres "pata negra"
Hoy por hoy, se habla de algunos nombres de relumbrón como el del conseller de Empresa en funciones y expresidente del Parlament, Roger Torrent, y el de la consellera de Territorio en funciones, Ester Capella. Políticos "con carisma, proyección y habilidad parlamentaria" para tomar el relevo a un Aragonès al que, muchos, recriminan su falta de colmillo para defenderse de la bicefalia que ha impuesto Junqueras en los últimos años.
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No obstante, hay dirigentes de peso que ven a los anteriores como candidatos “ideales” en caso de una repetición electoral -un escenario poco probable-, y miran hacia otros nombres para presidir ERC. Políticos “pata negra” para batirse en duelo con Junqueras y remontar el partido para convertir en un mal sueño el efecto Puigdemont.