La Generalitat apela a los reguladores españoles y europeos para detener la OPA lanzada por el BBVA sobre Banco Sabadell. La administración catalana, que vio nacer a la entidad vallesana antes de su marcha a Alicante, se une a las voces que, de manera unánime, alertan del peligro que conlleva la operación, y reclama mover ficha para evitarla.
🔴 BBVA anuncia una OPA hostil para absorber el Banco Sabadell, en directo | Última hora y reacciones
Natàlia Mas, consellera de Economía del Govern en funciones del president Pere Aragonès, ha convocado a los medios de comunicación para informar de su petición, dirigida a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y a la Comisión Europea contra la ofensiva de la entidad presidida por Carlos Torres.
Cartas a la CNMC y la Comisión Europea
Mas ha enviado una carta a Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Competencia, y a la presidenta de la CNMC, Cani Fernández, para alertar de los riesgos que tendría la OPA en Cataluña si tira adelante. En la misma misiva, les ha reclamado que los organismos que representan no den su aval.
"No nos quedaremos de brazos cruzados ante una operación que puede afectar los bolsillos de los ciudadanos y de las empresas", en palabras de la consellera, que ha advertido también de que "hay un oligopolio en el sector bancario" en la comunidad. "Cataluña ya tiene una alta concentración bancaria, solo superada por Chipre", ha agregado, haciendo referencia a datos del Banco Central Europeo.
Cataluña estaría a la cola de Europa: "Oposición frontal"
En caso de que fructiferara la integración entre BBVA y Sabadell, la titular de Economía ha destacado que las pequeñas y medianas empresas tendrían "más dificultades para acceder a préstamos". También que la menor oferta bancaria que resultaría de ello "limitaría el número de líneas de crédito", cuyas condiciones "serían peores", cosa que perjudicaría a la comunidad en "un momento de inversión extranjera".
Según los cálculos del equipo de Mas, "Cataluña tendría el nivel de concentración bancaria más alto de Europa si la operación se materializa". Es por ello que "la oposición del Govern es total ante la drástica reducción de la competencia y la destrucción de puestos de trabajo" que supondría. No ha cuantificado la cifra de empleados que peligran; tampoco ha desvelado el contenido de sus conversaciones con las entidades de Josep Oliu y Carlos Torres, que asegura haber mantenido.
Reproches al Banco de España: "Ha hecho más de patronal bancaria"
La consellera ha dado cuenta también de que "España es el país que menos dinero paga a los clientes por sus depósitos, un 1,71% en aquellos superiores a dos años", mientras países como Francia e Italia duplican la cifra.
En este contexto, ha acusado al Banco de España de actuar como una "patronal bancaria". Éste "no ha estado pendiente de aspectos de interés público tan importantes como garantizar una mayor competencia" en el sector tras las "sacudidas" derivadas de la crisis financiera de 2008. Mas Sí que ha celebrado la oposición de su gobernador, Pablo Hernández de Cos, y del Gobierno.
En clave política, ha reconocido que "el margen de maniobra del Govern" en estas cuestiones no es el que le gustaría "al no ser un Estado" independiente, y ha defendido que el Institut Català de Finances (ICF) tenga una licencia bancaria que le habilite para intervenir en el mercado.
Moncloa, también en contra
En paralelo, el movimiento de Carlos Torres ha provocado lo imposible en la política española: que PSOE y PP se pongan de acuerdo en algo. El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, ha mostrado su rechazo contundente a una absorción que considera que ataca los intereses de Alicante, donde el Sabadell tiene radicada su sede social, y el resto de la economía de esa autonomía.
Se trata de un posicionamiento igual de tajante que el comunicado lanzado desde Moncloa. El Gobierno asegura que la operación "introduce efectos lesivos potenciales en el sistema financiero español"; que el "excesivo nivel de concentración introduciría un riesgo potencial adicional a la estabilidad financiera", tal y como apuntó el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos,
A la desesperada
En un contacto con analistas, el oferente ha admiteido que su estrategia no contempla una alternativa para seguir creciendo y encontrar una adecuada asignación al exceso de capital que genera. Es decir, no hay un plan B si los accionistas rechazan la ofensiva o el Gobierno o los reguladores le dan portazo.