Junts per Catalunya tiene por delante un fin de semana de alto voltaje, pues reúne este sábado a su Consell Nacional para votar el reglamento de primarias para elegir a su candidato de las próximas elecciones europeas. Unos comicios que se celebrarán el próximo 9 de junio. Se da por hecho que el elegido será el expresidente de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont, quien ha optado por la comodidad y la gran remuneración que le reporta estar en Bruselas, además de la estructura y visibilidad pública de cara a unos meses decisivos para la amnistía. La incógnita, por ahora, es saber quién le acompañará en los siguientes puestos de la lista: Toni Comín, Victòria Alsina y Neus Torbisco podrían ser los escogidos.
Cabe destacar que el reglamento de la formación establece que el cabeza de cartel es el único que se debe elegir por primarias. Así pues, el resto de miembros de la candidatura se escoger a propuesta de las comarcas, las veguerías y la ejecutiva. También tienen voz las juventudes del partido.
Nadie duda del cabeza de cartel
La aclamación de Puigdemont no tendrá fisuras. Nadie se atreve a disputarle el liderazgo en público y, además, son conscientes de su popularidad y tirón electoral. Tanto, que la mayoría considera que debería presentarse a las elecciones autonómicas de febrero de 2025, si bien aún no se plantean ese escenario. Tampoco Puigdemont, quien desliza entre su círculo de confianza que prefiere la comodidad de Bruselas que volver al Parlament.
Si bien las fuentes consultadas reconocen que sería mucho mejor que éste fuese el cabeza de cartel a la Generalitat para obtener unos mejores resultados, también creen que Junts debe dar paso a otros dirigentes más cercanos al pragmatismo, que "no acaba de impregnar como debería la estrategia" del partido. Sobre todo, en un momento en el que Cataluña afronta retos importantes como la emergencia por sequía o los malos niveles educativos. Será él quien finalmente decida, pero ya advierten de que el prófugo "es impredecible".
Toni Comín, ¿número dos?
La incógnita en estos momentos será quiénes se presentarán junto al expresident para acompañarle entre los primeros puestos de la lista para las elecciones europeas, lo que ha provocado una batalla soterrada entre varios nombres. Toni Comín, Victòria Alsina y Neus Torbisco suenan para encabezar la papeleta.
Según ha podido saber Crónica Global, Comín -que en las anteriores elecciones iba de número dos- "no cederá su puesto" y es la mano derecha de Puigdemont, teniendo ambos una gran complicidad por haberse fugado y permanecido juntos durante años. Se trata de un perfil duro y algo más ajeno a la sensibilidad de los pragmáticos. Por ejemplo, hizo campaña para que Junts saliera de la Generalitat. Pero no sólo ha cabreado a los más moderados. Quienes le conocen, aseguran que genera conflictos allá donde va, incluso en el chiringuito del Consell de la República, donde era tildado como "autoritario" en sus funciones de vicepresidente.
También recuerdan que es una persona que entró en el Parlament en el 2003 de la mano de Pasqual Maragall, primero como independiente, y luego afiliándose al PSC como parte del sector “más catalanista”. Aquella aventura política no le salió bien, pues dejó el partido apenas tres años después ante el rechazo de la dirección a la consulta ilegal del 9-N, al igual que Ernest Maragall. Ambos recalaron en ERC, con la diferencia de que Comín luego ha ido a parar a las filas de Puigdemont, donde ejerció también como conseller de Salud. Esta trayectoria genera suspicacias entre muchos neoconvergentes, que le consideran “tóxico” y "con poca cultura de partido".
Victòria Alsina tiene muchas posibilidades
Si bien Comín ocuparía el cotizado puesto número 2, existen discrepancias respecto al siguiente puesto. Primero, por lo “improbable” de obtener tres escaños en las elecciones europeas; y, segundo, por la existencia de dos perfiles sobre la mesa como Victòria Alsina y Neus Torbisco.
Torbisco, cercana a Puigdemont
Por su parte, Neus Torbisco es exrepresentante del Consell de la República en el que Puigdemont repite como presidente. Es vocal de la junta de Òmnium Cultural, y una voz radical en cuestiones como el uso del catalán. De hecho, en mayo de 2023 se hizo viral un tuit suyo señalando a un trabajador de El Corte Inglés por hablar en castellano.
“Ayer en @elcorteingles mi marido (alemán residente en Suiza) pregunta a un vendedor en catalán y le contesta en castellano. Continúa en catalán y le dice: 'no te entiendo bien, mejor en español o inglés'. Le dijo (en inglés) que estaría bien q conozca la lengua del sitio donde trabaja”.
Ponsatí, "humillada" por Puigdemont
Con todo, hoy por hoy, quien está claro que no repetirá es Clara Ponsatí. La número tres en las últimas europeas se siente traicionada y "humillada" por sus propios compañeros, especialmente por Puigdemont. Recientemente, se ha manifestado muy crítica con el pacto de Junts y el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez y, además, es de las que siguen apostando por la confrontación y la vía unilateral. Ha estado envuelta en varias polémicas por su radicalidad, como cuando lanzó la soflama "de Madrid al cielo" en los momentos más delicados de la pandemia.
Ponsatí suena, además, como candidata a la Lista Cívica para la Independencia que promueve la Assemblea Nacional Catalana (ANC), y cuyo único objetivo es el de culminar la hoja de ruta que empezaron en su día unos partidos que han acabado negociando con los socialistas.
Guerras de poder soterradas
Independientemente de cómo queden configurados los primeros puestos de la lista, Junts ya se prepara para las elecciones europeas, y este fin de semana tiene una cita importante. El procedimiento consiste en que cada agrupación planteará hasta cuatro nombres, no necesariamente afiliados, y la ejecutiva permanente elaborará el resto de una lista que deberá ser ratificada por el consejo nacional, el máximo órgano del partido.
Aunque este sábado se dé luz verde al reglamento, la convocatoria de primarias la deberá formalizar la permanente del partido. Esa fecha aún se desconoce, pero el baile de nombres y las guerras de poder soterradas están aseguradas.