El diputado de Junts Eduard Pujol I Bonell, durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados

El diputado de Junts Eduard Pujol I Bonell, durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados EUROPA PRESS

Política

La mala relación entre Míriam Nogueras y Eduard Pujol aleja al segundo del Congreso

  • Jordi Turull busca recompensar a Pujol con un traslado al Senado o al Parlament por haber dado un paso al lado en el pasado ante supuestos episodios de acoso
  • Su silla en el Congreso sería ocupada por uno de los instructores del 'caso Madaula', Josep Pagès, que 'casualmente' es el siguiente de la lista de Junts
16 febrero, 2024 00:00

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Junts per Catalunya tiene varios frentes abiertos de cara a las próximas elecciones catalanas, principalmente dentro de su propia casa. La formación se ha convertido en un hervidero de líos internos, tanto en el Parlament con el caso de las diputadas que denunciaron acoso, Cristina Casol -ya expulsada- y Aurora Madaula, como en el Congreso de los Diputados. Y es que no todo en la Cámara Baja es paz y armonía para los siete diputados que tienen directrices de apretarle las tuercas a Pedro Sánchez. La tensión entre algunos de ellos también se corta con un cuchillo.

La relación entre la líder del partido en Madrid, Míriam Nogueras, y el número tres, Eduard Pujol, está muy lejos de ser buena. Contra todo pronóstico, el hecho de que él se equivocase en la votación de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, obligando a repetirla a causa de su sí, no es más que una anécdota dentro del grupo parlamentario. Sus piques vienen de antes y, hoy por hoy, lo único que tienen en común son las siglas. El principal motivo: Pujol no es de la confianza de Nogueras, quien tuvo que aceptar que lo colocaran en la lista por instrucción de Jordi Turull, el secretario general que siempre cuida la estructura del partido.

La batalla por el puesto de Pujol

Eduard Pujol cayó en desgracia después de que dos mujeres le denunciaran por acoso sexual. Fue suspendido de militancia en 2020 y obligado a renunciar a su escaño en el Parlament de Cataluña. En junio de 2021, cuando las supuestas víctimas renunciaron a presentar denuncia judicial, el exdirector de RAC1 fue rehabilitado por Junts, que le devolvió la militancia y le colocó como número tres en el Congreso en compensación por su “calvario político y judicial”.

La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, vota durante una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados

La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, vota durante una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados Alberto Ortega Europa Press

Según las fuentes consultadas, la idea de Jordi Turull es que Pujol fuera de número dos, pero Míriam Nogueras “batalló para que fuese por detrás” de Pilar Calvo, la coordinadora de la Federación de Barcelona del partido. Las mismas voces apuntan a que Nogueras necesitaba de dos a una de las personas de su confianza para asentar su liderazgo en el Congreso en una legislatura que se prevé de máximo protagonismo para los de Puigdemont. Por ello, no podía desarrollar un trabajo tan importante teniendo en el siguiente escalón a una persona que “sólo tiene el apoyo de Turull”. Cuadros del partido consideran que la “deuda” de éste con Pujol todavía no está saldada y que aún le seguirá “recompensando” por el sacrificio de haber abandonado el Parlament por culpa de unas denuncias que “resultaron ser falsas”, alegan.

En la lista para el Parlament

Con todo, algunos consideran inevitable que se produzcan movimientos de sillas en el Congreso y en el Senado. Movimientos de los que un incombustible Pujol podría salir beneficiado. Figuras del partido recuerdan que Josep Lluís Cleries está a punto de jubilarse -tiene 67 años-, y ello supondrá un asiento libre en el Senado que podría ser ocupado por Eduard Pujol. Una buena forma de que Turull siga compensando a uno de sus hombres de confianza, que para más señas, “no es protegido de nadie más”.

Laura Borràs, Jordi Turull, Carles Puigdemont y Míriam Nogueras

Laura Borràs, Jordi Turull, Carles Puigdemont y Míriam Nogueras EUROPA PRESS

Sin embargo, algunas fuentes advierten que el futuro de Pujol está en el Parlament, la institución por la que fichó por Junts, por lo que no descartan que el político vaya en uno de los codiciados primeros puestos de la lista para las elecciones autonómicas. “Es una manera de cerrar el círculo”, expresan quienes consideran que “volverá a casa”.

Un nuevo protagonista: Josep Pagès

En cualquier caso, pocos dudan de que Pujol no acabará la legislatura en el Congreso de los Diputados. Y este movimiento subiría el telón para que apareciese un nuevo actor en escena: Josep Pagès, quien ya había sido diputado en la Cámara Baja durante la pasada legislatura y que se quedó fuera ante la entrada de Pujol. A Pagès le definen como una persona “poco mediática”, pero que hizo un “buen trabajo”.  El mismo trabajo que, ahora, está desarrollando entre bambalinas. Pagès está a los mandos, nada más y nada menos, que de la gestión de uno de los casos más polémicos y recientes del partido: el caso Madaula.

La presidenta de Junts, Laura Borràs, se abraza con la secretaria segunda de la Mesa del Parlament, Aurora Madaula

La presidenta de Junts, Laura Borràs, se abraza con la secretaria segunda de la Mesa del Parlament, Aurora Madaula EUROPA PRESS

Así, es miembro de la comisión de garantías que deberá postularse sobre la denuncia de acoso a la vicepresidenta de Junts, quien denunció “violencias silenciosas” por parte de “compañeros y compañeras” del partido y que podría obtener la razón por parte de la Oficina de Igualdad del Parlament. 

¿Casualidad?

No son pocos los que dentro de las filas neoconvergentes consideran que el regreso de Pagès al Congreso no es fruto de una conveniente casualidad. Es más, podría considerarse “un premio” por parte de Jordi Turull, cuyo principal objetivo a nivel orgánico en estos momentos es arrinconar a Laura Borràs, Francesc de Dalmases y la propia Madaula. La misma cuyo destino en el partido depende, en parte, de Pagès. 

Habrá que ver si en las próximas semanas el juego de sillas de Junts produce “casualidades” que afectan a la guerra de poder dentro del partido.