La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sacado los colores al independentismo por la situación de emergencia por sequía que vive Cataluña. La líder del PP ha recordado que “teniendo dos provincias en los Pirineos, una colindante con Huesca y dos que tocan con el Mediterráneo”, la Generalitat se ha dormido en garantizar el suministro de agua a Barcelona y su área de influencia desde el último episodio de falta de agua, ocurrido hace 15 años.
“Las cuatro [provincias de Cataluña] tienen una situación privilegiada a la hora de coger agua que no hay en otros lugares de España como Andalucía”, ha argumentado Ayuso, “¿a qué se han dedicado?”, se ha preguntado durante su intervención en un diálogo con el expresidente del Gobierno José María Aznar en la Universidad Francisco de Vitoria, en Madrid.
El independentismo tapa la gestión a largo plazo
Ella misma se ha respondido. “A corruptelas, a fabricar identidad e ir contra lo español”, ha asegurado ante un público entregado, “no a ocuparse de los problemas a largo plazo”. Por eso Cataluña sufre ahora una situación que va a acarrear “grandes problemas de abastecimiento” a los que se debe buscar un parche como es la llegada de barcos con agua potable desde Sagunto (Valencia).
Este es el único pacto que el Ejecutivo de Pere Aragonès ha conseguido firmar con el Gobierno, ya que ERC no contempla ninguna otra alternativa a corto plazo como es el 'minitrasvase' de agua desde el Ebro hasta Barcelona, la petición que le reiteran desde el Colegio de Ingenieros y otros entes profesionales técnicos. Cabe recordar que es el actual presidente del Puerto de Barcelona, Lluís Salvador, el principal escollo a esta infraestructura al ser el líder de los republicanos en esta zona de Tarragona.
Agua desde valencia y dos desalinizadoras
La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, ha anunciado junto al consejero de Territorio, David Mascort, que Cataluña podrá disponer del agua que sale de la desalinizadora de Sagunto a principios de verano si persiste la falta de lluvias. Los dos políticos han desencallado el acuerdo económico para ampliar la desalinizadora de la Todera (Girona) y la construcción de una nueva infraestructura de este perfil en Foix (Barcelona). Se destinarán 500 millones de fondos europeos a este fin.
Ambas se impulsarán a través de la empresa pública Acuamed y estarán terminadas en 2028 y 2029, respectivamente. Es decir, no servirán para atenuar el actual episodio de sequía. La Generalitat mantiene su apuesta de limitar el consumo de agua de los privados y mirar al cielo a la espera de la ansiada lluvia.
Aragonès espera a que llueva
Fuentes cercanas al Meteocat apuntan a que algunos modelos con los que trabajan apuntan a precipitaciones a medio plazo, aunque reconocen que los datos son cambiantes. Aragonès se fía del agua que llegue desde Valencia, extremo que es polémico incluso dentro de su gobierno porque se reconoce que se trata de un simple parche que no soluciona el problema de fondo.
Cataluña necesita agua potable para el 80% de su población y el Govern sigue paralizado.