El líder del PSC y de la oposición en Cataluña, Salvador Illa, ha apremiado al Govern a trabajar codo a codo con "las empresas que entienden" para combatir la acuciante sequía en Cataluña. El también diputado en el Parlament ha lamentado que el Ejecutivo regional "aún tenga que mirar al cielo diez años después" en su gestión del agua.
En una entrevista en Ara, Illa ha señalado que "no es sancionar, es colaborar con las empresas que entienden y que saben proporcionar servicios de agua en alta y baja". Asimismo, se ha preguntado que "¿cómo es que diez años después tenemos que mirar al cielo?" en la gestión de los recursos hídricos en el territorio.
Energías renovables: un fracaso
Asimismo, Illa también ha afeado al gabinete de Pere Aragonès (ERC) que Cataluña "esté en la cola" en energías renovables. Bajo su punto de vista, ese es "el balance" del Govern actual.
En la cuestión más apremiante a la que se enfrenta Cataluña, la falta de agua, el también exministro de Sanidad y Consumo ha dicho que el PSC "en todo eso que se necesite en materia presupuestaria para afrontar la sequía, el PSC va a estar". Eso sí, la escasez de agua requiere de otras acciones, ha indicado, y no solo aprobar las cuentas de 2024.
Barcelona, en preemergencia
Cabe recordar que Barcelona ha entrado en preemergencia por sequía desde finales de noviembre. Ello quiere decir que los vecinos de la Ciudad Condal y la conurbación, unos cinco millones, podrían comenzar a sufrir restricciones. Eso sí, las medidas drásticas se notarán después de diciembre si no llueve.
Por lo pronto, se ha limitado el riego en las calles con agua potable, se ha decretado un descenso de la presión de agua en los grifos domésticos y se ha prohibido el riego de jardines.
Nueva financiación autonómica
En referencia al debate territorial, Illa ha insistido en que "no cuenten con el PSC" para recorrer la senda de un hipotético referéndum de independencia en Cataluña, como dejó claro en una entrevista reciente con Crónica Global.
Eso sí, el dirigente socialista ha abogado por un "buen modelo" de financiación para Cataluña, que garantice los recursos para la autonomía. Y que los tributos se recauden "con eficacia".