El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en rueda de prensa para explicar los detalles del acuerdo de investidura con el PSOE
Junts y PSOE se tantean en una primera reunión: Puigdemont elevará el tono para marcar territorio ante ERC
- Los más críticos ven esta cita como un mero "postureo" para hacer ver que han 'apretado' al PSOE y presionar a los republicanos
- La cita llega la misma semana en la que se ha anunciado que Pere Aragonès se tendrá un encuentro con Pedro Sánchez en la Generalitat el 21 de diciembre
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Junts y PSOE se verán las caras este sábado, previsiblemente, en Suiza. El expresident de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont, el secretario general, Jordi Turull, y la líder en el Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras, se verán con el secretario de Organización de los socialistas, Santos Cerdán, para tantearse después de una semana marcada por las amenazas del prófugo con apoyar una moción de censura del PP para echar a Pedro Sánchez si no cumple los compromisos adquiridos en el pacto de investidura.
Este primer encuentro no dará frutos todavía. Así lo prevén varios miembros de las filas de Junts consultadas por Crónica Global, que reconocen que es un mero acercamiento técnico en torno al "verificador" internacional, que ejercerá la fundación Henry Dunant, entidad que en el pasado medió entre el Gobierno de España y la banda terrorista ETA. Sin embargo, los más críticos ven esta cita como un mero "postureo" para hacer ver que han apretado al PSOE y marcar así territorio ante ERC. Precisamente la semana en la que se ha anunciado que el president Pere Aragonès se verá con Sánchez en el Palau de la Generalitat el próximo 21 de diciembre.
Turbulencias en las relaciones
"Lo importante de la reunión no es lo que se hable dentro, sino lo que se anuncie después" ante los medios de comunicación, dicen las mismas voces. Las dos formaciones tratarán de "vender avances" ante sus respectivas parroquias y aparentar cierta normalidad en las relaciones, que durante las últimas semanas han sufrido turbulencias por declaraciones subidas de tono de Puigdemont -con improperios contra la justicia española incluidos- y los suyos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una reunión en Moncloa en 2022
El primer susto tuvo lugar durante las negociaciones para la investidura. Cuando parecía que el acuerdo estaba cerrado, los neoconvergentes retrasaron una semana la firma del documento para distanciarse de los republicanos, que horas antes habían anunciado su propio pacto. El segundo conflicto tuvo lugar en pleno debate en el Congreso, cuando Míriam Nogueras no quiso confirmar su voto favorable como castigo al discurso "perdonavidas" del candidato socialista.
El último sainete se ha producido esta misma semana, cuando Puigdemont amenazó con situarse del lado de Alberto Núñez Feijóo en una moción de censura contra Sánchez. Un guiño a los populares que, pese a tener cero credibilidad, sentó como un jarro de agua fría en las filas socialistas, que no daban crédito a estas declaraciones tras haber movido ficha con la ley de amnistía del procés.
Rivalidad con ERC
Pero la competición con ERC siempre está presente en la planificación de maniobras por parte de Junts. Los neoconvergentes intentarán mostrar músculo en la reunión de este sábado y aparentar ante unas bases "desorientadas" que sus acuerdos con el PSOE han ido "mejor y más rápido" que los que han protagonizado los republicanos en los últimos cuatro años. Y es que a nadie se le escapa que entre las principales preocupaciones del fugado está la de evitar que Junts quede ante el electorado catalán como un partido "de usar y tirar".
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, abrazando a uno de los negociadores de su partido con Junts, Santos Cerdán, tras ser investido presidente del Gobierno
Así pues, habrá que ver si esta primera reunión sirve para encauzar las relaciones, si el tono entre ambos partidos se vuelve más constructivo o si, por lo contrario, continúan los rifirrafes con el PSOE cuando la legislatura apenas ha echado a andar.
No es baladí, ya que el termómetro de los ánimos tras la reunión de este sábado en Suiza, verificador incluido, brindará una pista muy importante sobre cómo será la naturaleza de la relación entre los socialistas y los neoconvergentes durante los primeros meses del nuevo mandato de Sánchez. Y son muchos los pesimistas que advierten de que los descarrilamientos serán pura rutina.
