El líder de ERC, Oriol Junqueras, y el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont

El líder de ERC, Oriol Junqueras, y el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont EUROPA PRESS

Política

El 'sí' de Sánchez a la amnistía allana la investidura y presagia el enésimo pulso entre Junqueras y Puigdemont

  • Los socialistas hacen pedagogía frente a su militancia sobre una medida de gracia que ven como la solución para el "reencuentro total" 
  • Ahora, es el turno de Junqueras y Puigdemont de explicar a sus respectivas parroquias por qué se debe pactar con el PSOE
28 octubre, 2023 23:30

Noticias relacionadas

El reconocimiento del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, a la amnistía como la "única vía" para el "reencuentro total" entre Cataluña y España allana el camino a la investidura. El candidato hizo pedagogía el sábado en el Comité Federal del PSOE sobre una medida de gracia que, a su parecer, es la solución para evitar una repetición electoral que daría una segunda oportunidad a PP y Vox. 

Sánchez pronunció estas palabras rodeado de sus barones, entre ellos el más fuerte con el que cuenta actualmente el PSOE y que encadena varias victorias electorales. Ese es el primer secretario del PSC y jefe de la oposición, Salvador Illa, cuyo turno para pedir el apoyo a sus militantes será este domingo en un Consell Nacional en Barcelona. Su intención es expresar el apoyo "sin reservas" al acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar y defender que la amnistía es un paso más, junto a los indultos, para que Cataluña "recupere la plena normalidad" y no se reactive el procés.

El líder del PSC, Salvador Illa, a su llegada a la reunión del Comité Federal, en la sede del PSOE

El líder del PSC, Salvador Illa, a su llegada a la reunión del Comité Federal, en la sede del PSOE EUROPA PRESS

El único que este fin de semana ha puesto pegas a esta medida de gracia ha sido el secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que se ha conjurado con sus compañeros de delegación para dar la espalda a Sánchez. 

ERC, Junts y su batalla partidista

La determinación de Pedro Sánchez avalando la amnistía, por primera vez, ante el partido en su conjunto contrasta con la opacidad de los líderes independentistas, que en las últimas horas se conforman con exigir un acuerdo sobre la financiación de Cataluña --en el caso del presidente de ERC, Oriol Junqueras-- o agitar el fantasma de la unilateralidad, en el caso del expresident de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont

Ambos pronunciamientos públicos con el único objetivo de trasladar una imagen de coherencia histórica y pureza independentista ante sus respectivas parroquias. Es decir, que si bien el presidente Sánchez ha pasado al siguiente estadio para avanzar en la negociación de la investidura, a los líderes de Junts y ERC aun les queda camino que recorrer por continuar inmersos en sus batallas partidistas en Cataluña, donde se prevén elecciones autonómicas a principios de 2025, si no hay sorpresas durante el presente año. 

Puigdemont, un discurso duro e inflexible

De este modo, ahora le toca mover ficha a los independentistas para hacer que sus bases digieran una medida de gracia que los socialistas ven necesaria para recuperar una cierta normalidad en Cataluña. Sobre todo, en el caso de Puigdemont, quien lleva años anclado en un discurso duro e inflexible ante cualquier posibilidad de contemporizar con el Gobierno de España. Por su parte, Junqueras tiene mayor camino recorrido en este sentido, ya que lleva años negociando prerrogativas con Sánchez, como los indultos o la reforma del Código Penal. 

El líder de ERC, Oriol Junqueras

El líder de ERC, Oriol Junqueras EUROPA PRESS

A diferencia del líder republicano, el prófugo no lo tendrá fácil para que Junts emprenda su propia transición hacia posiciones más pragmáticas. Su discurso beligerante de los últimos años, sus bases radicalizadas del Consell de la República y una hemeroteca de ataques despiadados contra ERC por negociar con el PSOE, se han convertido ahora en un campo de minas para pactar a cambio de la tan codiciada --en privado-- amnistía como su oportunidad para regresar a Cataluña. 

Habrá que ver si, en las próximas semanas, Puigdemont logra salir ileso de ese campo de minas o si realiza un movimiento equivocado dando al traste con las negociaciones por miedo a ser tildado como botifler.