El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, en un acto de su Consell per la República en Francia

El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, en un acto de su Consell per la República en Francia David Zorrakino - Europa Press

Política

Puigdemont se convierte en el estafermo del independentismo radical

El expresidente de la Generalitat fugado obtiene una nueva 'victoria': recibe el visto bueno para eliminar la llamada "asamblea de representantes" del Consell de la República, donde ya habían surgido voces contrarias a su gestión "autoritaria"

17 octubre, 2023 23:37
Ricard López Gerard Mateo

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Carles Puigdemont sigue en pie a pesar de que cada vez hay más personas --una minoría creciente-- que cuestionan su liderazgo al frente del movimiento independentista radical. Pero el expresidente de la Generalitat fugado de la justicia no está dispuesto a perder poder en ninguno de los ámbitos de influencia que tiene a su alcance, y se ha convertido en un auténtico estafermo del ala ultranacionalista.

Hasta la fecha, va sorteando cualquier obstáculo que se le presenta. El último de ellos, en el Consell de la República, su Gobierno en el exilio, creado por él a su imagen y semejanza, y que preside desde que huyó a Bélgica. Aunque no por ello está libre de voces discrepantes con su gestión.

Gana poder en Waterloo

Una vez más, Puigdemont ha salido airoso y, en esta ocasión, ha logrado los apoyos necesarios para reestructurar este órgano, una cuestión que pasa por suprimir la asamblea de representantes (una suerte de Parlamento de elección directa) y convertirla en dos cámaras con menor peso; dicho de otro modo, él gana poder cuando el liderazgo se le empezaba a poner cuesta arriba.

Puigdemont ha maniobrado en las últimas semanas para suprimir esa "asamblea de representantes". Y ha obtenido el visto bueno de las bases (aunque sólo ha votado el 6,5% del censo, el 76,5% le ha dado la razón).

Se sobrepone a las críticas de autoritarismo

Con este movimiento, Puigdemont consigue quitar de en medio a las voces discrepantes. Y es que ese Parlamento fake está integrado por un centenar de personas, un tercio de las cuales se habían mostrado críticas con él al considerar que trata de imponer "medidas unilaterales", además de acusar al Consell de entrar en una "deriva autoritaria".

"Esta manera prepotente y española de hacer es propia de las cúpulas de partidos políticos con poca o nula democracia interna y es contraria a los valores de la república en la que pretendemos vivir", habían expresado los críticos en una contundente carta abierta difundida a finales del pasado agosto. En ella, también cuestionaban al vicepresidente del ente, Toni Comín --también eurodiputado de Junts--, y algunos de los gastos de representación del Consell.

La reelección de Pedro Sánchez, a consulta

Aun así, esta nueva victoria del prófugo no deja de ser pírrica. Para empezar, porque la participación en la consulta telemática para llevar a cabo esta reforma ha sido muy escasa: apenas ha votado un 6,5% de sus alrededor de 90.400 afiliados.

Y es que los críticos dudan de que Puigdemont sea la persona indicada para liderar la entidad al mismo tiempo que mueve los hilos de las negociaciones de Junts para investir a Pedro Sánchez (PSOE) como presidente del Gobierno. Algo que el fugado estaría dispuesto a aceptar a cambio de la amnistía a los condenados y encausados del procés y de avances hacia un referéndum de "autodeterminación" en Cataluña.

En este sentido, al margen de la propuesta votada este martes, en los próximos días se conocerán los resultados de otra consulta del Consell de la República, en la cual se pregunta a los socios si los partidos independentistas deben "bloquear" la reelección de Sánchez.

Tiene el poder en Junts

Sea como sea, Puigdemont ya tuvo que lidiar con los críticos en el pasado reciente. En Junts per Catalunya (JxCat), partido que fundó, pero en el que ya no tiene ningún cargo, mantiene su liderazgo tras otra carrera de obstáculos. Y las negociaciones con Pedro Sánchez pasan por él, hasta el punto de que su radicalidad acerca la repetición electoral, pues apenas deja margen de maniobra.

No hay que olvidar que Puigdemont ha apartado cualquier intento de voz discrepante en el partido, caso del exconseller Jaume Giró, que renunció a ser candidato de Junts a las generales por petición del expresidente. En esta línea, el secretario general del partido, Jordi Turull, apuesta por un rumbo más moderado, cuestión que tensa las relaciones con el prófugo, sin que las costuras se rompan por el momento.

En todo caso, y en este contexto, el siguiente obstáculo de Puigdemont puede ser la posible cuarta lista electoral independentista para los próximos comicios autonómicos, previstos --si no hay sorpresas-- para febrero de 2025. Según algunas fuentes, esta “lista cívica” --anunciada por la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Dolors Feliu-- podría liderarla Clara Ponsatí, una de las caras más conocidas del independentismo radical y protagonista de soflamas como "de Madrid al cielo", con la que en su día se mofaba de los muertos por coronavirus en la capital.