Barcelona se convierte hoy en el epicentro de las críticas a la amnistía que el PSOE negocia con los partidos independentistas a cambio de la investidura de Pedro Sánchez. Sociedad Civil Catalana (SCC) ha convocado una manifestación que arrancará este domingo a las 12.00 y con la que pretenden recuperar el espíritu de 2017, cuando la que tildaron de “mayoría silenciada” salió a las calles el mismo día para protestar contra el referéndum ilegal que poco antes habían promovido los líderes del procés y que, más tarde, los llevó a la cárcel.
Desde la entidad constitucionalista no se han marcado expectativas en cuanto al número de participantes, aunque en declaraciones a Crónica Global se muestran optimistas. Esperan que las cifras alcancen la de hace seis años, pese a que, al margen de “la gente que venga, la junta directiva de SCC tenía claro que había que salir a la calle sí o sí” al considerar que el precio para la reelección del socialista está siendo "demasiado alto para España". "La amnistía es el primer paso, después viene la autodeterminación", advirtió su presidenta, Elda Mata, el pasado miércoles en un desayuno en Nueva Economía Fórum.
Ayuso, la estrella invitada
Aunque las mismas voces reconocen que es "muy difícil" alcanzar una participación como la de la manifestación de 2017, sí creen que será multitudinaria. Puede ayudar que, este domingo, aterricen en Barcelona dirigentes nacionales como el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, el de Vox, Santiago Abascal, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Esta última acudirá como estrella invitada, ya que no cabe duda de que podría ayudar a movilizar a una parte del electorado constitucionalista desmovilizado en los últimos años y que en su día confiaron en Ciudadanos y PP. Dos partidos que han visto reducir su influencia en la comunidad.
De hecho, es un secreto a voces que la participación de Ayuso es incluso más deseada que la de Feijóo. En los últimos días, la popular se ha dedicado a calentar en las redes sociales con declaraciones que instan a acudir a la Ciudad Condal porque “España no puede quedar en manos de minorías rabiosas que la odian”, en referencia a ERC y Junts.
Los 'indepes' ningunean la manifestación
Unas declaraciones que provocaron la reacción del president de la Generalitat, Pere Aragonès: “Nosotros estamos siempre en Cataluña. Este domingo y cualquier otro día, siempre al lado de la ciudadanía”, espetó el republicano, cuya estrategia es ningunear la manifestación que clamará contra la amnistía que él da por "descontada".
Además, advirtió de que la protesta no cambiará el rumbo de las negociaciones: “La investidura depende de los votos en el Parlamento y no de lo que se grite en la calle”, espetó el viernes en respuesta a Ayuso. Menos sutil fue la portavoz del Ejecutivo autonómico, que tildó de "catalanófobos" a los manifestantes que hoy acudirán a una concentración que no contará con logos ni siglas de partidos y que lleva el lema de No en nuestro nombre: ni amnistía ni autodeterminación.
Pese a ello, no cabe duda de que los dirigentes políticos utilizarán este 8 de octubre para tener una mayor cuota de visibilidad y medir sus fuerzas, tratando de hacerse fuertes de nuevo entre un electorado que se siente huérfano.