Arran, la organización juvenil de extrema izquierda vinculada a la CUP, sigue destrozando todo lo que no le gusta. En esta ocasión, su objetivo ha sido la ofrenda floral que la ultraderechista Aliança Catalana dejó el domingo en el Fossar de les Moreres, lugar donde se homenajea a los últimos defensores de Barcelona frente a las tropas borbónicas en 1714 en la víspera de la Diada del 11 de septiembre.

En un apunte en X, Arran ha compartido un breve vídeo en el que se muestra la destrucción de la ofrenta de Aliança Catalana. Unas imágenes que la organización acompaña de un texto: "Fuera fascistas de Aliança Catalana de nuestras calles". Todo ello ha ocurrido este lunes, durante la manifestación de las cachorros de la CUP con motivo de la Diada.

Quema de muñecos

Esta marcha, que ha congregado a varias decenas de personas, ha empezado con un homenaje a Gustau Muñoz, asesinado por un policía de paisano en la Diada de 1978, en el que han sustituido la placa de la calle Ferran "rebautizándola con el nombre de Gustau Muñoz", y ha terminado con una ofrenda floral en el Fossar de les Moreres y un acto político en el Mercat del Born.

Durante el recorrido, Arran también ha quemado unos muñecos que representaban a la extrema derecha: "FNC, Vox, Frente Obrero, España2000 y toda la escoria fascista: ¡fuera de nuestras calles!", ha escrito la organización.

Aliança Catalana y el currículum de la CUP

Sea como sea, la ultraderechista Aliança Catalana ha sido este lunes uno de los objetivos de Arran. La formación, encabezada por la ultra independentista Sílvia Orriols, ganó las pasadas elecciones en Ripoll (Girona) con un discurso nativista, contrario a la inmigración y favorable al monolingüismo en catalán.

Por su parte, Arran se ha caracterizado desde su fundación por romper y quemar todo aquello que no le gusta. Entre otras cosas, en 2017 pinchó las ruedas del transporte público de Barcelona para protestar contra el modelo turístico de la ciudad; atacó la sede del PP catalán; echó pintura amarilla contra la casa del juez del procés Pablo Llarena, y causó destrozos por martillazo en el escaparate de la redacción de Crónica Global, entre otros actos vandálicos que quedan casi siempre impunes.

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