Al Govern no le hace caso ni la iglesia
La Consejería de Justicia admite su "papel residual" en la gestión de las reclamaciones sobre bienes inmatriculados, cifrados en 4.192 en Cataluña; no ha logrado resolver ninguna reclamación y culpa a las autoridades eclesiásticas de falta de colaboración
16 julio, 2023 00:11Noticias relacionadas
Un papel residual. El Govern asume su incapacidad para aflorar los bienes inmatriculados de la Iglesia en Cataluña y que, según un informe del Ministerio de Presidencia, ascienden a 4.192. En cinco meses, no ha conseguido resolver ninguna reclamación y culpa a las autoridades eclesiásticas por su falta de colaboración.
El pasado mes de febrero, el Parlament aprobó una moción en la que se insta al Govern a hacer un censo de bienes inmuebles que recoja todas las fincas afectadas por las inmatriculaciones a favor de la Iglesia Católica, requerir a las autoridades eclesiásticas que aporten la documentación pertinente y dotar de contenido efectivo la Oficina de Mediación sobre Inmatriculaciones, creada con este fin.
Moción incumplida
Cinco meses después, el Govern reconoce su incapacidad para cumplir con la moción. Sí que se han dado algunos pasos, pues la Dirección General de Derecho, Entidades Jurídicas y Mediación accedió al informe del Ministerio de la Presidencia que identifica un total de 24.961 fincas. En Cataluña, el número de bienes inmatriculados asciende a 4.192 (Barcelona, 1.023; Girona, 577; Lleida, 2.157, y Tarragona, 357).
Pero ¿qué son los bienes inmatriculados? Arantxa Goenaga, abogada y socia de Círculo Legal Barcelona, explica que estos activos de la Iglesia "son aquellos inmuebles que le pertenecen por diversos motivos y que no constan Registrados en el Registro de la Propiedad. Aunque parezca mentira en España siguen existiendo muchas propiedades, y no solo de la Iglesia, que no constan en el Registro".
De padres a hijos
Que no consten en el Registro, precisa, "no significa que no se sepa quién es su propietario, porque consta en otros registros como el Catastro, así sucede con innumerables tierras en los pueblos de España que se han ido transmitiendo de padres a hijos, pero nunca se han llegado a inscribir en el Registro".
"Y esto es así --continúa-- porque la inscripción en el Registro de la Propiedad no es obligatoria y puedes ser propietario sin que conste en el mismo e incluso tampoco es necesario que se materialice la adquisición de la propiedad en una escritura pública".
No solo iglesias o catedrales
Los bienes inmatriculados consisten no solo en iglesias o catedrales, afirma la abogada, sino "cualquier inmueble que sea propiedad de la Iglesia ya sea la vivienda donde vive el párroco o diferentes propiedades que pueden haber adquirido. Normalmente si provienen de alguna herencia o donación de un particular no son bienes inmatriculados porque ya están previamente inscritos".
La Oficina de Mediación no se creó con la finalidad de asesorar jurídicamente a los interesados, por lo que canalizó las peticiones de información a través del Centro de Mediación de Cataluña (CMC), que elaboró un informe sobre los expedientes abiertos, Así, entre agosto de 2020 y diciembre de 2022, un total de 16 personas y cuatro ayuntamientos pidieron información, pero solo en cinco casos se aportó documentación, que fue trasladada a un interlocutor eclesiástico para que iniciara el proceso de estudio mediante la diócesis competente. En los cinco casos, la Iglesia rechazó las pretensiones de los solicitantes de revisión de las titularidades.
"La Oficina no ha logrado su objetivo"
"La Dirección General de Asuntos Religiosos está colaborando conjuntamente con el Centro de Mediación para facilitar los enlaces e interlocutores válidos para su mejora la eficacia en la gestión y comunicación. Sin embargo, la Iglesia nos ha comunicado su preferencia para que las personas o entidades locales interesadas se dirijan directamente a su institución. El Centro ha apoyado en todo momento a toda persona interesada que ha contactado con nosotros desde el inicio del servicio", afirma Gemma Ubasart, consejera de Justicia, responsable de dar explicaciones al Parlament sobre el control de la ejecución de la citada moción.
Admite Ubasart que "por las cifras de la Oficina, parece evidente que no ha logrado su objetivo. Una razón es la reticencia de una de las partes para acceder a la mediación, la Iglesia; la otra, que la Oficina debía acercar las posiciones a través de la aportación documental de los particulares interesados que pudiera generar dudas sobre la inmatriculación a favor de la Iglesia. Esta tarea ha resultado muy complicada, a pesar de la intermediación del CMC. Por estos motivos, y mientras la Iglesia no muestre más proactividad, la labor de la Oficina no puede ser más que residual".