La factura de la luz ha descuadrado las cuentas de 16 hospitales y grupos sanitarios catalanes. Es la información interna con la que cuenta el Servicio Catalán de Salud (CatSalut), que es consciente de que el Hospital de Mataró caerá a un colosal déficit de 12 millones de euros este año por el aumento de la factura de la electricidad y la inflación, tal y como ha explicado la gerencia del centro a los responsables de la sanidad catalana.
El quebranto de este hospital contrasta con las previsiones de 2023. Se presentó un presupuesto con un excedente de poco más de 847.000 euros que, a poco más de seis meses del cierre, se ha transformado a los 12 millones en rojo. La dirección lo tiene claro: la culpa es del coste de la luz y del precio de los materiales que consume el complejo médico.
"Son todos los consorcios, los 16"
Según ha comunicado la gerencia, el agujero afecta a "todos los consorcios sanitarios" [leer aquí la lista] que conciertan sus servicios con el CatSalut. Siempre según la versión del nuevo equipo encabezado por Joaquim Casanovas -en la presidencia del consejo rector- y de Rafael Lledó, nuevo gerente, el desequilibrio en las cuentas afectará a las 16 empresas que trabajan con la aseguradora pública sanitaria.
Precisan que todos los hospitales y dispositivos sanitarios sufren por el encarecimiento del coste de la luz y de los materiales. A ello se le suma que CatSalut ya no puede inyectar fondos Covid extra a las sociedades que gestionan los centros sanitarios porque, sencillamente, en este ejercicio no se han contemplado estas inyecciones de recursos extraordinarios.
¿Mala gestión en el Hospital de Mataró?
La alerta elevada por Mataró sobre las finanzas de la sanidad concertada catalana pone cifras, los 12 millones de euros en negativo, a algo que ya expresó la Consejería de Salud en mayo de 2022. El departamento alertó en ese momento de que la paralización de los fondos por la pandemia "ponía en riesgo la sostenibilidad del sistema".
Otras fuentes del sector contraargumentan que Mataró "siempre ha tenido déficit". Señalan que, más allá de la tensión extraordinaria del contexto actual, existe una "mala gestión" de la dirección del centro que lleva años llevando al límite el consorcio. De confirmarse, abriría la puerta a una nueva intervención por parte del CatSalut. Ya se dio entre 2015 y 2022, cuando perdió la autonomía de gestión para poner orden en las finanzas y asegurar el futuro.
"Aumento de tarifas y más dinero"
Los críticos con el desastre financiero de Mataró aportan más datos. Recuerdan que el CatSalut "aumentó tarifas este año del orden del 6,8% y aportó fondos extraordinarios para cubrir el coste del nuevo convenio Siscat". Es decir, el Sistema sanitari integral d'utilització pública de Catalunya que tiene como objetivo buscar alianzas para "optimizar" los recursos sanitarios. Por ello muestran su "desconfianza" con los argumentos que la nueva cúpula usa para justificar su precaria situación de tesorería.
"La mala salud de hierro es algo que periódicamente los consorcios esgrimen para ganar fuerza negociadora interna, ante sus trabajadores para negar cosas o recortar derechos, o de cara a negociar con el Departamento de Salud", añaden los mismos interlocutores.
Riesgo de intervención
Si los 16 consorcios o algunos de ellos cierran en negativo, se sumarán argumentos para los que piden que regrese al sistema público la intervención de algunos de estos centros sanitarios. En el caso de Mataró, voces cercanas al CatSalut indican que "es cuestión de tiempo" que se llegue a una nueva intervención.
Este medio ha preguntado a Santiago Álvaro, del sindicato Catac y que preside el comité de empresa del Consorci Sanitari del Maresme (CSdM), sobre la situación del centro. Pide que la nueva adversa situación financiera "no afecte ni al personal sanitario ni a los pacientes". Otras fuentes de la parte social rechazan "de plano" que se vaya a suspender de nuevo la autonomía de gestión del hospital.
Preguntada oficialmente, la gerencia se ha limitado a constatar que 2022 terminó con excedente y que los datos de 2023 aún no se conocen. Ayer, la dirección trataba de encauzar la negociación sobre el reciente mazazo judicial sobre los pluses de productividad que debe a plantilla. Este revés en los tribunales significará un gasto extra de nueve millones de euros a repartir entre los trabajadores.
Aspe alertó del impacto en la privada
La noticia de que Mataró volverá a un déficit cercano a los 12 millones de euros ha sonado como un aldabonazo de alerta en todo el sistema. A este respecto, cabe recordar que la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) advirtió en noviembre que los hospitales asociados habían visto aumentar su factura eléctrica entre un 100% y un 500%, según recogió El Español.
Entonces, la principal patronal del sector privado en España pidió ayuda a las aseguradoras para garantizar la sostenibilidad del sistema. Recordó que las tarifas que pagan las aseguradoras públicas autonómicas a las empresas sanitarias no se habían incrementado acorde con los repuntes del kilovatio por hora en España. Y esto complicaba su futuro del mismo modo que ocurre en Mataró.