Agentes de los Mossos d'Esquadra en la Sala 112 de Reus

Agentes de los Mossos d'Esquadra en la Sala 112 de Reus GENERALITAT DE CATALUNYA

Política

Así funciona la sala de Emergencias catalana: ajustes de plantilla y llamadas en espera

Los operadores de la central de Mossos d'Esquadra en Reus aseguran que la falta de personal deriva en una mayor presión a la hora de atender las incidencias

3 julio, 2023 23:30

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La Sala 112 de Reus se enfrenta a un verano marcado por el riesgo de incendios, el aumento del turismo y la escasez de operadores. Es la queja de los agentes de Mossos d’Esquadra que trabajan en la central del cuerpo autonómico a la que se derivan las llamadas que recibe la centralita del Emergencias en Cataluña, un servicio externalizado en la empresa Serveo, a la que la Consejería de Interior de la Generalitat sancionó con 67.500 euros por su deficiente gestión.

Antes de la centralización de las emergencias de Cataluña en una única sala en Reus -a excepción de las de la provincia de Barcelona-, los 11 operadores y los dos jefes de sala de la central de Mossos se ocupaban de dos regiones policiales: la del Camp de Tarragona y la de Terres del Ebre. Tras la unificación, son 25 operadores y tres jefes de sala los que se ocupan de un total de seis regiones policiales. A las dos que ya gestionaban -Camp de Tarragona y Terres de l'Ebre- se han sumado Girona, Lleida, el Pirineo y la Región Policial Central. “Los números no cuadran, necesitaríamos entre 33 y 35 operadores, pero hay entre 23 y 25. Esta ha sido la jugada”, denuncian.

Conocían el territorio

Antes de esta centralización los agentes se ocupaban de una sola región -dos a lo sumo- que conocían “como la palma de su mano”, señalan. Ahora, expresan, tienen que confiar en SIGME, un aplicativo tecnológico que les indica la localización de la persona que ha notificado una incidencia, dado que los operadores van rotando entre las seis regiones policiales. Aunque la herramienta de información geográfica funciona de forma correcta, insisten en que el grado de confianza era mayor cuando conocían el territorio. “No es lo mismo imaginarlo que visualizarlo. También conocíamos a los delincuentes habituales, así como su peligrosidad, y sabíamos el número de patrullas que teníamos que enviar”.

Agentes de los Mossos d'Esquadra en la Sala del 112 de Reus

Agentes de los Mossos d'Esquadra en la Sala del 112 de Reus MOSSOS D'ESQUADRA

Las voces consultadas subrayan que la centralización también ha traído aspectos positivos. En casos de emergencias graves, la unificación en una única sala permite una mejor coordinación entre las diversas regiones. Sin embargo, echan en falta más recursos por parte del Departament de Interior, dado que las seis salas operan ahora en un único espacio, que sobre todo en verano, se torna caótico. “Hemos pasado de ser 13 personas en una sala a 30, pero no disponemos de boxes, a medida que avanza la jornada nos come el ruido”.

"Sobrepasados" por la presión

Se quejan del ambiente ruidoso de la sala, sobre todo en la época estival, cuando el trabajo se multiplica. “La gente se quema. Cuando llega el verano las llamadas se disparan, porque tenemos muchos kilómetros de costa y mucho turismo”. ¿Cómo se soluciona? Según las mismas fuentes, desde la Consejería de Interior se ofrece a los operadores que están de fiesta hacer horas extra retribuidas. Pero, según ellos, esta medida funciona como un “parche”, porque otros compañeros, desbordados, se cogen bajas médicas. “Nos quedamos prácticamente igual, pero sin las horas extra afrontar el verano sería imposible”.

Así las cosas, hay momentos en los que los agentes se ven “sobrepasados” por la presión, con hasta 10 incidentes en cola que tienen que atender en paralelo a las gestiones que les solicitan las patrullas sobre el terreno. “Hay operadores que dicen ‘Hasta aquí’, porque tenemos que estar preparados para estos momentos y no lo estamos”.

Más personal

Para mejorar la situación, aseguran que la gestión de la sala debería depender de la prefectura, lo que permitiría homogeneizar los procesos de trabajo de las seis regiones. Piden también que se reconozca su trabajo como una especialidad, dado que desarrollan un trabajo “muy burocrático, que no se asemeja nada al de calle” y para el que tienen que recibir una formación específica. Sin embargo, dicen, esta especialización no se ve reflejada en su nómina.

Además, recuerdan que desde la sala se solicita continuamente más personal, teniendo en cuenta que el 90% de las llamadas que entran al 112 son derivadas a los Mossos d’Esquadra. "Incluso las de los incendios", aseguran, dado que es la policía catalana quien se encarga de realizar las primeras comprobaciones, aunque se desplacen otros servicios de emergencia como los Bomberos de la Generalitat o los Servicios de Emergencias Médicas (SEM).

"Preocupación" por el verano

Así las cosas, afrontan con “preocupación” el segundo verano sin restricciones tras la pandemia del Covid-19. “Si el pasado fue duro por el volumen de trabajo, este lo esperamos igual o peor, porque nadie ha hecho nada para mejorar la situación” del 112, pese a que constituye el “corazón” del cuerpo policial.

Desde esta sala, en la que los operadores han sido clave para la gestión de miles de emergencias y que ha atendido crisis tan graves como los atentados del 17A, el desbordamiento del río Francolí, la explosión de la petroquímica de Tarragona e incidentes relacionados con el procés independentista, piden que se les cuide a ellos también. "Sentimos que la sala está abandonada".