La caída del conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, ha sacudido a la comunidad educativa. Los sindicatos han celebrado que el president de la Generalitat, Pere Aragonès, haya cesado al titular más polémico y menos valorado por el colectivo al que representa. En declaraciones a Crónica Global, la parte social asegura que "no estaba preparado" para estar al frente de una consejería tan relevante como esta.
A nadie se le escapa que Cambray ha hecho enemigos en todos los ámbitos. No solo mantenía un pulso con los sindicatos a raíz del avance del calendario escolar, también tenía en contra a las familias, a los representantes de la escuela concertada y a las direcciones de los colegios.
"Quería limpiar su imagen"
La noticia del cese del conseller de Educación no ha pillado por sorpresa a Ustec, que el viernes pasado sospechaba que se producirían cambios en el Ejecutivo autonómico. Tal y como han explicado a este medio, el consejero mostró buena disposición para dialogar con los mismos sindicatos a los que ha ninguneado durante meses. "Lo que quería era limpiar su imagen", dice Xavier Díez.
Pero poco le han durado sus buenas intenciones. Y es que, dos días más tarde, el president de la Generalitat ha aprovechado la marcha de la consejera de Acción Climática, Teresa Jordà, al Congreso de los Diputados tras las elecciones generales del 23J para remodelar su gobierno en minoría, efectuando dos cambios destacados que incluyen a Josep Gonzàlez-Cambray y a Juli Fernàndez al frente de Territorio --será sustituido por Ester Capella--.
Los sindicatos "no olvidan"
Desde UGT, Jesús Martín ha celebrado el cese del que, hasta ahora, era el consejero peor valorado. No obstante, advierte de que no olvida el menosprecio del Departamento hacia la comunidad educativa, "apoyado por el propio president Aragonès" que ha dado su visto bueno a decisiones unilaterales, como el avance del inicio del curso escolar.
"La dimisión y el cese del consejero ha sido una reclamación constante durante este periodo de protestas y jornadas de huelgas que se iniciaron en febrero de 2022", expresa este sindicato, que saca pecho de la "fuerza sindical" que ha influido en su destitución.
Las exigencias a la nueva 'consellera'
Quien fue presidenta del Consejo Escolar de Cataluña y portavoz de la cartera de educación de los republicanos en el Parlament, Anna Simó, será quien releve a Cambray. A ella, la parte social le exige "más disposición de diálogo" y que muestre el respeto "que merecen" aquellos que cuidan de los niños.
Según Martín, eso empieza por "escuchar a quien, día tras día, están en las aulas, trabajando sin suficientes recursos, sin apoyo de la Administración, con temperaturas que superan el máximo que determina la Ley, con recortes que empeoran las condiciones laborales, con rátios infladas y falta de personal".
Aunque todos coinciden en que Simó tiene un "talante más dialogante" que Cambray, también vaticinan que llevará a cabo las mismas políticas que su antecesor. Desde Profesores de Secundaria, Xavier Massó cree que el cambio no será para mejor, aunque apuesta por esperar y escuchar sus propuestas. "Celebramos que den la patada a Cambray, pero no queremos un cambio de márquetin, sino de políticas educativas", concluyen.
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