ERC intenta reconciliarse con los profesores para evitar otro batacazo el 23J

Nueva estrategia de ERC. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, trata de revertir los malos resultados obtenidos de las últimas elecciones municipales del 28 de mayo, cuando los republicanos se dieron un batacazo en la mayoría de ciudades catalanas, incluida Barcelona. Ahora, los de Oriol Junqueras quieren evitar otra debacle ganándose a uno de los colectivos que tradicionalmente le depositaba su confianza: los profesores.

Por eso, a nadie se le escapa que el cese del conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, no es más que una táctica electoral para que ERC vea mejorar sus resultados en las elecciones generales del 23 de julio.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, con Josep González-Cambray, Laura Vilagrà, Teresa Jordà y Juli Fernández Europa Press

Cambray, un "lastre"

Cambray es, hoy por hoy, el consejero peor valorado y Aragonès lo sabe desde hace meses, pero no ha dudado en mantenerlo en el Govern pese a las críticas de los sindicatos educativos que pedían su dimisión por su "talante poco dialogante y sus decisiones unilaterales". El avance del calendario escolar fue una de las que propició una serie de huelgas educativas.

Su paso por la Conselleria ha sido muy polémico. Por eso, no es de extrañar que los republicanos hayan sido castigados en las urnas en los últimos comicios locales, en los que han perdido el apoyo de tradicionales votantes. Unos votantes, en su mayoría profesores, que siguen “teniendo importancia y capacidad de influencia”. “La irritación que ha generado Cambray ha hecho que ERC se desgaste”, aseguran fuentes sindicales en declaraciones a Crónica Global, que evidencian que el ya exconsejero "ha servido más como lastre que como activo de su gestión de gobierno". 

El 'conseller' de Educación, Josep González-Cambray, a su llegada a una sesión plenaria en el Parlament Kike Rincón - Europa Press

El Govern lo sabe y, por eso, ha iniciado una nueva maniobra a dos meses de las elecciones generales del 23 de julio en las que, de nuevo, ERC disputará el voto con el PSC, que sigue mejorando sus perspectivas en Cataluña. Una táctica que el president ha justificado diciendo que servirá para “afrontar la segunda parte de la legislatura con energía renovada”.

Los retos de Anna Simó

Pero ¿será capaz la nueva consejera de educación de ganarse a los profesores? Si en algo coinciden todos los sindicatos es que Anna Simó tiene unas habilidades sociales y de consenso que no tenía su antecesor, que se ha creado enemigos en todos los ámbitos, desde los profesores, pasando por las direcciones, hasta las familias.

Solo con eso, creen que podría mejorar la realidad educativa “que se está cayendo a trozos” por unas políticas que han empeorado las condiciones en las aulas y también las de unos profesores que se plantean abandonar una profesión cada vez más desprestigiada.

Manifestación profesores contra el consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray LUIS MIGUEL AÑÓN

Advertencia a Pere Aragonès

Aun así, desde la parte social tienen pocas esperanzas en que el panorama educativo catalán, que va de mal en peor, mejore por la entrada de Simó. Una persona que, pese haber presidido el Consejo Escolar de Cataluña, es "próxima a la mal llamada transformación educativa" de Cambray.

Por eso, lanzan un aviso a navegantes: "No se trata de hacer cambio de políticos, sino cambio de políticas", le dicen a Pere Aragonès, a quien advierten de que no se conforman con "este maquillaje". 

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès / Gala Espín

El PSC, crítico con Aragonès

El primer partido de la oposición ha sido muy crítico con los cambios en el Govern. Desde el PSC creen que esta remodelación constata el fracaso del Ejecutivo de Aragonès y de sus políticas. En este sentido, le han avisado de que los nuevos consejeros no tendrán 100 días para ganarse su confianza, por lo que deberán ponerse las pilas para que haya un cambio de rumbo en las consejerías afectadas --Territorio, Acción Climática y Educación--. 

En relación a esta última, la diputada y consejera en el llamado Govern alternativo Esther Niubó, ha advertido de que "la situación educativa en Cataluña aconseja una profunda reflexión y un cambio de modelo de gobernanza", por lo que apuesta por un liderazgo corresponsable, "mucha escucha y diálogo para rehacer la confianza con la comunidad educativa, un gran pacto social y acordar horizontes de calidad, equidad y gratuidad". Sin eso, pocos cambios habrá, asegura la socialista.

La diputada del PSC, Esther Niubó, interviene durante una sesión plenaria EUROPA PRESS

El 'conseller' de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Parlament / Kike Rincón - EUROPA PRESS

Sea como sea, Simó tiene un mes y medio para ganarse a la comunidad educativa y que su gestión se traduzca en votos. No lo tendrá fácil, pues si algo han podido comprobar es "la fuerza que tiene el colectivo cuando se le menosprecia".