“Ceñidas, silueteadas y expuestas”: las quejas de las funcionarias de prisiones
Las trabajadoras penitenciarias advierten en un escrito de queja de los efectos de una nueva norma de la Generalitat sobre indumentaria, que las obliga a llevar la camisa por dentro en un “entorno hostil” y machista
25 mayo, 2023 23:05Noticias relacionadas
Históricamente, denuncian las funcionarias de prisiones, los uniformes utilizados son meras adaptaciones de lo que era útil y funcional para los hombres. Pero estas mujeres, que hacen su trabajo en un ambiente muy hostil, a menudo machista, procuraban adaptar su indumentaria a sus ciclos biológicos.
Pero una nueva norma de la Generalitat de Cataluña las obliga, por primera vez en 25 años, a llevar la camisa por dentro del pantalón. “Ceñidas, silueteadas y expuestas”, denuncian 13 funcionarios en un escrito canalizado a través del Consejo para la Igualdad al Servicio Interior de Prisiones al que ha tenido acceso Crónica Global.
Nueva circular
El pasado 6 de marzo entró en vigor una circular sobre el procedimiento de la gestión del vestuario del personal de servicio interior de los centros penitenciarios de Cataluña. En el mismo, se informaba de la adjudicación del contrato de suministro de vestuario y de la actualización de los protocolos. En síntesis, tanto hombres como mujeres llevan polo camisero de manga corta o larga, pantalones de verano o de invierno, zapato o bota.
El apartado controvertido de la circular es el que hace referencia a la corrección en el vestir y el aspecto externo asociado al uniforme. Lógicamente, los funcionarios deben llevar la indumentaria reglamentaria y vestir con la mayor corrección, propiedad y dignidad. “El polo camisero se debe llevar por dentro del pantalón. El cinturón se debe pasar por todas las trabillas del pantalón”, indica la instrucción.
Malestar
Lejos de ser una anécdota, ese detalle en las normas ha generado un profundo malestar entre las funcionarias. 13 de ellas, que trabajan en la cárcel de Quatre Camins, han enviado una queja al Consejo para la Igualdad en el Servicio Interior de Prisiones en la que advierten del “grave perjuicio” que les acarrea el cambio de criterio de la administración penitenciaria con respecto al uniforme. Este Consejo desarrolla el protocolo de prevención del acoso aprobado por el Govern en el ámbito penitenciario
Explican que, en los últimos 25 años, las funcionarias han usado a discreción la pieza superior del uniforme por encima del pantalón. Y estos son los motivos: “El cuerpo de la mujer, a diferencia del cuerpo masculino, está sometido a ciclos, cambia por días, por etapas vitales antes y después del parto y en torno a la ovulación”. Y también la menopausia.
Ni seguro ni cómodo
Llevar la camisa por fuera del pantalón ha proporcionado a las trabajadoras “cierta sensación de seguridad y comodidad en un medio que casi nunca es ni seguro ni cómodo. Con un mero gesto, las mujeres han conjugado ese entorno laboral hostil con unas necesidades específicas de ropa de trabajo que, por otra parte, jamás se tienen en cuenta cuando se diseñan sus uniformes históricamente, los uniformes de las mujeres han sido meras adaptaciones de lo que es funcional y útil para los hombres”.
“Por desgracia –añaden—se han empezado a producir situaciones de una simbología horrenda: mandos (hombres) volcados en detectar y señalar a trabajadoras por no ir convenientemente uniformadas (ceñidas, silueteadas, expuestas…) En adelante, las necesidades de las trabajadoras no van a cambiar, serán exactamente las mismas de las últimas décadas. ¿Y qué recursos nos quedan? El absentismo puntual, trabajar esquivando a los mandos a lo largo de ciertas jornadas y, si eso falla,afrontar procesos disciplinarios. Todo esto no puede estar sucediendo”.
Espacio respetuoso
Admiten haber comprobado en primera persona "cómo nuestra presencia ha traído más equilibrio al medio y ha contribuido a que retroceda a hostilidad, siendo ese un avance ampliamente reconocido por todos los profesionales. Ahora bien, necesitamos que ese espacio respetuoso e inclusivo se conciba y diseñe para mujeres reales”.
Por todo ello, solicitan al Consejo que interceda para “evitar la situación de persecución de las trabajadoras y devuelva la cuestión de la ropa de trabajo al ámbito del sentido común en el que se ha desarrollado por décadas en las prisiones catalanas”.