La presidenta de la asociación El Defensor del Paciente, Carmen Flores, ha enviado una carta al presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, y al conseller de Salud, Manel Balcells, para pedirles que "no impongan" el catalán a los profesionales sanitarios.
La entidad ha enviado la misiva días después de que el Govern secesionista expedientara y señalara públicamente a una enfermera andaluza del Hospital Vall d'Hebron por quejarse en un vídeo en sus redes sociales de la obligación de tener, según sus palabras, "el puto nivel C1 de catalán" --el que se otorga a los alumnos de esta autonomía cuando concluyen el bachillerato-- para poder opositar en Cataluña.
Contra la "Inquisición" lingüística
"No tenemos nada contra ninguna lengua, por el contrario, creemos que es cultura y eso hay que protegerlo, pero cuando la cultura se obliga, se amenaza o se impone, con violencia verbal o de cualquier modo, parece más a modo de 'Inquisición', esto es intolerancia, falta de respeto y una forma dictatorial que pone a unos ciudadanos contra otros y esto es lo más parecido a una ultraderecha", señala Flores en su carta.
"La sanidad, la salud, la vida, no tienen ni deben tener impedimentos lingüísticos de ninguna clase porque eso es la convivencia racial", añade la misiva, que reprocha a los que piensan: "Si tú no hablas como yo, no te permito hablar".
"Inquina" contra el castellano
"Cataluña es una comunidad maravillosa llena de ciudadanos de diversas ideas, credos y lenguas, incluso extranjeras, y los que tengan voluntad van a aprender el catalán convenciendo, sin hacer imposiciones, con elegancia", argumenta la presidenta de esta asociación, que recuerda que "la ley es clara, la lengua oficial del Estado es el español".
Flores reprocha que exista "inquina" contra el castellano, que es el segundo idioma "más hablado del mundo", así como la "intolerancia" lingüística en los hospitales y centros de salud.
Reclama mayor inversión y recursos en sanidad
"Nosotros no debemos tener obligaciones de conocer todas las lenguas que imperan en España, nos sentimos orgullosos de que existan, no de que se impongan", agrega la presidenta de Defensor del Paciente, para quien "lo importante es llegar a un acuerdo con los profesionales de la sanidad".
Flores también apunta en la misiva las carencias del sistema sanitario de Cataluña, reclamando "más inversión en salud, más médicos, más enfermeras, más trabajadores en general en la sanidad y menos imposición. La convivencia es maravillosa cuando todos son tolerantes, las prohibiciones son de otra época y de otros radicalismos que nunca deben ser impuestos porque obtienen el efecto contrario", afirma.