El plan del Govern de impulsar el catalán en las aulas hace aguas: faltan profesores
Los claustros de los colegios y las familias están preocupados ante la falta de docentes de algunas especialidades por las exigencias para acceder a una profesión cada vez más desprestigiada
20 febrero, 2023 00:00Si hay algo que ha repetido el Govern por activa y por pasiva es su intención de potenciar el catalán en los colegios de Cataluña. Un plan que hace aguas, pues faltan profesores que impartan esa y otras asignaturas en Secundaria. ¿Por qué? Cada vez son más duras las exigencias de la Generalitat a los docentes, que para entrar en el sistema deben acreditar un nivel C2 de catalán --el más alto--, además de un máster de profesorado que “requiere una gran inversión de tiempo y, sobre todo, dinero”, ya que son pocos los privilegiados que logran acceder a una plaza en la universidad pública para cursarlo.
Esos requisitos se suman a las dificultades propias de un empleo en el que ya no es suficiente con tener vocación. “La docencia es una profesión cada vez menos atractiva”, expresa uno de ellos.
El impulso del catalán, "una medida estética"
Cada vez son más los claustros de las escuelas y las asociaciones de familias que se movilizan contra la falta de profesores, sobre todo en algunas materias. Catalán es una de ellas, algo que contrasta con las intenciones del Govern de impulsar esta lengua en los colegios de Cataluña. Los sindicatos consultados por Crónica Global denuncian que el Ejecutivo autonómico “quiera llevar a cabo actuaciones sin reflexionar sobre los recursos disponibles”. “Al final, como siempre, se quedará en una medida estética si no son capaces de atraer a personal docente con la formación adecuada”, expresan desde UGT.
En la misma línea, Ustec considera que, en la práctica, la Generalitat es muy buena comunicando, pero “todo se queda en simples declaraciones”. Y es que para cumplir su objetivo se necesita, principalmente, profesores que impartan la materia. Algo muy complicado si la gente no encuentra motivos para matricularse en las carreras de Filología porque los distintos gobiernos han desprestigiado las carreras de letras “asegurando que no tenían salidas profesionales”.
Frenos para acceder a la profesión
“Hace tiempo que hay preocupación en el sector, pero hemos llegado al punto de la catástrofe”, avisa ese sindicato, que denuncia que cada día tengan más exigencias para acceder a la profesión. Por un lado, deben acreditar un máster de profesorado para el que hay pocas plazas públicas y que representa “una gran inversión en tiempo y dinero”. Por otro, deben justificar un nivel C2 de catalán --el más alto de los cinco que hay-- y que supone un freno más para los que quieren acceder al sistema educativo catalán.
“La consejería reclama a sus trabajadores una formación y resulta que ellos mismos se la tienen que pagar de su bolsillo”, critica UGT, que lamenta que muchos tengan que recurrir a academias privadas para obtener la titulación, multiplicando su precio.
Peor el remedio que la enfermedad
“Tenemos la mayor cifra de profesores de toda la historia de Cataluña”. De esta forma anunciaba el pasado enero el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, la incorporación de 3.566 docentes. Una noticia que ha vaciado la bolsa de sustitutos de otras especialidades más allá del catalán, como matemáticas, historia, ciencias o perfiles de tecnología imprescindibles en los grados de Formación Profesional (FP). Así pues, ha sido peor el remedio que la enfermedad.
De hecho, la desesperación ha llevado a algunos directores a buscar alternativas ante la falta de docentes en sus centros. El caso más sonado ha sido el del instituto Antoni Torroja de Cervera (Lleida), que con recursos del AMPA ha contratado a un exalumno para que imparta la clase de Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales. Y es que los estudiantes de segundo de bachillerato llevan desde después de las vacaciones de Navidad sin un profesor en este campo cuando, en unos meses, deberán enfrentarse a las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU).
Una situación insostenible
La situación es cada vez más insostenible. “En mi instituto llevamos seis semanas sin profesor de matemáticas y cuatro sin profesor de química. Y podría seguir”, expresan. A todos estos requisitos se debe sumar las complejidades a las que deben hacer frente: “La profesión cada vez está más desprestigiada, los recursos de los que dispone el personal son insuficientes para hacer su trabajo con calidad y la consejería atenta a diario contra los derechos laborales”, señalan fuentes sindicales.
Ante esta realidad, la Consejería de Educación de la Generalitat estudia fórmulas para acelerar las sustituciones, flexibilizando los criterios para acceder a bolsa. Por ejemplo, permitiendo el acceso a aquellos que todavía no hayan acabado el máster de profesorado. “Se está trabajando en soluciones a corto, medio y largo plazo”, dicen fuentes del departamento en declaraciones a este medio, y aseguran que “la falta de docentes en determinadas especialidades es un fenómeno mundial, que también se da en el Estado español y en Cataluña”.
Sea como sea, esta nueva crisis evidencia que la docencia se ha convertido en una profesión degradada de la que "huyen", incluso, los que ya forman parte del sistema. Pues la realidad es que consideran que en la empresa privada están “mejor valorados y mejor pagados”.