El candidato a alcalde y abogado Daniel Vosseler presenta credenciales para la batalla de Barcelona, las disputadas elecciones municipales que se celebrarán en cinco meses, el 28 de mayo de 2023, y que serán especialmente reñidas en la Ciudad Condal. El letrado concurre con la lista Barcelona ets Tu, y lo hace con un programa muy claro: defensa de los autónomos y las pymes, apoyo a la actividad económica, combate a la desigualdad y recuperación de la seguridad en las calles. Incluyendo una batalla sin cuartel contra la okupación.
También acudirá a la cita electoral con una rival muy clara: la actual alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la que Vosseler afea que haya permitido que la Ciudad Condal esté "devorada por la ideología". En 2019, la fuerza no pudo presentarse. Este año, con el partido formado, sí lo hará.
--Pregunta. Esta vez sí se presentan.
--Respuesta. Sí, nos presentamos. 100% lo hacemos. El partido ya está registrado y la asamblea me autorizó a ser el candidato por unanimidad. El partido sigue con las dinámicas de un año atrás, con una salvedad: estamos creciendo exponencialmente. Pronto seremos la fuerza más grande de Barcelona. Y ganaremos las elecciones en cinco meses. Estoy convencido.
--¿Cómo lo lograrán?
-Pues contra viento y marea y contra los esfuerzos por invisibilizarnos. Y con unos principios rectores muy claros: políticas de apoyo a los autónomos y las pymes, fundamentalmente; personas del sector público y jubilados. Son tres ejes que configuran Barcelona ets Tu.
--¿Cómo se define su partido?
--Somos el primer partido de gestión de España. El primero. Está diseñado para la gente que vive y trabaja en la ciudad de Barcelona.
-Con esta tarjeta de presentación y según usted si ganan el 28 de mayo ¿qué proyecto desplegarán en la ciudad?
--Siempre lo explico de forma muy gráfica. Los mismos principios que utiliza un peluquero, una farmacia o una gestoría, los principios de eficiencia, los trasladaremos a la sala de mando del Ayuntamiento de Barcelona. Son principios que tiene todo autónomo y pyme para funcionar. Se trata de una responsabilidad de hacer bien las cosas, de sentido común. Queremos un mandato de gestión sin componente ideológico alguno.
--¿Sin ideología? ¿Cómo lo hará?
--Mire, Barcelona ha sido devorada por la ideología. Pero devorada. Se habla de todo menos de las cosas que importan. Primero: tenemos las desigualdades más grandes desde el principio de la democracia. El 30% de los barceloneses viven en el umbral de la pobreza, según Cáritas. Cada vez somos más pobres. El alquiler es el más caro de toda España, de más de 1.000 euros, lo que provoca que se eche a la gente. Solo el año pasado se marcharon 130.000 personas. ¡Y seguimos sin edificar vivienda! Hace poco se conoció que se han edificado 54 pisos en los últimos cuatro años, quizá por la absurda norma del 30% de viviendas de protección oficial (VPO).
--¿Qué impacto ha tenido ese peaje a las nuevas promociones?
--Yo creo que es la peor norma jamás aprobada en Barcelona. Y es por el desconocimiento absoluto en materia de gestión de la construcción y edificación. Ha sido un auténtico drama. Pero el auténtico drama es que Barcelona es un intercambio de cromos.
--¿Entre quién?
--Pues fíjese que Ernest Maragall --líder y alcaldable de ERC-- se ha pasado semanas diciendo que los presupuestos de la señora Ada Colau eran malísimos. Para luego, en el último momento, abstenerse y permitir que se aprueben aduciendo que tenían que tragarse un sapo. ¿Cuántos sapos tendremos que tragarnos los barceloneses que vivimos y trabajamos en la ciudad? Y eso que hemos vivido dos mandatos de absoluta imposición ideológica. Cuando Colau deje el ayuntamiento, que lo dejará en mayo, su herencia será la desigualdad más absoluta.
--Ponga un ejemplo.
--Han sido dos mandatos de imposición ideológica más absoluta y de gobierno solo para los suyos. En Barcelona nada funciona, como la superisla de Poblenou, que nadie quiere y, sin embargo, allí la han dejado.
--El gobierno de BComú llegó a la alcaldía con incidencia en dos ejes: la vivienda y el turismo masivo. ¿Cuáles serán los asuntos en la próxima campaña?
--También dos. Uno, la inseguridad. Pusimos el listón en 200.000 hechos delictivos al año, y lo hemos rebasado.
-...
--Además de la gente que se marcha, la que ya no viene. Hay gente del área metropolitana que ha dejado de venir a Barcelona por la inseguridad, la movilidad o la falta de prestigio. Estamos perdiendo un mercado de más de dos millones de personas. Y dos, el turismo. El gobierno de Colau ha promovido el turismo de botellón. Nosotros queremos turismo empresarial y familiar. Para ello, se impone que vuelvan las 5.000 empresas que se han marchado de Cataluña.
--Qué impacto ha tenido esa fuga?
--Cada mañana vemos los AVE llenos en dirección Madrid. Son pasajeros de negocios de empresas y eventos que se han deslocalizado a la capital o a Málaga o Sevilla. Nosotros proponemos recuperarlos gradualmente, con un impacto de cerca de 100.000 personas solo para los consejos de administración. Para que vuelvan, hay articular seguridad jurídica y un entorno de apoyo a la empresa. Pero para que todo ello sea posible, hay que recuperar la seguridad. De nada sirve atraer directivos o turistas culturales si a las tres de la madrugada te atracan o te roban. El primer debate de estas elecciones será la inseguridad. Que es palmaria.
--¿Qué es lo primero que hará si gana en mayo, como dice usted que hará?
--Barcelona necesita 50.000 viviendas más, y eso se hace de la mano del sector privado. De lo contrario, nada se podrá hacer. Nosotros, nada más llegar anularemos toda la legislación del 30%. Fuera. Y ponemos en marcha una nueva maquinaria basada en el tiempo. Además, lo primero que arreglaremos será acompasar la sincronía entre el sector privado --que es la vida real-- y el sector público, que están completamente desconectados.
--Ponga también un ejemplo de ello.
--No puede ser que para abrir un puesto en un mercado municipal se tarde un año en tramitar los permisos. ¡Un año! Y es una tienda que estará cerrada en un mercado municipal. El permiso lo tiene que dar el director del mercado, que es quien está allí. Y lo mismo con una licencia o un cambio de usos... Es inadmisible tener que esperar dos años. Todos los silencios administrativos serán positivos. De negativos a positivos. Porque si hay un proyecto económico, hay que apoyar a ese emprendedor. Hay que volver al activismo empresarial, que es lo que nos hizo grandes. Basta de persecución a los privados. Y de que lo público no sea eficiente.
--¿Qué significa?
-No puede ser que unas escaleras mecánicas en El Carmel se tiren seis meses estropeadas. ¿Pasa lo mismo con una bombilla de tu casa? ¿Verdad que no? O el sobrecoste del túnel de Glòries. Desde lo público se ha tratado de vender la idea de que lo público no es de nadie. Pues mire, no. Lo público es lo de todos y, por ende, lo más importante. Lo que pagamos entre todos tiene que tener la máxima energía y el máximo control.
--¿Cómo ve que la Audiencia haya reabierto el 'caso subvenciones' contra BComú?
--La alcaldesa Colau está doblemente imputada. En dos causas penales. Y son asuntos importantes. Yo soy abogado y creo que con las interlocutorias últimas, es muy probable que se abra juicio oral contra Ada Colau. Pero es que es obvio. Porque las subvenciones se repartieron con amiguismo, se creó una red clientelar inaceptable.
--Usted dice apoyar a las empresas. ¿Cómo las sostendrá?
--Nuestras pymes son un 50% más pequeñas que en el resto de Europa. Porque se las ha machacado. No puedes legislar para todas las empresas por igual. No puedes exigir que los autónomos paguen sus fracasos empresariales con su patrimonio. O que la ley de segunda oportunidad sea un fracaso. Los jueces no pueden ser legisladores, articulando soluciones que son de calle. Quizá lo hacen porque la política ha desconectado de la calle
--¿Cómo prevé que sean los comicios?
--Habrá 10 u 11 candidaturas con posibilidad de obtener representación tras pasar el umbral del 5%. El 5% son 35.000 a 38.000 votos. Hasta ahora, la abstención favorecía a los comunes. Pero nosotros queremos movilizar a la abstención. La gente que hasta ahora no votaba. Yo voy a ver a gente y les digo: "Lo que te pasa a ti me pasa a mí". Es un cambio muy importante.
--¿Quién será su 'número dos'?
--La lista se elaborará en febrero. Nuestro partido funcionará con meritocracia, porque es un partido de gestión. Quiero grandes profesionales con proyecto para la ciudad.
--¿Cuál es su proyecto?
--Políticas de empleo expansivas para reducir a desigualdad. No podemos estar perdiendo población activa. Nuestros jóvenes tienen que tener la posibilidad de desarrollar grandes proyectos empresariales en la ciudad sin jugarse el patrimonio.
--¿Qué han hecho bien Málaga y Madrid que Barcelona no haya hecho?
--No se puede comparar. El potencial de Barcelona no lo tiene ninguna ciudad. Eso sí, la pandemia, por ejemplo, se afrontó desde dos modelos contrapuestos. En Madrid se protegió a autónomos y pymes y aquí se cerró todo. Pues bien, las cifras de fallecimientos han sido similares. ¿Recuerda las ayudas de la Generalitat de Cataluña para la pequeña empresa? Jamás llegaron. O lo hicieron tarde. Fue motivo para que cayera todo el Govern, y no lo hizo.
--Si gana las elecciones, ¿qué hará con la okupación?
--Erradicarla. Pero es que ya lo dije. Crearé el Grupo de Intervención Rápida (GIR) de la Guardia Urbana, con 120 agentes y vocación metropolitana. Y que sea tan respetada como la New York Police Department (NYPD). Y tendrá tantas competencias y herramientas como sea necesario: seguridad ciudadana, policía judicial, armas largas y tásers... Podrán hacer frente al tsunami delincuencial que asola Barcelona. El modelo de seguridad hay que replantearlo de cero, desde la propia mesa de seguridad. Con pactos con la fiscalía, judicatura o la seguridad privada, que se juega la vida diariamente en el metro. Pero con las okupaciones en lo más alto. Barcelona no tendrá okupación.
--¿Cómo lo hará?
--Con el GIR. En 24-48 horas se resolverán las okupaciones.
--Si no gana las elecciones, ¿dará apoyo a algún otro candidato?
--Hay dos líneas rojas: los comunes de Ada Colau, con quien no tenemos nada que pactar, porque lo han destrozado todo y nada funciona. ¿Qué funciona? Dígamelo usted. Vivienda, seguridad, limpieza... Nada. La otra línea roja es la xenofobia, el racismo o un ataque a nuestra identidad, cultura y lengua. Todo lo otro es programático: somos un partido de gestión, por lo que nuestros pactos serán programáticos: de la CUP al PP.
--Usted denuncia que le vetan. ¿Quién lo hace?
--La televisión pública de Barcelona, por ejemplo [Betevé]. En septiembre celebramos el mayor acto municipalista de los últimos años de Barcelona. Y las televisiones lo cubrieron, pero no sacaron nada.
--¿En qué se diferencia su candidatura de la idea de gestión de Sandro Rosell?
--Estoy absolutamente satisfecho de que la gente me copie. De que Sandro Rosell me copie el modelo social y económico, que hemos trabajado durante años. Pero fíjese: ser alcalde de Barcelona es la mayor responsabilidad que alguien puede adoptar. Yo no diré que si no gano las elecciones me iré. Cuando se presente Sandro oficialmente, hablaremos.
--¿Qué le parece la candidatura del exalcalde Xavier Trias?
--Le tengo mucho respeto a Xavi, pero se está equivocando. Recuerden que la herencia de Trias es Ada Colau. Él perdió ante Ada Colau en 2015. Y su candidatura son todo políticos. Todos. En Barcelona ya bastan los políticos de partido. Yo apuesto por la gestión y el modelo disruptivo. Respeto al máximo su candidatura, pero no creo que encarne el espíritu de renovación que necesita Barcelona.
--Jaume Collboni (PSC) encabeza la mayoría de encuestas. ¿Se podría entender con él?
--Claro. Con él y con casi todos salvo con los comunes y con quien atente contra nuestra identidad. Pero es que recuerde que los que han gobernado hasta ahora han permitido dislates. Hemos perdido el Four Seasons y el Hermitage. Hemos rechazado la ampliación del aeropuerto. Si yo gano, volverán el Four Seasons, el Hermitage y pondremos los mimbres para que vuelvan las 5.000 empresas que se han marchado a otras partes de España. Esta ciudad, con un marco adecuado de creación de riqueza, tiene un potencial sin rival en Europa.