Los ‘espías’ de Puigdemont llevan al límite las relaciones entre ERC y JxCat
Esquerra estalla ante la diplomacia paralela del fugado, mientras que los neoconvergentes arremeten contra Rufián, pero sin poner la mano en el fuego por Alay ni negar los contactos con Rusia
16 marzo, 2022 00:00La diplomacia paralela del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont (JxCat) se suma a un cúmulo de deslealtades con su sucesor, Pere Aragonès (ERC), que incluyen el recién creado “ministerio de asuntos exteriores” dependiente del gobierno fake del fugado --el denominado Consejo por la República--, y los contactos con Rusia mediante canales no oficiales. De ahí que Esquerra, a través del siempre locuaz Gabriel Rufián, dijera en voz alta –y sin paños calientes-- lo que significa esa trama: “Eran señoritos que se creían James Bond”.
El juego de espías de Josep Lluís Alay, jefe de Oficina de Puigdemont y hombre de su máxima confianza, ha provocado la enésima crisis entre los socios de Govern, pero en esta ocasión la escalada verbal ha sido notoria. El secretario general de Junts per Catalunya (JxCat), Jordi Sànchez, ha calificado a Rufián de “miserable”. Sin embargo, los neoconvergentes no ponen la mano en el fuego por Alay y Puigdemont, lo que denota las guerras internas existentes en esa formación. El presidente del grupo de JxCat, Albert Batet, ha anunciado que pedirá la comparecencia del fugado Puigdemont, de Alay, y de su abogado Gonzalo Boye para que den "las explicaciones oportunas" en la comisión de Asuntos Institucionales del Parlament. No es la primera vez, pues esos coqueteos políticos con Vladímir Putin se remontan a 2017, cuando el procés llegó a su punto culminante y Puigdemont se dio cuenta de que la UE nunca apoyaría la secesión de Cataluña.
Ya en septiembre de 2021, JxCat pidió la comparecencia de Boye en el Parlament y anunció que votaría a favor de esa solicitud en la Comisión de Asuntos Institucionales hecha por Ciudadanos, para que Puigdemont y Alay informaran sobre su presunta relación con los servicios secretos rusos.
Por su parte, el diputado de la CUP Xavier Pellicer tampoco ha hecho una defensa a ultranza de Alay y Puigdemont, pues se ha limitado a pedir unidad al independentismo y evitar “determinados espectáculos”.
Mensajes del entorno del fugado
Tal como publicó Crónica Global, los mensajes cruzados entre los miembros del núcleo duro Puigdemont desvelan hasta qué punto estaban convencidos de que Rusia apoyaría la independencia de Cataluña. “Si apostamos en público por el Kremlin, hagámoslo de verdad”, escribe Josep Lluis Alay el 23 de agosto de 2020. Su interlocutor, Gonzalo Boye, se muestra entusiasmado con la idea. Pero también temeroso de que el entorno del fugado “moleste” a Putin con referencias al caso Navalni (opositor al presidente ruso) o a Bielorrusia.
Las pruebas se han ido acumulando con el paso de los años y aunque, como sostienen los defensores de Puigdemont, esos contactos eran legales, la invasión rusa de Ucrania ha dejado en evidencia la estrategia de alianzas del fugado. De ahí el desmarque de los neoconvergentes, inmersos en luchas por el poder en el partido. El Parlamento europeo investiga esas conexiones con las que Puigdemont intentaba recabar complicidades para la causa independentista, de la que alardeaba la guardia pretoriana del eurodiputado, como Aleix Clarió, su ex community manager. "Una potencia mundial como Rusia está reconociendo oficialmente el gobierno del 1-O como presos políticos o el propio 1-O como referéndum. La batalla internacional está más viva que nunca y aquí el presidente Puigdemont es el referente para todos los países”.
Agenda 'secreta'
Otro de los temas no resueltos es si los viajes de Alay se pagaron con dinero público. Pero la agenda del responsable de la Oficina del expresidente nunca ha trascendido. El Govern la ha blindado porque, según alega, la Ley de Transparencia no obliga a los cargos eventuales a explicar sus actividades en el Parlament. De ahí que Alay actuara por su cuenta, al margen de la Consejería de Acción Exterior de la Generalitat que dirige ERC. Un departamento que, como dijo Rufián, ni ha contactado con Rusia ni se hace cargo de esa diplomacia paralela ejercida desde Waterloo.
No solo dirigentes independentistas han salido en tromba a defender las palabras de Rufián o, en el caso de JxCat, a criticarle. El activismo secesionista más recalcitrante, el que todavía rinde culto a Puigdemont, ha arremetido contra el portavoz de ERC en el Congreso. La presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie, considera que el republicano “ha cruzado muchas líneas rojas” y que con sus palabras abona “el relato criminalizador” del independentismo. Por su parte, Albano-Dante Fachín considera que Rufián ha cargado de munición a las "cloacas del Estado”. “Los que denunciamos esta trama somos hoy un poco más vulnerables”, afirma. En efecto, ninguno de los detractores de Rufián se atreve a negar el contenido de sus declaraciones, esto es, que hubo contactos del entorno del expresidente con Rusia.