El PSC arranca la semana próxima el proceso de renovación de su organigrama para visualizar el liderazgo de Salvador Illa, en sustitución de Miquel Iceta. Un proceso plácido, como ya explicó Crónica Global, del que se conocen cuestiones tan importantes como quién será el secretario de Organización, cargo clave de la ejecutiva socialista que hasta ahora ha ostentado Illa. Fuentes socialistas explican que el diseño de la nueva equipo se conocerá tras el Congreso Federal que el PSOE celebrará en Valencia en octubre. Un Congreso en el que Eva Granados figura como ponente y miembro del grupo coordinador.
La vicepresidenta del Parlament es uno de los nombres que suenan para la organización del PSC, pero dirigentes de esta formación dan por hecho que Granados se podría incorporar a la ejecutiva federal del PSOE.
Mutismo
El partido mantiene un gran mutismo sobre el sustituto de Illa al frente de la organización del partido. Nadie duda de que el nuevo líder seguirá ejerciendo de “apagafuegos”, de ahí que ese cargo esté llamado a ser ocupado por una persona de máxima confianza. Atendiendo a la paridad, surgen nombres como el de Eva Granados, Alícia Romero o Sonia Guerra.
En el caso de la vicepresidenta del Parlament, controlar la organización del PSC --un papel que, según indican desde el partido, podía ejercer perfectamente, dada su experiencia sindical y, por tanto, negociadora-- supondría una dualidad con su cada vez más estrecha relación con el PSOE. De hecho, fuentes socialistas aseguran que Pedro Sánchez cuenta con ella para formar parte de la ejecutiva federal. El PSOE ha encargado a Granados una de las ponencias a debatir en el Congreso Federal que se celebrará en octubre en Valencia. Concretamente la de Inclusión Social y Políticas de Bienestar. Un tema, el de las políticas sociales, que la dirigente catalana domina y que convirtió en uno de los ejes de campaña del 14F. Consultada por este medio, Granados (Barcelona, 1975) explica que “he elaborado una parte de la ponencia y ahora estoy en el grupo coordinador del congreso. Pero no se ha hablado nada de formar parte de la ejecutiva”.
El futuro de Marín
Actualmente forma parte de la ejecutiva federal Núria Marín, alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat y presidenta de la Diputación de Barcelona. Lo hace en calidad de secretaria de área de Cohesión e Integración. El futuro de Marín es otro de los temas que debe discutir el PSC. La primera edil de la segunda ciudad catalana con mayor volumen de población es la presidenta del partido catalán.
Una vez se oficialice el cargo de Illa como primer secretario –algo que tendrá lugar después del cónclave del PSOE y previa celebración de primarias--, la idea es reconocer la importante labor de Iceta al frente del socialismo catalán. Nadie olvida en el PSC que el actual ministro de Cultura mantuvo las riendas de la formación en sus peores momentos, en pleno proceso independentista y en un ciclo electoral muy adverso. De ahí que se haya planteado la posibilidad de que ocupe esa presidencia institucional. Pero el partido busca el modo de evitar que ese reemplazo sea interpretado como una consecuencia de la imputación de Marín.
Momento plácido
Dirigentes del PSC aseguran que hasta octubre no se conocerán los detalles del nuevo organigrama del partido y que será entonces cuando Illa desvele los nombres de su equipo. En lo que sí coinciden estas fuentes es que el partido atraviesa por un momento plácido, que facilitará el relevo entre Iceta e Illa. “Siempre se ha hablado de las dos almas del partido. Pues eso, actualmente, no existe. No hay masa crítica”, afirma un miembro del partido catalán, en referencia a la dualidad nacionalista/autonomista atribuida al PSC.
No es ajeno a ese momento dulce socialista la victoria en las elecciones catalanas del 14 de febrero, lo que ha convertido a Illa en jefe de la oposición, ya que el independentismo obtuvo mayoría parlamentaria. Y aunque el presidente catalán, Pere Aragonès, ha rechazado negociar cuestiones tan importantes como los presupuestos de la Generalitat de 2022, lo cierto es que la renovación de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales o la aprobación de una nueva ley electoral, prometida por el republicano, pasan por los votos del PSC. El partido, expectante ante las pugnas secesionistas que pueden acortar de nuevo esta legislatura, prepara precisamente sus estructuras para ampliar esa victoria en los próximos comicios catalanes.