Los documentos que desmienten al Síndic Ribó: se hizo una piscina
El ‘defensor del pueblo’ catalán pidió al Ayuntamiento de Barcelona construirse una zona de baño junto a su despacho con dinero público
13 julio, 2021 00:00Son los documentos que desmienten al Síndic de Greuges. Rafael Ribó, defensor del pueblo autonómico, pidió al Ayuntamiento de Barcelona hacerse una piscina en la azotea de la sede del ente y no una lámina de agua “decorativa”, como asegura su equipo. Era una zona de baño.
Lo dice el proyecto de reforma de la sede de la Sindicatura de Greuges de Cataluña, que firmó la arquitecta Mónica López Morer, y al que ha accedido Crónica Global con una petición de información al organismo. Los documentos muestran que, en efecto, el Síndic pidió licencia al ayuntamiento para construir una piscina en el tejado, y no un “elemento decorativo”, como sostiene su oficina.
“Elemento decorativo”
En efecto, el equipo de Rafael Ribó aseguró a este medio que “el proyecto [de reforma] contemplaba la construcción de un estanque de 40 centímetros de agua como elemento decorativo. En ningún caso puede ser considerado una piscina, y menos para personas adultas”.
El dosier del proyecto desmiente al Síndic. Al menos en tres ocasiones, la documentación técnica de reforma de la sede central del organismo autonómico cita una “piscina". Y eso que la parte de documentación a la que ha accedido este medio es solo parcial. El dosier de rehabilitación del número 7 del paseo Lluís Companys de Barcelona, donde se levanta la Sindicatura, recibió el visto bueno del ayuntamiento el 20 de julio de 2007. La reforma, y la piscina, se completarían a principios de 2009.
El constructor también dijo una “piscina”
Hay más. El constructor que recibió el encargo de hacer la alberca de agua, Segundo Ruiz Sáenz, exadministrador de Constructora de Obras Municipales SA (Comsa, que no guarda relación con el grupo catalán del mismo nombre), confirmó a este medio que Rafael Ribó le encargó una reforma de la sede de la Sindicatura de Greuges… con una "piscina" en el tejado. Todo ello, pagado con dinero público. Esta versión contrasta con lo apuntado por el gabinete del presidente de la institución.
Ruiz Sáenz enfatizó que el ombudsman regional se construyó una piscina en el tejado en el marco de una suerte de “zona chill out”. La conformaban una lámina de agua de baño que daba pared con pared con el despacho del defensor del pueblo y una zona de madera. El conjunto quedó tan bien, según el constructor, que el Síndic felicitó a la empresa constructora, la puso de ejemplo e invitó a varios directivos de Comsa a la inauguración de la reforma de la sede.
No responde en el Parlament
¿Qué dice la Sindicatura? El organismo no contestó ayer a las preguntas de este medio. En sede parlamentaria, y durante la comisión de información sobre su trabajo, el propio Ribó aseguró que no contestaría a "fake news". Minutos antes, el diputado de Vox Sergio Macián había tildado su piscina o lámina de agua de "vergüenza". Tras la sesión y abordado por este medio, el defensor del pueblo regional llamó a este periodista a "ser profesional". No desmintió nada de lo publicado hasta ahora.
Previo a ello, el ente regional, que consume 6,8 millones de euros de dinero público al año [ver presupuesto de 2020 aquí], sí aseguró que la lámina de agua construida en el tejado de la Sindicatura costó cerca de 5.300 euros. Enmarcó la obra en la reforma de la sede, e hizo hincapié en que cumple con la normativa urbanística, contra las dudas expresadas por algunos arquitectos. De hecho, el propio Colegio de Aparejadores de Barcelona "desaconseja" construcciones como la que se hizo en la azotea de la sede.
¿Por qué la cerró?
Hay otro elemento sobre la mesa. El cierre de la piscina del Síndic también tiene dos versiones. La Sindicatura asegura que el estanque "ornamental" de agua, como defiende, "no se entregó en perfecto estado, al contrario: desde el primer día se produjeron filtraciones, localizadas en el pasillo de la cuarta planta situada en el lado de la calle Davant del Portal Nou". Dice, pues, la oficina del defensor regional que cerró la piscina por defectos construtivos que filtraban agua a la planta inferior.
Por contra, el constructor asegura que entregó toda la obra, por la que cobró algo más de cinco millones de euros, "en perfecto estado". Recuerda que una arquitecta técnica, Mónica López, recepcionó la entrega de los trabajos, por lo que si hubiera habido defectos, no se habría producido este visto bueno. Asimismo, el directivo señala que si hubiera acabado mal la piscina, la Sindicatura se habría podido quedar parte del aval entregado al ganar el concurso público, algo que no ocurrió.