La nueva vida de los arrimados de Puigdemont
Mientras Figueras es recolocado como secretario de Acción Exterior, De Dalmases sube enteros en el Parlament y Terradellas mantiene su activismo; todos ellos fueron investigados por malversación
10 junio, 2021 00:00Carles Puigdemont es el nexo de unión de estos tres activistas independentistas. También lo es la investigación que, hace tres años, llevó a cabo la Guardia Civil por la supuesta malversación de fondos públicos en las subvenciones concedidas por la Diputación de Barcelona. Se trata de Gerard Figueras, Francesc de Dalmases y Víctor Terradellas. Esas pesquisas judiciales no han impedido que dos de ellos hayan sido recolocados en cargos públicos, mientras que el tercero mantiene su activismo a favor de la independencia unilateral, aunque su situación es menos afortunada, pues su economía familiar acaba de recibir un mazazo.
El Govern aprobó el martes la designación de Figueras como nuevo secretario de Acción Exterior y de la Unión Europea. Un área, el de la diplomacia catalana, que depende de Junts per Catalunya (JxCat) y que lleva aparejada un sueldo de 91.000 euros anuales. Desde 2016 y hasta la actualidad, este licenciado en Ciencias Políticas, sobrino del controvertido cómico Toni Albà, ha ejercido como secretario general del Deporte y de la Actividad Física. Anteriormente, fue director del Consell Català de l’Esport.
En 2019, Gerard Figueras fue detenido en relación al supuesto desvío de subvenciones de la Diputación de Barcelona a fundaciones vinculadas a CDC, como Catmón e Igman.
Los problemas judiciales de Figueras no acaban ahí, pues aparece en el sumario sobre el presunto desvío de fondos públicos del Consell Esportiu de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). La UDEF investiga si ignoró la supuesta doble realidad contable de dicho organismo y concedió subvenciones sin el control exigido por la ley, en connivencia con el teniente de alcalde del ayuntamiento y presidente de esta entidad deportiva, el socialista Cristóbal Plaza.
De aquella investigación sobre las subvenciones de la Diputación derivó la llamada operación Voloh, que puso el foco sobre Víctor Terradellas, un activista independentista con muchos contactos que le valieron el calificativo de el conseguidor.
Las fundaciones bajo sospecha
Terradellas sigue al frente de la Fundación Catmón, la entidad que supuestamente desviaba esas subvenciones destinadas inicialmente a ayudas al tercer mundo. Catmón, Discatimat y la oenegé Igman, asociación que estaba presidida por Francesc de Dalmases, tenían la misma sede. Tras el escándalo judicial, las instituciones retiraron las ayudas a Terradellas. La última otorgada por la Generalitat data de 2016, asciende a 100.000 euros, fue concedida por la Consejería de Presidencia e investigada por la Generalitat.
Tramas rusas aparte --Terradellas alardeaba de tener contactos con Vladímir Putin y de recabar su apoyo a la independencia de Cataluña--, el secretario de Relaciones Institucionales de Convergència es muy activo en las redes sociales, donde arremete contra ERC por haber renunciado a la unilateralidad. El pasado día 4, su esposa, Judit Aixalà, fue cesada como asesora de políticas digitales en el territorio. Aixalà fue vocal de Catmón y presidenta de Igman.
La 'war room'
De Dalmases, por su parte, ha consolidado su condición de hombre de confianza de Puigdemont y su posición en el grupo parlamentario de JxCat, donde ejerce de portavoz adjunto. El pasado 31 de mayo, el juez reactivó su investigación y pidió al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que asuma la causa, dada su condición de aforado, sobre las subvenciones fraudulentas de la Diputación.
De Dalmases forma parte, además, de la llamada war room junto a Laura Borràs, Josep Costa y Quim Torra, quienes se muestran contrarios a la estrategia de negociación de Esquerra y, por tanto, con los acuerdos suscritos con JxCat.