El control de TV3 se ha convertido en uno de los principales escollos de las negociaciones de las formaciones independentistas. Y también está llamado a ser la primera gran crisis del futuro Govern si es que, finalmente, hay acuerdo in extremis entre Junts per Catalunya y ERC. Estos dos partidos insisten en repartirse los cargos, pero para ello necesitan negociar con el PSC, ganador de las elecciones empatado a escaños con los republicanos (33). Y los socialistas no están dispuestos a poner nombres sobre la mesa si antes no se aborda la refundación de los medios públicos catalanes. De hecho, sus propuestas sobre el modelo que, a juicio del PSC, debe imponerse en las cadenas catalanas ha movilizado ya a los sindicatos de TV3 y a los propios partidos independentistas.

 

El control de TV3 se ha convertido en uno de los principales escollos de las negociaciones de las formaciones independentistas / CG

En el anterior mandato, Junts per Catalunya controlaba la presidencia de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) --con Núria Llorach al frente, y la dirección de TV3 para Vicent Sanchis, reprobado por el Parlament tras ser elegido--; mientras que ERC controlaba Catalunya Ràdio con Saül Gordillo. La candidatura de Pere Aragonès a la presidencia de la Generalitat implicaría el intercambio de cargos, de forma que los republicanos accederían ahora a una televisión y una CCMA donde la impronta de CDC, a través de Brauli Duart --expresidente del ente público, que posteriormente fue secretario general de Interior--, está todavía muy presente.

Control pujolista

Pero JxCat no se lo está poniendo fácil a ERC y quiere retener el poder mediático que, durante casi 40 años, ha utilizado como potente altavoz del nacionalismo pujolista, primero, y del procés independentista, después. La presión es tan grande que se ha convertido en uno de los principales obstáculos --junto al papel que debe tener el Consejo para la República que controla Carles Puigdemont-- en las negociaciones de las formaciones independentistas. La nueva ley de la CCMA que debe garantizar una mayor profesionalización y neutralidad de sus medios fue aprobada en octubre de 2019.

Pero desde entonces no se ha abordado la renovación de cargos caducados, aunque sí se han filtrado los nombres de posibles candidatos que se han puesto en la mesa de negociación. Eso es precisamente lo que quería evitar esa nueva normativa, que recupera la mayoría de dos tercios para elegir a los miembros de la CCMA vigente hasta 2012; exige que los candidatos acrediten experiencia en el ámbito mediático, que presenten un plan de gestión --ambos requisitos supervisados por el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC)-- y someterse a un hearing en el Parlament.

El documento del PSC

Y es ahí donde el PSC tiene mucho que decir, pues la designación de esos cargos mediáticos debe contar con el visto bueno de los socialistas. “Antes de poner nombres sobre la mesa, exigiremos una refundación”, explican fuentes del partido a Crónica Global. Y así se lo han comunicado a JxCat y ERC. El documento [se puede leer en este enlace] aprobado por la ejecutiva socialista arroja luz sobre esa catarsis mediática que Salvador Illa ha convertido en uno de sus ejes programáticos.

La refundación de la CCMA es el título de un informe “duro”, según afirman algunos sectores del partido, y que contrasta con la prudencia que, hasta ahora, había mantenido el PSC ante el siempre convulso debate sobre los medios de comunicación: “En la última década, la CCMA se caracteriza por la progresiva conversión de la televisión y la radio públicas en un altavoz de contenidos independentistas cada vez más radicalizados, en contraposición con el principio fundamental de pluralidad inherente al servicio público audiovisual. TVC y Catalunya Ràdio se convierten en esta etapa en los instrumentos mediáticos que han acompañado el desarrollo de la hoja de ruta del relato independentista”, indica el informe.

Garantizar una información “veraz, objetiva y equilibrada, respetuosa con el pluralismo político, social y cultural”, es una de las exigencias del PSC, compartida por trabajadores y sindicatos de los medios catalanes, que en numerosos comunicados han reclamado la aplicación de la ley de la CCMA, así como la despolitización de las cadenas.

¿Recortes en la plantilla?

Más inquietud ha generado la parte del documento en el que se propone el “análisis de los costes estructurales y laborales, los niveles de eficiencia y productividad”. El PSC propone un “modelo sostenible”, ya que la CCMA, entre 2013 y 2019, cerró con pérdidas superiores a los 34 millones de euros. En cuanto a ingresos publicitarios, se pasó de los 135 millones de 2008 a los 54 millones de 2019, unos 14 millones menos de los previstos en el presupuesto.

Sin embargo, los costes estructurales de plantilla se han mantenido invariables, aunque con una disminución de personal. En 2008, el ente tenía alrededor de 2.700 trabajadores con un coste de 173 millones de euros. En 2019 la plantilla era de unos 2.300 empleados con unos costes prácticamente iguales, 172,6 millones. La amenaza de los recortes en la plantilla planea sobre los trabajadores, cuyos representantes han pedido una reunión con cargos socialistas para abordar esa reestructuración que los partidos independentistas han intentado eludir, pero que son conscientes de que tendrán que abordar tarde o temprano. Sobre todo, si quieren negociar con el PSC.

Retraso de la comisión de la CCMA

Todas estas cuestiones suelen ser abordadas en la comisión de control de la actuación de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) del Parlament. El sesgo ideológico de tertulianos y entrevistados en programas televisivos como FAQS, Més 324 Tot es mou, así como documentales que blanquean la figura de Jordi Pujol o la procedencia de los 440.000 euros pagados al empresario Jaume Roures por sus ocho capítulos dedicados al juicio a los líderes independentistas en el Tribunal Supremo son algunos de los temas que exigen una explicación de la CCMA, según la oposición.

Pero el bloqueo de las negociaciones para formar gobierno ha provocado el retraso en la constitución de este tipo de órganos. Finalmente, el pasado día 7 se constituyó la comisión, que estará presidida por el diputado del PSC David Pérez, aunque la primera reunión de trabajo se ha señalado para el 28 de mayo. Hace cinco meses que no hay control de los medios en la Cámara catalana. Y no lo habrá si se frustran de nuevo las negociaciones para formar gobierno, pues en tal caso, el Parlament se disolverá el día 26.