Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, durante la visita a la antigua fábrica Mercedes-Benz ayer / EFE

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, durante la visita a la antigua fábrica Mercedes-Benz ayer / EFE

Política

Colau intercede en la ruptura entre Barcelona y el Besòs

La alcaldesa de la capital catalana modula a Janet Sanz y busca apaciguar a Badalona, Santa Coloma y Sant Adrià tras el anuncio de que 'rompen' con el consorcio

13 abril, 2021 00:00

Ada Colau ha intercedido de forma personal en la ruptura entre Barcelona y los municipios situados en su frontera norte. La edil corregirá a Janet Sanz, su número tres, y buscará apaciguar a Badalona, Santa Coloma y Sant Adrià después de que los tres municipios anunciaran la creación de un ente de coordinación al margen de la Ciudad Condal. 

Lo han indicado dos fuentes conocedoras del conflicto. Explican que Colau trataría de mediar en el cisma abierto por Sanz, teniente de alcalde de Urbanismo y también presidenta del Consorcio del Besòs, organismo supramunicipal descartado ahora por los ayuntamientos díscolos por su "continuo bloqueo" de asuntos que afectan a esta zona. 

Cónclave en ciernes

Preguntados por el asunto, ninguno de los cuatro ayuntamientos implicados (Barcelona, Badalona, Santa Coloma y Sant Adrià) ha confirmado ni desmentido la información. Uno de los gobiernos locales ha indicado que "no constaba" en la portavocía de prensa una reunión al más alto nivel para limar asperezas. Desde otra de las oficinas de comunicación han indicado que, si se celebra, un posible cónclave podría tener lugar en el marco del Consorci del Besòs

Otros interlocutores conocedores de la pugna local sí indican la voluntad de mantener un encuentro entre las cuatro Administraciones. La cumbre tendría como objetivo enterrar el hacha de guerra después de que los tres ayuntamientos rompieran con Barcelona al no atender Sanz sus demandas de mancomunar ciertos servicios a través del Consorcio del Besòs. Colau, preocupada por la ruptura de relaciones, habría intercedido. 

Corrección a Janet Sanz

El papel de la munícipe como mediadora tiene enjundia porque, de concretarse, la jefa de corporación corregiría la gestión de su número tres y segunda escudera en Barcelona en Comú, su partido. Colau recuperaría las relaciones institucionales con los tres ayuntamientos vecinos tras meses de disputas en el seno de un consorcio que ni ha atendido a sus demandas ni ha resuelto sus peticiones

La solicitud primigenia fue celebrar una asamblea extraordinaria. La verbalizaron en noviembre de 2020 con los tres alcaldes implicados, Xavier Garcia Albiol (PP, Badalona), Núria Parlon (PSC, Santa Coloma) y Joan Callau, exalcalde del Besòs, ahora sustituido por Filo Cañete. Sanz ignoró esa petición y, según los mismos interlocutores, otras que siguieron. Ante ello, las tres ciudades se han plantado y la semana pasada anunciaron que crearían un ente propio de coordinación al margen de Barcelona para evitar el bloqueo a las iniciativas. 

El Consejo Comarcal, en disolución

El organismo de nuevo cuño estaría destinado a asumir competencias que antes tenía el Consejo Comarcal del Barcelonès (CCB). El ente supralocal decidió disolverse en 2016. De aquella Administración quedan ahora solo dos funcionarios dentro del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), los altos cargos responsables de desmantelar la institución. El problema es que nadie ha asumido las competencias del extinto CCB. Y los ayuntamientos locales lo necesitan, pues brindar ciertos servicios en la dimensión que requieren los ciudadanos --la proximidad de las urbes matiza los límites-- supera su competencia. Tienen ante sí retos como el desarrollo urbanístico de la zona Tres Chimeneas o el combate de la pobreza y exclusión social.   

Antes, Badalona, Santa Coloma y Sant Adrià confiaban en el Consejo Comarcal para resolver algunos asuntos que ellos no pueden asumir. Ahora no lo hace nadie, y el Consorcio del Besòs ha descartado ayudarles. Por ello la rebelión en el Besòs, y por ello la intervención de Ada Colau, que si se sustancia en una reunión cuatripartita para abordar estos cambios será también una desautorización en toda regla a Janet Sanz.