ERC y Junts per Catalunya reeditarán, si no hay sorpresas, un pacto de gobierno que, en la anterior legislatura, fue incapaz de liderar la lucha contra el Covid. Las continuas riñas entre los socios del Ejecutivo catalán, unidas a la falta de diálogo con los agentes económicos y los recortes no revertidos en políticas sociales, se saldaron con una nefasta gestión del estado de alarma, según explican a Crónica Global dirigentes de los partidos en la oposición.
Alícia Romero, portavoz de PSC-Units, asegura que durante este periodo se produjeron “errores graves”, por ejemplo “la gestión de las ayudas a los autónomos, con la caída de la web [destinada a tal efecto]. La Generalitat no estaba preparada”. Pero la socialista destaca especialmente el aumento de la brecha digital y, por consiguiente, de la segregación que causó la pandemia a nivel escolar. “El Govern no hizo llegar a los niños los ordenadores a tiempo para que pudieran hacer clases online y no hubiera más desigualdades de las que ya habían. Ya hay mucha segregación en Cataluña. Las hijos de familias más desfavorecidas no pudieron seguir las clases durante el estado de alarma”.
La errática administración de la becas comedor, “que finalmente tuvieron que asumir los ayuntamientos, sin que la Generalitat le enviara los recursos”, también es mencionada por Romero.
Así como también “los errores graves en residencias, desconectadas de la atención primaria, del sistema de salud y, por tanto, con consecuencias negativas muy importantes, con pérdidas de vidas muy abrumadora. La Generalitat todavía tiene que responder por su responsabilidad”.
En cuanto a la gestión económica, la socialista recuerda que el Ejecutivo catalán “ha recibido 3.200 millones del Estado, aunque no sabemos el detalle de este gasto. En la próxima legislatura pediremos la auditoría que estaba haciendo la Sindicatura de Cuentas, a petición nuestra. Ese dinero es mucho, dicen que se ha dedicado a salud y ayudas económicas, pero apenas han llegado a los sectores afectados”.
"Incapaz de dialogar en un momento tan difícil"
La portavoz de PSC-Units recuerda que el año 2020 “cerró con el mismo déficit que en 2019, cuando no hubo pandemia. El Govern ha sido incapaz de gastar más en sectores como el ocio, restauración o comercio. No han pactado ningún documento estratégico para salir de la crisis, ni con la oposición, ni con los agentes sociales y económicos. Mientras, en la Comunidad Valenciana se han pactado tres. Aquí no, aquí se ha hecho de forma endogámica, nadie ha visto los documentos del consejo asesor”.
Nulo diálogo, por tanto, “por parte del Gobierno catalán, que parece que va a continuar”. Alude la diputada al “fiasco de los fondos FEDER de investigación. Se los cargaron para destinar el gasto a Covid, cuando ya había recursos suficientes con lo que venía del Estado. Había proyectos muy importantes y se generó mucha incertidumbre. Hemos ido de error en error, de fiasco en fiasco. Un mal gobierno, incapaz de dialogar y pactar en un momento tan difícil”.
El presidente del PPC, Alejandro Fernández, resume la gestión de la Generalitat durante este primer año de pandemia en cinco puntos. Por un lado, lo que califica de “economía en caída libre y sin liderazgo”, pues además del descenso del PIB, “el endeudamiento no ha parado de crecer” y “hace años que Cataluña ya no es motor de la economía española”. El paro, recuerda, aumentó un 31,56% en 2020, y se mantiene la huida de empresas y de la inversión extranjera. “En 2020, un total de 1.164 empresas se fueron de Cataluña. La pérdida no se compensa con las empresas que han venido durante este último año, 778”, afirma el popular.
Asimismo, “continúa el despilfarro de dinero público. Se han prorrogado los presupuestos de 2020, unas cuentas que nacieron desfasadas por la pandemia del Covid-19, pero instalados en el despilfarro de las políticas identitarias”.
Barracones y residencias
Fernández también sitúa a Cataluña “a la cola en protección social”, pues “el gasto en políticas sanitarias en 2020 fue un 17% inferior, tal y como ha denunciado el sindicato Metges de Catalunya”.
En educación “seguimos siendo líderes en barracones. En este curso 2020-2021, más de 200.000 alumnos estudian en 1.046 barracones, 32 barracones más que en el último curso escolar. Fernández resume ese capítulo de mala gestión en las cifras de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales: “Mientras que las demás comunidades invierten, de media, un 60% de su presupuesto, en Cataluña el gasto en sanidad, educación y servicios sociales es el 54% del presupuesto”.
A juicio de Fernández, “un gobierno dividido y enfrentado” ha demostrado “incompetencia para gestionar la pandemia”. En este sentido, recuerda que “la gestión de las residencias de ancianos fue un auténtico caos. Según reconoció el colectivo de afectados en el Parlament, a los ancianos no solo se les dejó morir, sino que, además, fueron discriminados por razón de la edad y por razón del lugar donde vivían. Y no se puede olvidar, la supuesta red de corrupción en la gestión de las residencias que ha salpicado a miembros de ERC”.
Reivindicación independentista
El popular afirma que “JxCat y ERC han querido hacer un uso político de la pandemia. Por parte de dirigentes independentistas se ha eludido cualquier responsabilidad sobre la pandemia, culpando al Gobierno español de todo lo sucedido. El ejemplo más hiriente es el de la portavoz Meritxell Budó, que llegó a afirmar que en una Cataluña independiente ‘no habría habido tantos muertos ni infectados’”.
El portavoz de Ciudadanos, Ignacio Martín Blanco, también alude a esas declaraciones de Budó, a la que reprocha su discurso “venenoso” e “inmoral”. Considera que los socios independentistas “fueron unos gestores nefastos” que dieron una vuelta de tuerca a la frase “España nos roba” al asegurar, como hizo Marta Vilalta (ERC) que “los ricos madrileños viven a costa de los pobres catalanes”, en pleno debate sobre el dumping fiscal.
Martín Blanco considera muy preocupante “la falta de interlocución con los sectores económicos afectados por los cierres. El Govern no estuvo a la altura a la hora de gestionar ayudas. Hubo una falta de interlocución con empresas y autónomos clamorosa. Y un clima ideológico de menosprecio hacia el pequeño empresario”.
Rechazo al Ejército
El rechazo de la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ejército en las tareas de desinfección o en la creación de hospitales de campaña “demostró la catadura moral del Govern. La UME hace un trabajo extraordinario, pero por ese odio a España, declinó la ayuda que, además, hubiera supuesto un ahorro en el gasto”.
También alude el dirigente de la formación naranja a las luchas internas entre JxCat y ERC, que “han impedido los avances en Cataluña. Han demostrado ser un gobierno de aficionados, que ha gestionado con sectarismo, lo que ha provocado una degradación institucional”.