Las cifras son elocuentes. El 99,7% de los tuits del Govern durante la pandemia fueron escritos en catalán, cifra que, en el caso de la Consejería de Salud, alcanzó el 99,1% y, en el caso de los servicios de emergencia, un 88,2%. De la discriminación del castellano da cuenta un estudio que por primera vez analiza el idioma que utilizó la Generalitat entre el 1 de marzo y el 31 de diciembre de 2020.
El debate sobre la lengua ha estado prácticamente ausente en la campaña electoral del 14F, pero figura en los programas de los partidos. En el caso de Junts per Catalunya (JxCat), se impone la doctrina Koiné, esto es, el monolingüismo absoluto, incluido en el ocio infantil. No en vano, la candidata Laura Borràs firmó el manifiesto de este grupo de filólogos.
El economista Javier Merelo, miembro de Foro de Profesores, participa en ese estudio en fase de elaboración, pero que ya demuestra un patrón lingüístico en los casi 10.000 tuits analizados. “Queríamos plasmar sobre el papel lo que se intuye. Que el castellano es inexistente en los servicios al ciudadano, lo cual sitúa a una parte de los catalanes en una situación de vulnerabilidad”, explica Merelo a Crónica Global. Advierte de que esa discriminación del español “obliga al ciudadano a invertir tiempo y dinero para acceder a información en ese idioma". Denuncia que, en plena pandemia, la Generalitat lanzara una intensa campaña de comunicación en redes sociales para llegar al máximo número de personas, pero solo lo hizo en catalán.
¿Servir a la ciudadanía o imponer ideas?
Así, el 99,7% de los tuits de la cuenta @govern están escritos en catalán; porcentaje que en el caso de la de la Generalitat --@gencat-- asciende al 98,2%, y en la Consejería de Salud --@salutcat--, a un 99,1%. En el caso de los Mossos d'Esquadra --@mossos--, la lengua catalana es utilizada en el 94,7% de los tuits y en Emergencias --@emergenciescat--, en un 88,2%.
El Ayuntamiento de Barcelona, también
Merelo explica que la intención de las tres personas que participan en el estudio es hacerlo extensivo a un período de tiempo más largo y a otras administraciones. De hecho, también han diseccionado por tuits del Ayuntamiento de Barcelona. En este sentido @ajuntamentbcn escribe el 95,4% de sus tuits en catalán. “La administración está para servir al ciudadano, no para imponer unas ideas. Además, hay muchas personas de paso que, en caso de emergencia, necesitan comprender las alertas”, explica el economista.
Sin embargo, las formaciones independentistas no parecen dispuestas a abrir sus opciones lingüísticas y, en el caso de JxCat, el programa electoral endurece las condiciones hasta prometer el inicio en la escuela de “un nuevo proceso de normalización que cree las condiciones (siguiendo metodologías ya experimentadas, como la verdadera inmersión lingüística) para que los niños ya de pequeños acostumbren a utilizar entre ellos la lengua catalana”. Asimismo, aboga por impulsar de la manera más adecuada y eficaz posible que el catalán sea también la lengua vehicular en las actividades deportivas y de ocio infantiles y juveniles”. Una reflexión que recuerda la polémica campaña de la subvencionada Plataforma per la Llengua para introducir el catalán en el patio escolar.
Plurilingüismo
“El catalán, como lengua propia del país --añade JxCat--, debe mantener la centralidad en la sociedad catalana y debe alcanzar la situación de normalidad en todos los ámbitos y todas las funciones de la esfera pública”, subrayan los neoconvergentes.
ERC también defiende esa centralidad, aunque reconoce la riqueza del plurilingüismo. “El catalán debe ser la lengua de cohesión del conjunto de la ciudadanía: es el vehículo de expresión de una sociedad, es el rasgo característico de una cultura y es patrimonio también de los habitantes no catalanohablantes del país. Del mismo modo, hay que velar por el mantenimiento y el aprovechamiento de la diversidad lingüística de la República y garantizar que ninguna persona no pueda ser discriminada por razón de lengua”.
En Comú Podem quiere avanzar “en el reconocimiento del carácter plurilingüe del Estado para garantizar el derecho a utilizar el catalán y las otras lenguas cooficiales en los ámbitos judiciales y en las relaciones con la administración general del Estado y en las instituciones del Estado fuera de Cataluña, en la línea de reconocimiento del catalán y las otras lenguas cooficiales como lenguas del Estado. La Escuela catalana y el modelo de inmersión lingüística deben quedar plenamente garantizadas”. En este sentido, destaca la aprobación de la nueva Ley de Educación –la llamada ley Celaá-- impulsada por el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos y los Comunes.
El PSC rompe el tabú
PSC-Units se compromete a “hacer todo lo posible para una convivencia efectiva y afectiva del catalán y el castellano, haciendo desaparecer la confrontación entre lenguas que está poniendo en peligro la convivencia y el patrimonio lingüístico común”.
Al respecto, “contribuiremos a hacer realidad lo que decía nuestra compañera Marta Mata, que los niños y las niñas deben conocer y estimar el catalán y el castellano”. Por todo ello “queremos renovar y mejorar el pacto en tono a los objetivos iniciales, adaptándolos a la nueva realidad lingüística a partir de un debate social y político sereno que tenga por objetivo la convivencia y la igualdad de oportunidades”.
La inmersión dejó de ser un tabú para los socialistas en su último congreso, donde expresaron la necesidad de flexibilizar la inmersión en función de las necesidades socioculturales de cada territorio. Una postura similar a la del republicano Josep Bargalló, consejero de Educación, aunque la presión del grupo Koiné impidió que esa tesis, reflejada en un documento, se desarrollara.
Para la CUP, “el catalán y la inmersión lingüística en la escuela siguen estando bajo permanente amenaza. No se han hecho bastantes avances, tampoco en el ámbito lingüístico, para conseguir una escuela de calidad que dé prioridad absoluta a la lengua propia y tenga bien presentes las lenguas de uso habitual entre el alumnado en los proyectos educativos de centro”.
Cs y la escuela trilingüe
Ciudadanos defiende “un modelo de escuela trilingüe de calidad en el que el español y el catalán sean consideradas ambas lenguas de enseñanza en las aulas en igualdad de condiciones”. Asimismo, promete una nueva Ley de Derechos Lingüísticos que garantice el derecho de todos los catalanes a expresarse en la lengua cooficial de su elección, español o catalán o aranés en Arán, en igualdad de condiciones”. La formación naranja apuesta por “eliminar las barreras lingüísticas para el acceso a los puestos de trabajo públicos. El conocimiento del catalán será considerado como un mérito valorable pero nunca un requisito indispensable para el acceso a la función pública ni para la contratación como personal laboral en la Administración y a las entidades y organismos del sector público institucional de la Generalitat”.
El PP defiende la enseñanza en las dos lenguas oficiales “sin separar a los alumnos por razón de lengua y reforzando la presencia de aquella lengua oficial en los entornos donde sea menos usada fuera de los centros docentes, pero garantizando al menos un 25% de horas y dos asignaturas troncales como mínimo para cualquiera de las dos lenguas oficiales”. En el ámbito administrativo, “garantizaremos que el personal al servicio de la administración no se tenga que significar políticamente y reforzaremos la independencia y neutralidad de todo el personal público”.