Reforzar la salud y reactivar la economía es lo que genera consensos en la sociedad catalana. Lo dice Salvador Illa (La Roca del Vallès, 1966), convencido de que su candidatura es la única que puede producir el cambio y pasar página a una década perdida. Su objetivo principal: “Que nadie se quede atrás”
A su juicio, lo que realmente fue "una deslealtad y un error garrafal" no fue la aplicación del 155, sino "romper el marco de convivencia y el Estado de derecho".
--Pregunta: En una campaña tan atípica ¿se puede decantar el voto y vencer a los indecisos?
--Respuesta: Estoy seguro de que va a haber un cambio. Hay una clara mayoría en Cataluña a favor de pasar página de 10 años perdidos, de un gobierno paralizado y de un tiempo nuevo, para avanzar otra vez en consensos, en estar centrados en lo que la ciudadanía reclama, en los problemas reales que tiene. Y lo hará precisamente esa mayoría socialista, integrada por gente que lo es, gente no lo es, gente que nos votará y ya no lo volverá a hacer nunca más. Y lo único que garantiza esto es la candidatura que yo encabezo.
--Apenas han podido salir a la calle, pero ¿qué le transmiten los votantes?
--La campaña la hemos adaptado a las circunstancias. Hemos hecho llegar nuestras propuestas a través de las redes y de actos telemáticos. Estoy contento de cómo el equipo de campaña ha resuelto la situación. Noto el cariño y el entusiasmo de la gente que quiere cambiar.
--Aguantar determinados insultos sin caer en la provocación ¿es cuestión de carácter o de estrategia?
--Me parece que la política es incompatible con el insulto.
--¿A qué lo atribuye?
--Es una señal de impotencia, además de mala educación.
--¿Ha habido algún momento en que haya perdido la paciencia, en que haya dicho 'hasta aquí hemos llegado'?
--Es que no le presto atención. Lo digo de verdad. No es mi estilo. Creo que esa forma de hacer política no es la adecuada. Me es indiferente.
--Según el último sondeo del CEO, la crisis económica es la principal preocupación de los catalanes. ¿Cuál es su propuesta para solucionarla?
--Pues, lo primero, garantizar que nadie quede atrás. El Gobierno de España ha desplegado una serie de ayudas sin precedentes. Hay que persistir en este camino, también desde Cataluña para que nadie quede atrás. Lo segundo, aprovechar los fondos europeos, que suponen una cantidad de dinero muy importante, 140.000 millones de euros en seis años, que se deben aprovechar para transformar la economía catalana. Y ahí veo un poco de despiste por parte del Gobierno de la Generalitat. Y en tercer lugar, generar un marco de estabilidad para que Cataluña vuelva a ser el líder económico de España. Creo que he sido el único candidato que ha dicho quién va a dirigir la economía y la hacienda de Cataluña, el economista Maurici Lucena. Tengo las ideas claras y ya he dicho a quién voy a poner al frente de esta importante área de gobierno.
--En la campaña ha surgido de nuevo la reclamación del concierto económico y la denuncia de un supuesto déficit fiscal.
--Lo que hay que hacer es sentarse en las mesas donde se hable de la financiación autonómica. Cataluña necesita mejorar su financiación, desde 2014 está pendiente de revisión el sistema. Quiero más ingresos para Cataluña, pero también un gasto más justo. Por eso hice la propuesta de reducción del sueldo del presidente de la Generalitat al nivel de quien más cobra de los presidentes autonómicos (que es el lendakari vasco), que es una rebaja del 30%. Hoy, el presidente catalán está cobrando casi el doble de lo que cobra el presidente español o el presidente de Italia o el primer ministro del Reino Unido. Y esto lo pongo de ejemplo de dos cosas. De gestionar mejor, aunque ya sé que con esta rebaja no solucionamos el problema de la financiación de Cataluña, pero es ejemplo de que se puede hacer mejor. Y es también una señal de ejemplaridad y empatía con la gente que lo está pasando mal. Por tanto, claro que hay que trabajar para aumentar los ingresos desde la lealtad institucional con el resto de administraciones, pero también gestionar mucho mejor los recursos que tenemos, que son en torno a 30.000 millones sin contar con los ingresos financieros.
--¿Hay déficit fiscal?
--Hay que pasar página también de las mentiras que se han dicho en ese terreno. Si uno acude al economista más reputado del espacio soberanista, que es Andreu Mas-Colell, vemos que ya dijo que ese déficit de 16.000 millones no es cierto. Lo que hay que hacer es ponerse a trabajar, mejorar los ingresos y gestionar bien los muchos recursos que tiene la Generalitat de Cataluña.
--¿Cómo sería esa nueva financiación para Cataluña?
--Hay que abordar una negociación que siempre es compleja y diría incluso que incómoda en una situación de naturaleza compuesta como es el Estado español. Hay que ir a bases objetivas y garantizar que aquellos que más aportamos al conjunto de España no seamos los que menos recibamos. Insisto, quiero una mejora de los ingresos para Cataluña y creo que tengo aliados para ese objetivo, como es el presidente de la Comunidad Valenciana y ejerciendo la solidaridad debida con el resto de territorios españoles.
--El modelo valenciano es citado a menudo, no solo en temas económicos, también en gestión educativa por ejemplo. Al margen de la afinidad partidista ¿qué se está haciendo bien allí?
--Es un modelo a seguir de cómo se pasó página a dos décadas de gobiernos muy, muy lastrados por la corrupción que degradaron mucho las instituciones valencianas. Y cómo gracias al liderazgo del presidente Ximo Puig y los socialistas valencianos se formó una mayoría de cambio y se concentraron energías en atender los problemas de los valencianos. Los resultados son prometedores para Valencia y yo no he de esconder que admiro lo que ha hecho Ximo Puig y pretendo hacerlo aquí, pasando página de la década perdida que hemos tenido en Cataluña y centrando las energías, que son muchas de los catalanes y las catalanas, en lo que realmente le importa a la gente. La contención de la crisis sanitaria, la reactivación económica y no dejar a nadie atrás.
--Sobre la cuestión de la corrupción ¿cree que la candidata de Junts per Catalunya, Laura Borràs, se debía presentar en estas elecciones teniendo una causa judicial pendiente?
--Yo respeto la presunción de inocencia. Me resulta chocante, pero le corresponde a ella dar explicaciones.
--Carles Puigdemont dice que representa a un socialismo demócrata. ¿Qué opina?
--Están fuera de la realidad. A mi juicio tienen un planteamiento divisivo para Cataluña y viven del cuento. En Cataluña hay una mayoría que quiere pasar página.
--Dice que la deslealtad hacia el Gobierno se debe a la aplicación del 155. ¿Eso supone un estigma para los socialistas?
--En ningún caso. Lo que fue una deslealtad y un error garrafal, del que fueron responsables varias personas, entre ellas él, fue romper el marco de convivencia y romper el Estado de derecho. Hemos visto de forma muy reciente las consecuencias de romper el Estado de derecho y banalizarlo en Estados Unidos de forma muy reciente. Y le puede preguntar a alguno de sus colaboradores que mantuvieron sus responsabilidades en el Gobierno de la Generalitat durante la vigencia del 155.
--¿Se volvería a aplicar si aprueban una nueva DUI?
--No van a volver a hacerlo porque saben perfectamente que no es posible y ni ellos mismos saben lo que están reivindicando y diciendo.
--¿Se ha probado ya la camiseta de las juventudes socialistas con la frase "Eso no te lo crees ni tú, Laura"?
--La he visto, he pedido que me guarden una, pero no me la he puesto.
--El PSC siempre ha dicho que es necesario superar los bloques, pero asegura que no quiere pactar con ERC. Parece que eso no cuadra.
--Sí que cuadra. Superar los bloques es centrar el gobierno, que es un servicio público, en los problemas de la gente. Y ERC sigue planteando una opción política, que es respetable, pero es divisiva. La sociedad catalana no encuentra el punto de consenso en la independencia, sino en reforzar la sanidad, en proteger la salud, en reactivar la economía catalana, en no dejar a nadie atrás. Ahí está el punto de consenso. Ellos mantienen planteamientos divisivos que nos han conducido a como estamos hoy.
--Si ERC aparca de momento su objetivo independentista ¿se podría llegar a un acuerdo?
--Si hiciera esto, claro que sería un avance sustancial. Pero no veo que lo estén haciendo.
--¿Tiene la percepción de que la campaña ya solo va de Salvador Illa o Pere Aragonès?
--Creo que la campaña va de cambio. Y como la única candidatura que lo puede hacer posible es la mía, en este sentido, la campaña va de mi candidatura.
--¿Cree que puede haber una repetición electoral si no hay mayorías?
--Creo que no, hay que decirle a la ciudadanía que votar es seguro si se siguen las indicaciones de las autoridades sanitarias catalanas. Hay que ir a votar porque es muy importante. Porque el cambio es posible. Hay que apelar a esa mayoría de catalanes que quiere pasar página y con su voto es posible. Y a partir de ahí, podremos articular un nuevo gobierno en Cataluña.
--¿Se siente identificado con un socialista menos catalanista, más abierto a hablar de la flexibilización de la inmersión?
--Es una de las etiqueta de esas que se ponen. Yo me identifico con el socialismo de Miquel Iceta y el PSC.
--¿En qué momento decidió dar el paso y ser candidato?
--Me lo planteó Miquel Iceta la segunda quincena de noviembre, quedamos para reflexionarlo con él y con el presidente del Gobierno para tomar una decisión a finales de diciembre, como así hicimos.