El presidente del Círculo de Economía, Javier Faus, y el presidente valenciano, Ximo Puig, en la Generalitat valenciana / CdE

El presidente del Círculo de Economía, Javier Faus, y el presidente valenciano, Ximo Puig, en la Generalitat valenciana / CdE

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El empresariado reclama al independentismo que abrace la 'vía valenciana'

Esquerra ha hecho un guiño con su apuesta por la armonización fiscal pero el mundo económico pide un cambio de guion como el de Ximo Puig

29 noviembre, 2020 00:00

En los próximos dos años Cataluña se la juega. Es el parecer de la clase empresarial, que considera que el problema político es determinante. Sólo desde la estabilidad política, con un Gobierno que tome las riendas y asuma la realidad, se podrá reactivar la economía y podrán emerger nuevos proyectos. Es lo que ha pasado en la Comunidad Valenciana, y es lo que el empresariado catalán pide al independentismo y a la clase política catalana en su conjunto: que siga el guion que ha trazado el presidente valenciano Ximo Puig, con una estrategia que ha logrado la complicidad de un empresario clave en la comunidad como Juan Roig.

La idea es que la falta de políticas públicas, de dirección desde la Generalitat, ha llevado a la economía catalana a una parálisis, con un divorcio entre los gobernantes –que lideraron el proceso independentista-- y la clase empresarial. Los movimientos empresariales son ahora continuos, para establecer algún tipo de guía. La patronal Foment del Treball, que preside Josep Sánchez Llibre, actúa en varias direcciones, todas ellas encaminadas a influir sobre el Gobierno de Pedro Sánchez para intentar aprovechar al máximo los recursos que llegarán procedentes del fondo europeo. Pero también da la batalla frente a la Generalitat, desde la política impositiva, hasta el rechazo total a iniciativas como la ley de cámaras de comercio, paralizada ahora en el Parlament, porque Esquerra Republicana ha visto que no puede actuar en contra de los agentes sociales y económicos. El modelo que se querría seguir es el de Valencia, que ha sabido atraer en los últimos meses el interés catalán.

La apuesta del Círculo de Economía

La otra pata empresarial la representa el Círculo de Economía, que quiere actuar más como un referente de cambio político, con una apuesta decidida por la España periférica, que incida en el exceso de concentración de poder en la Comunidad de Madrid. El lobby empresarial, que preside Javier Faus, impulsará en los próximos meses un ciclo de reflexión sobre cuatro grandes retos: la productividad económica; las necesarias reformas para lograr una mayor eficiencia administrativa; las reformas sobre el sistema institucional y la apuesta por un modelo periférico del Estado, que se asocia a la vía valenciana.

El presidente de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig / PSPV

El presidente de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig / PSPV

El propio Ximo Puig intervendrá este próximo martes en el Círculo de Economía iniciando ese ciclo de conferencias. Con ello, el lobby empresarial que preside Javier Faus quiere liderar un cambio de rasante en la agenda político-económica catalana, con el fin de afrontar de cara los verdaderos retos, en el campo institucional y económico.

Contra el "centralismo" de Madrid

¿Qué representa esa vía valenciana? Esquerra Republicana ha ensayado ese camino esta semana con el apoyo a los presupuestos del Estado, tras negociarlos con el Gobierno de Pedro Sánchez. Con su discurso reivindicativo característico, el diputado Gabriel Rufián anunció que se había incluido la armonización fiscal para que la Comunidad de Madrid deje de bajar impuestos. Al minuto siguiente mantenía que Esquerra no dejaba de ser un partido independentista. Y eso es lo que no casa con la vía valenciana. El discurso de Ximo Puig, que ha animado al Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, (Ivie), a analizar las diferencias económicas entre las autonomías y las razones de ello, enlaza con la posición del empresario Juan Roig, el dueño de Mercadona y referente de todo el mundo económico valenciano. Roig señala, a quien quiere escucharle, que es profundamente valenciano, y también español, y que no aguanta el centralismo de Madrid. Y esa es la palanca que, desde Valencia, ha comenzado a activarse desde otros puntos de España.

Juan Roig impulsor de Lanzadera en una sesión con emprendedores  / LANZADERA

Juan Roig impulsor de Lanzadera en una sesión con emprendedores / LANZADERA

Se trata de atacar los cuellos de botella, allí donde se presenten, y dejar de una vez un discurso identitario que no tiene sentido en el siglo XXI, y que, además, ha resultado un fracaso total, con dirigentes políticos en la cárcel, y con una división social enorme. El independentismo todavía no ha aterrizado, pese a esas duras consecuencias, y, mientras Esquerra Republicana ejerce un papel cercano al del PSC –el consejero de Economía Antoni Castells pidió esa armonización fiscal al ministro Pedro Solbes en 2007-- Junts per Catalunya sigue con el mensaje rupturista.

Activar los proyectos económicos

El empresariado se dirige, por tanto, de forma especial a Esquerra Republicana, al entender que tiene todos los números para presidir la Generalitat tras las elecciones del 14 de febrero. Y el mensaje es claro: estará al lado, participará y buscará complicidades sólo si se sigue una vía distinta, según las fuentes empresariales consultadas. Se pide que se negocie el modelo de financiación autonómica, como reclama Ximo Puig, que se pelee con Madrid y otras comunidades y se llegue a acuerdos, en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que no participa ningún consejero de Economía catalán desde 2014, y que se faciliten las actividades económicas y empresariales para que se puedan activar nuevos proyectos.

“El tejido económico existe, y es de los mejores, más importante que en Valencia, claro, pero sólo se activará si, previamente, hay un Gobierno, si hay estabilidad política, con un presidente que dirija y que quiera esa buena relación con los empresarios”, señala una fuente empresarial, que vuelve a dirigir la mirada a la figura de Ximo Puig, que ha sabido establecer una especie de tándem con Juan Roig.

Esperando a ERC

¿Iniciativas que causan sensación? Es Ximo Puig quien insiste en que las inversiones sobre el corredor mediterráneo se deben mantener, es quien reclama que la Comunidad de Madrid no puede ejercer ese papel como el centro que absorbe todo el talento de España –concentra hasta el 40% de la población universitaria, y el 44,5% de las 1.000 mayores empresas españolas— con una política impositiva muy beneficiosa para las rentas y patrimonios más altos. Y es quien negocia con Abengoa el traslado de su sede de Andalucía a la Comunidad Valenciana, tras el problema con un crédito que la Junta de Andalucía se niega a facilitar.

Las dudas del empresariado catalán se centran en la capacidad de liderazgo de Pere Aragonès, el candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, y, en general, de la capacidad de los republicanos para marcar el terreno político, lejos del discurso intransigente de Junts per Catalunya. Lo que piden es “la vía valenciana”.