Cortes de luz y confinamiento: la Cataluña despoblada se rebela contra el Govern
Los apagones, que han afectado a más de 200.000 personas, irrumpen en la precampaña electoral y se unen a las restricciones indiscriminadas en municipios pequeños de Lleida y Tarragona
13 enero, 2021 00:00Cortes de luz en plena ola de frío y confinamiento. El peor de los escenarios para los municipios catalanes, en general, y para la Cataluña despoblada, en particular. La situación de asfixia que viven poblaciones de Lleida, Terres de l’Ebre o Vall d’Aran ha irrumpido en la precampaña de las elecciones catalanas. Pero llueve sobre mojado. De ahí que alcaldes de todos los colores políticos hayan dicho basta. Incluidos los de Junts per Catalunya (JxCat) y ERC, hartos de parar los golpes dirigidos al Govern. En la Cerdanya, como publicó Crónica Global, las medidas contra el Covid han provocado una crisis interna entre los republicanos, pero también las filas neoconvergentes comienzan a resentirse.
El confinamiento municipal decretado por el Govern no distingue entre grandes y pequeñas poblaciones. En municipios leridanos, de Alt Urgell y Aran, por ejemplo, las restricciones de movilidad han afectado a poblaciones donde apenas hay contagios. El cabeza de lista del PSC por Lleida, Òscar Ordeig, ha reclamado que se facilite la movilidad de los territorios fronterizos con Aragón, Andorra y Francia ante “el grave perjuicio económico que provocan las restricciones indiscriminadas del Govern, sobre todo en el Vall d’Aran, donde la economía depende mucho de las relaciones comerciales con Francia”.
Piden explicaciones al consejero Tremosa
Y es que, a la situación de despoblación y retroceso económico que arrastra la Cataluña vacía, donde la inversiones públicas se han reducido en los últimos años, se añaden ahora los cortes de luz, que Endesa atribuye a sobrecargas o, en barrios populares de Girona, a los pinchazos de la red y las plantaciones de droga. El grupo parlamentario de PSC-Units ha pedido la comparecencia del consejero de Empresa, Ramon Tremosa, para que dé explicaciones sobre las últimas afectaciones provocadas por el temporal Filomena.
Los socialistas cifran en 200.000 las personas afectadas por los apagones más graves, principalmente en poblaciones como Barberà del Vallès, Barcelona, Badalona, Castellbell i el Vilar, Cerdanyola del Vallès, Esparreguera, Figueres, Girona, Granollers, Igualada, Les Masies de Voltregà, Lliçà d’Amunt, Masquefa, Ripollet, Sabadell, Sant Hipòlit de Voltregà, Terrassa y Torrelles de Llobregat.
Pero es en las zonas rurales donde más impactan las consecuencias del temporal, así como del confinamiento. Comarcas del Camp de Tarragona y Terres de l’Ebre también han sufrido cortes de luz. El candidato del PDECat por Tarragona, Marc Arza, proponía ayer la creación de una secretaría general de desarrollo rural para trabajar de forma transversal en estas zonas despobladas.
Zonas olvidadas por el Govern que, en 2017, creó una creó una comisión interdepartamental a instancias del Parlament con la finalidad de luchar contra el desequilibrio territorial. Dos años después, el expresidente Quim Torra recorrió ese territorio anunciando la futura puesta en marcha del plan País Viu para combatir la desocupación, el envejecimiento y la despoblación. Nunca más se supo de ese plan, más allá de varias reuniones con alcaldes. Ni estrategias claras ni financiación. Al contrario, el Govern aplicó un castigo presupuestario a la Cataluña despoblada, pues las partidas para 2020 eran un 80% inferiores a las de 2010. Pero es que, además, en el caso de las Terres de l’Ebre, la cifra es un 5% inferior a la de 2017.
Feudos independentistas
Se da la circunstancia de que ese malestar territorial se produce en feudos tradicionalmente independentistas como Girona, Lleida y Terres de l’Ebre. La Cerdanya es el ejemplo más paradigmático, pues la gestión del coronavirus por parte de la Generalitat acentuó el malestar de cargos electos de ERC hasta el punto de que el alcalde de Llívia, Elies Nova, rompió el carnet del partido tras el caos en dicha región: una comarca que primero se unió perimetralmente con Andorra y Alt Urgell para luego, de forma repentina, ser confinada, dejando a bares, restaurantes y hoteles sin capacidad de reacción.
El cierre de la Cerdanya se produjo después de que los alcaldes de Puigcerdà y Bolvir, Albert Piñeira e Isidre Chia, respectivamente, ambos de Junts per Catalunya, se pusieran en contacto con la consejera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, a espaldas de ERC. Pero según ha podido saber este medio, también se ha producido una tormenta interna en el equipo de Piñeira. En Alp y Bellver, gobernados por Endavant, así como en Ger (JxCat), también se ha denunciado la situación.