Boya: “El abandono de la Cataluña rural provoca incendios como el de Tarragona”

Quienes luchan contra la despoblación aseguran que es uno de los máximos expertos en el mundo rural. Y encima es muy didáctico. Francisco Boya, presidente de la Asociación Española de Municipios de Montaña (EsMontañas), advierte en declaraciones a Crónica Global que “los estamentos políticos no pueden seguir mirando para otro lado en este tema, pues el abandono territorial provoca incendios como el de Tarragona y procesos irreversibles”.

Los territorios rurales representan el 88% de la superficie total de Cataluña, el 34% de la población catalana y el 79% del total de los municipios. En abril de 2017, el Parlament aprobó una moción en la que se marcaban unas directrices sobre las medidas para minimizar las desigualdades territoriales. Entre las mismas figuraba el desarrollo de las acciones recogidas en el Libro verde sobre la cohesión territorial de la Unión Europea, así como la creación de una comisión interdepartamental, liderada por la Consejería de Agricultura. Tal como publicó este medio, dos años después, poco o nada se sabe de los trabajos de esa Comisión, constituida en septiembre de 2017, más allá de una reunión celebrada el pasado mes de febrero en la que se definieron las líneas en las que cada consejería debe actuar.

Un hidroavión en tareas de extinción del incendio de Tarragona / EFE

“En Cataluña hay espacios como el Pirineo o las Terres de l'Ebre donde las instituciones tienen que reaccionar para poner freno a la despoblación y plantear una lógica territorial. En Cataluña siempre ha habido un discurso identitario, pero luego no se ha respondido a ese reto democrático”.

El presidente de EsMontañas afirma que el mapa de despoblación y las masas forestales suelen coincidir al cien por ciento, pero “la gestión forestal se ha abandonado hace años. Defender una economía verde, combinada con el aprovechamiento forestal sin caer en los abusos, garantiza bosques limpios y prevención de incendios”. Defiende “la sostenibilidad ambiental, pues los bosques y los ríos son infraestructuras que deben encontrar una vía de retorno de recursos para el mundo rural. La generación de energía limpia y alimentos se debe cuantificar y revertir en la calidad de vida de los habitantes de las zonas rurales. Si el mundo rural se queda sin gente, los incendios llegarán a las puertas de las ciudades”.

Mapa de las zonas más despobladas de España / SENADO

Los territorios catalanes más despoblados son los más perjudicados por los recortes. Así, desde 2010, la inversión en Lleida --la zona más vacía junto a las Terres de l’Ebre y Pirineo-- ha descendido un 86%. Boya, que fue Síndico de Arán y senador del PSOE, precisa que combatir la España vacía no siempre es cuestión de dinero. “Lo prioritario es superar el paternalismo, ese café para todos territorial. No todas las zonas responden a la misma lógica. Son las normativas las que deben adaptarse a los territorios y no al revés”, explica. En este sentido, cuestiona la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, conocida como Arsal, porque “alcaldes de municipios de 300 habitantes manejan la misma normativa que L’Hospitalet o cualquier otro municipio del área metropolitana de Barcelona”. Por ello, defiende un Estatuto de los municipios rurales que empodere a los alcaldes.

Logotipo del Doctor Music Festival / DOCTOR MUSIC FESTIVAL

Admite que no existe una varita mágica y que la globalización no ayuda, pues se basa precisamente en la competencia territorial y “ahí, el mundo rural lo tiene muy difícil”. Sin embargo, Boya afirma que “la comunidades locales tienen la posibilidad de empoderarse y salir adelante dando facilidades a los emprendedores y a las explotaciones ganaderas”. La existencia de una brecha digital o la cancelación del Doctor Music Festival, celebrado tradicionalmente en el Pirineo, son ejemplos de retroceso en el necesario dinamismo rural. “Hay que combatir ese imaginario, según el cual, el campo es anacrónico y la ciudad, moderna. Favorecer la igualdad de oportunidades y ofrecer unos servicios mínimos a las mujeres, que son las primeras que han abandonado las zonas rurales”, afirma el presidente de EsMontañas.

El informe del Senado

Boya participó en la ponencia de estudio para la adopción de medidas en relación con la despoblación rural en España elaborada en la Cámara Alta. “Las consecuencias de la despoblación son negativas para la economía y las perspectivas futuras de las zonas geográficas afectadas, al perder consumidores, mano de obra, atractivo para la inversión, masa crítica y economías de escala para la provisión de todo tipo de bienes y servicios, privados y públicos. Son provincias y zonas que, además, quedan con una población más añosa, ya que las personas que de ellas emigran son, mayoritariamente, individuos jóvenes y de mediana edad. Esto refuerza las tendencias generales a la pérdida de población y al envejecimiento social que genera el denominado «invierno demográfico», debido principalmente a una natalidad insuficiente”, se advertía en esos trabajos.

Una de las recomendaciones era la necesidad de adoptar medidas fiscales especiales para los habitantes de las zonas despobladas con el fin de que, tanto las empresas como los profesionales, tengan voluntad y encuentren incentivos para instalarse en ellas. Invertir en infraestructuras en forma de transporte, tecnología y conexiones energéticas, así como en centros sanitarios, educativos, de atención y de actividades culturales y de ocio, era otra de las propuestas junto a la agilización de licencias y autorizaciones para emprender negocios.

También instaban a impulsar el “turismo idiomático” en las zonas rurales, así como el fomento de las field commission para que puedan explotarse los parajes y monumentos en rodajes de películas, con la doble vertiente de promocionar esos lugares con dinamización del sector hostelero y turístico.

En paralelo, la Asociación que preside Boya ha elaborado una Guía Oficial para la gobernanza de las montañas, que puede leerse en este enlace y que representa “una caja de herramientas para los alcaldes con más de 300 medidas”.

La experiencia de otros países

En Europa, explica Boya, no existen los problemas de despoblación que tiene España. “En la mayoría de países se han desarrollado normas ajustadas a cada territorio. La ley francesa de 1975 es pionera y ahora se ha revisado. Es un ejemplo interesante. Pompidou decía que había que proteger a los payeses porque el Gobierno nunca tendrá dinero suficiente para hacer el trabajo que hacen ellos. No obstante, las medidas de desfiscalización aplicadas no han obtenido los resultados deseados”.

En Escocia “se ha producido un proceso de empoderamiento de las entidades locales y de ingeniería territorial que, 30 años después, ha revertido positivamente”. En Italia se aprobó hace dos años una ley para municipios de menos de 5.000 habitantes y de interior que ha logrado revetir la despoblación.