Salvador Illa, tras el Consejo Interterritorial de Salud / EUROPA PRESS

Salvador Illa, tras el Consejo Interterritorial de Salud / EUROPA PRESS

Política

El ‘seísmo Illa’ sacude a una ERC en horas bajas

Encuestas del PSC apuntan a 30 diputados, cifra que duplica el número de escaños actual, mientras la gestión de la pandemia impide a los republicanos parar la sangría de votos

5 enero, 2021 00:00

Salvador Illa es un movimiento tectónico. Lo demuestra el desprecio de diferentes perfiles independentistas”. Habla un miembro de la candidatura socialista, que baraja encuestas de intención de voto muy positivas: hasta 30 diputados. Es decir, casi el doble del número de escaños que ahora tiene PSC-Units per Avançar.

Por el contrario, ERC asiste a una sangría de votos que confirman las dificultades de Pere Aragonès para marcar perfil debido, entre otros motivos, a los errores en la gestión de la pandemia. Los socialistas parecen nutrirse del fraccionamiento del espectro independentista, pero no ocultan si principal temor: el aumento de la abstención debido a la pandemia.

 

 

Salvador Illa ya ejerce como candidato a la Presidencia de la Generalitat / EUROPA PRESS

Los precedentes

El relevo de Miquel Iceta por el ministro de Sanidad al frente de la candidatura de PSC-Units ha convulsionado al resto de partidos. Encuestas internas de los socialistas no solo confirman el sorpasso sobre Junts per Catalunya (JxCat) y una segunda posición por detrás de ERC, sino que auguran una posible victoria gracias a una horquilla de escaños que oscilaría entre 25 y 30 diputados, frente a los 17 que ahora tiene en el Parlament, según las encuestas que maneja el PSC. Otros indicadores internos aseguran que, con Iceta como cabeza de lista, se lograría un 15% del voto, mientras que ese porcentaje aumenta a un 25% en el caso del actual titular de Sanidad.

Lo cierto es que el regreso de Illa, una operación arriesgada, pero que tiene precedentes --José Montilla pasó de ministro de Industria a candidato a la presidencia de la Generalitat--, ha supuesto un revulsivo en el PSC, pero también para su electorado, afirman desde el partido. Tanto el fiel como el que cambió de voto en 2017. “La ilusión ha cambiado de bando”, afirma el citado candidato, en referencia a los largos años del procés, donde eran las fuerzas independentistas las que acaparaban el nervio social. La apuesta por Illa, unida a los recientes fichajes del PP --Lorena Roldán y Eva Parera-- demuestran que algo se mueve en el constitucionalismo. Y en el caso de los socialistas catalanes, que la campaña es cosa de ERC o de PSC.

Dardos contra Alba Vergés

En este sentido, los republicanos son conscientes de esas buenas perspectivas socialistas. Y no solo eso. Fuentes soberanistas aseguran que, con el paso de las semanas, la buena estrella de ERC se apaga y que Pere Aragonès no logra remontar. La gestión de la pandemia se ha vuelto en contra del vicepresidente, que precisamente quería llegar a las elecciones del 14F con una buena hoja de servicios. Pero la errática actuación del Govern ante el coronavirus va in crescendo y a los numerosos bandazos sobre las medidas a aplicar, se ha unido este fin de semana la crisis de las vacunas. “Los dardos dentro de ERC van dirigidos contra la consejera de Salud, Alba Vergés, pero también se cuestiona si Aragonès no ha tenido tiempo de formarse como candidato”, afirman desde sectores soberanistas.

El avance socialista, por otro lado, obliga a ERC a extremar su discurso, esto es, a rivalizar con JxCat, con las contradicciones que ello puede suponer para una formación que ha pactado la investidura de Pedro Sánchez, así como los Presupuestos Generales del Estado y una mesa de diálogo con el PSOE. Ese desmarque del independentismo más posibilista a favor de un discurso más duro deja en manos del PDECat y el PNC ese espacio más catalanista. Al tiempo que abunda en el fraccionamiento del espacio independentista, algo que, en principio, beneficia al PSC.

¿Y qué pasa con JxCat? Pues que los nervios ante el empuje de Illa se ha hecho extensivos a Waterloo ante la pérdida de protagonismo de quien ha sido hasta ahora su líder indiscutible, mimado por TV3 sin tener cuota mediática --al ser un nuevo partido, no tendría cabida en los debates electorales--, quien carece de militancia y apoyos financieros, más allá de los que pueda arrastrar su número tres de la lista, Joan Canadell, desde un independentismo empresarial minoritario. Porque las grandes patronales, las que deciden, vuelcan ahora sus apoyos en el PSC.

La abstención, el gran temor

No obstante, el gran temor de los socialistas es la abstención. Esto es, que el temor al contagio disuada a muchos catalanes de ir a votar. Las formaciones catalanas se han dado de plazo hasta el 15 de enero para decidir, en una nueva reunión de la mesa de partidos, si se celebran finalmente las elecciones del 14F. Y aunque el propio Salvador Illa ha asegurado que mantendrá la cartera de ministro hasta que comience la campaña electoral, lo cierto es que algunas fuentes socialistas afirman que la crisis de Gobierno podría tener lugar una vez se confirme la fecha de los comicios.