La oposición municipal ha bombardeado hoy lunes por videoconferencia al gobierno municipal de Ada Colau en Barcelona por el dedazo a Mediapro, grupo audiovisual fundado por Jaume Roures, por el fallido concierto de los balcones. Todos los partidos han acusado a la alcaldesa de "esconderse" en la comisión urgente convocada sobre la materia "y sí aparecer en La Sexta" ayer domingo. Asimismo, han afeado la "opacidad" del ejecutivo local por el procedimiento de contratación --una subvención directa-- para el cancelado recital de las terrazas.
Ada Colau en La Sexta ayer / LA SEXTA
El concejal de Presidencia y Presupuestos, Jordi Martí, que ha dado la cara por Colau, ha encajado una batería de críticas por "beneficiar" a Roures con un procedimiento de subvención de urgencia, según han alertado Ciudadanos, el PP o Barcelona pel Canvi, plataforma del ex primer ministro francés, Manuel Valls. Otras formaciones, como ERC o Junts per Catalunya, han valorado que el evento suspendido "era para lucimiento de Ada Colau con dinero público". Han exigido consultar el expediente de contratación y han advertido de que la "confianza" con el gobierno local se resiente en un momento en el que el bipartito de BComú y PSC necesitará de su apoyo para reformular los presupuestos municipales, muy tocados por el impacto del Covid-19.
Jordi Martí no aclara nada
En apenas 41 minutos de comparecencia, Jordi Martí apenas ha aclarado detalle alguno sobre la subvención a dedo concedida por el Ayuntamiento de Barcelona a la productora El Terrat, de Andreu Buenafuente, una filial de Mediapro, para producir el concierto de homenaje a la ciudad y contra el coronavirus. Ha enfatizado que el recital de los balcones "era iniciativa privada" que al gobierno municipal "solo le iba a costar los gastos indispensables". Ha defendido Martí que el recital "se cambió de directo, a mixto directo-grabado y luego, a falso directo para facilitar la producción" y que el presupuesto del evento "era a medias" con el conglomerado audiovisual de Roures.
En relación a la fórmula jurídica para contratar a El Terrat-Mediapro, Martí ha asegurado que la subvención directa --sin concurso ni publicidad-- fue la elegida por la necesidad de "rapidez". En opinión del concejal de Barcelona en Comú, el dedazo a Roures es transparente porque la empresa de éste "tenía que declararlo todo, factura a factura". El edil ha hecho también hincapié en que la aportación pública quedaba cubierta legalmente por un convenio "que no se firmó, pues el acto no se ha hecho".
Oposición: "Amigos" y paraísos fiscales
Las explicaciones de Martí no han convencido a la oposición municipal. Luz Guilarte, portavoz de Ciudadanos, ha lamentado que el equipo de gobierno utilice de nuevo el "dedazo" como procedimiento de contratación, en línea con el uso intensivo de la contratación menor que ha hecho el Ayuntamiento de Barcelona en los últimos años. Guilarte ha recordado también que Mediapro es "amigo" del ayuntamiento y ha avisado de la ligazón de este grupo con los paraísos fiscales, algo que ha quedado probado en al menos un caso en el caso Fifagate. Ha pedido también la concejal naranja "apoyo" al sector cultural local, recordando que los presupuestos autonómicos, aprobados por el Govern con el plácet de En Comú Podem, "invierten solo un 1% en cultura, lo mismo que en 2010".
Por su parte, Manuel Valls (Barcelona pel Canvi), muy duro, ha exigido saber "por qué la alcaldesa no está aquí y ayer sí estuvo en La Sexta". Ha pedido Valls conocer la partida exacta a la que se asignaba el concierto de los balcones, y ha enumerado, una por una, las relaciones del gobierno municipal con Mediapro. Y ha exigido saber "por qué el ayuntamiento mantiene relaciones contractuales" con el grupo de Roures pese a que está salpicado --y su exconsejero delegado imputado-- en el caso Fifagate, en el que se investiga, entre otras cuestiones, el uso de paraísos fiscales, con los que el ayuntamiento se comprometió a no colaborar en 2016. Por último, Josep Bou (PP) ha afeado también que "se riegue a los amigos con dinero público" y ha pedido un acto de luto oficial en Barcelona por los fallecidos a causa del Covid-19.