Sánchez aceptará los recursos europeos del MEDE si se ofrecen "sin condiciones"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere ser pragmático. Esa idea la repite estos días, al señalar que España “será un país pragmático”, en relación a las peticiones y a las ayudas que lleguen desde la Unión Europea, pero Sánchez mantendrá su apuesta por los eurobonos. Mientras eso no llega, y con una fuerte oposición de los países del norte de Europa, pueden ser “útiles”, los fondos del MEDE, el fondo de rescate que se constituyó con la crisis de 2008, siempre que no tengan condicional esta vez.

Esa es la posición de Pedro Sánchez, que ha reflejado en un artículo publicado en diez diarios europeos, y que defenderá en el Consejo Europeo de este martes. La idea del mandatario español que esta vez “Europa se la juega”, y que el virus puede afectar a todos los países por igual, y que no se trata de culpabilizar a un estado o a otro.  “O estamos a la altura de las circunstancias o fracasaremos como Unión”, ha señalado.

Plan de la Comisión Europea

Habrá que poner en marcha otros instrumentos, según Sánchez, pero el presidente del Gobierno si valora lo que se está haciendo en estos momentos con el nuevo programa de compra de emergencia del BCE, dispuesto a adquirir deuda de los estados, y el llamado plan ‘Sure’ de la Comisión Europea contra el desempleo, con un fondo inicial de 100.000 millones de euros.

Con España estará en ese Consejo Europeo el gobierno italiano y el francés. Hasta siete países de la zona euro reclaman eurobonos, lo que supondría la mutualización de la deuda. Sin embargo, poner en marcha ese mecanismo, en el caso de que hubiera consenso –que no es el caso—se tardaría hasta unos siete meses. Y la respuesta ahora debe ser inmediata. “Si el virus no entiende de fronteras, los mecanismos de financiación tampoco pueden hacerlo”, ha afirmado Sánchez.

Reconstrucción y recuperación

La realidad es la que es, y el MEDE “puede ser útil en una primera fase para inyectar liquidez a las economías europeas mediante una línea de crédito, siempre que esta sea universal y no condicional, pero no va a ser suficiente en el medio plazo”.

La ambición de Sánchez, sin embargo, es mayor. Europa, a su juicio, debe “poner en pie una economía de guerra y promover la resistencia, la reconstrucción y la recuperación europea”, con el objetivo de promover “cuanto antes” medidas que den cobertura al endeudamiento público. Y todo ello con una “gran cantidad de recursos” en una especie de “nuevo Plan Marshall”.