Badia quiere 'cargarse' el puente aéreo Barcelona-Madrid
El regidor de Emergencia Climática y Transición Ecológica propone eliminar los vuelos que tengan una alternativa ferroviaria
8 enero, 2020 08:36El Ayuntamiento de Barcelona quiere hacer desaparecer el puente aéreo con Madrid y otros vuelos contaminantes que tengan una alternativa ferroviaria. Así lo ha asegurado el regidor de Emergencia Climática y Transición Ecológica de la capital catalana, Eloi Badia, en una entrevista en Betevé, donde también ha llamado a la colaboración de todas las Administraciones implicadas.
El consistorio ha anunciado que en una futura mesa conjunta con la Generalitat y el Gobierno reclamará un plan para hacer frente a la contaminación provocada por los vuelos comerciales.
Solución: el tren
Badia es consciente de que para ello es necesario contar con la complicidad de Aena, principal responsable del aeropuerto de Barcelona. La voluntad es eliminar las líneas regulares de vuelos que tengan una alternativa en tren. En este sentido, el concejal recuerda que “el puente aéreo tiene una alternativa ferroviaria sin emisiones” y con una frecuencia y duración del viaje similar.
El ayuntamiento, por eso, no tiene la competencia para tomar estas decisiones y sobre la mesa está el proyecto de la cuarta pista de El Prat. En este sentido, Badia no se ha mostrado contrario a la ampliación del aeropuerto, pero subraya que el crecimiento debe venir con “planes de reducción” de la contaminación. De este modo, interpela a los agentes implicados para que cumplan ciertas medidas.
Emergencia Climática
El regidor de Transición Ecológica ha avanzado que a mediados de enero el ayuntamiento tiene previsto declarar la emergencia climática en la ciudad y que eso debe verse acompañado de otras medidas.
Badia señala que además de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) el ayuntamiento quiere trabajar en otros ámbitos como la gestión de residuos, la transformación energética y la alimentación.
ZBE
Por el momento, el Ayuntamiento de Barcelona ya ha puesto en marcha la ZBE y parece que su impacto, por el momento, es reducido. El mismo regidor asegura que los datos indican que en los seis primeros días desde su entrada en vigor el tráfico de vehículos se ha reducido un 10%. Aun así, es consciente de que hay barrios donde ha aumentado y que, por el momento, el transporte público no ha experimentado ningún crecimiento del volumen de pasajeros.
El consistorio sigue evaluando otras medidas para reducir la contaminación en la ciudad. El propio Badia no descarta que, en breve, los coches diésel con etiqueta amarilla tengan prohibida la entrada a Barcelona. Por otro lado, el peaje sigue siendo una medida que está sobre la mesa.