Manuel Valls recibe "muchas amenazas" en Barcelona

Manuel Valls ha lanzado hoy una alerta desde Barcelona. El candidato a primer edil y ex primer ministro francés ha admitido que recibe "muchas amenazas" en la Ciudad Condal. Ve estas intimidaciones como "intolerables", igual que el hecho de que otros aspirantes a munícipe tengan que ir escoltados en la capital catalana.

Lo ha admitido el también exalcalde de Évry (Francia) en un acto en la segunda mayor ciudad española, en el que ha desgranado sus propuestas en materia de política de acceso a la vivienda. Durante el evento, Valls ha condenado el acto de intimidación a Joan Melenchon, concejal de distrito de la CUP, quien denunció ayer martes que ha recibido dos casquillos de bala en su buzón. "Condeno toda violencia, esto no puede ser normal", ha indicado.

"Muchos candidatos van escoltados"

A renglón seguido, el ex jefe del Ejecutivo galo ha agregado que "me gustaría que el mismo énfasis e hincapié con el que se condenan la amenazas recibidas por esta persona se produjera también con las que afectan a otros candidatos". Es en este momento cuando se ha puesto a sí mismo de ejemplo. "Yo mismo recibo muchas amenazas en Barcelona", ha reconocido, antes de añadir que "hay muchos alcaldables que van protegidos, y esto no es normal".

Según él, el debate público "no puede ser amenazado". "Condeno firmemente los episodios de intimidación que se denunciaron ayer, pero también me gustaría que se condenaran, por ejemplo, los escraches que sufrimos algunos. La democracia no puede convivir con violencia y amenazas".

Balas en el buzón y una sede atacada

La advertencia pública lanzada por Manuel Valls sobre los derroteros que está tomando el debate político en Cataluña llegan un día después de que el concejal de distrito de la CUP-Capgirem en Horta-Guinardó, Joan Melenchon, alertara de que ha recibido dos casquillos de bala en su buzón. Los atribuyó el también candidato a las municipales a "la extrema derecha", con quien los radicales habrían tenido rifirrafes en los últimos meses.

En paralelo a ello, Cataluña vivió ayer otro episodio de intimidación y violencia contra un partido político. Arran atacó la sede del PP de Terrassa (Barcelona) y se jactó de ello en las redes sociales. El grupo radical juvenil arremetió contra la oficina política a martillazos y con espráy. Tras ello, colgó el vídeo del ataque nocturno en su perfil oficial en Twitter.