Es el tuneo de Ada Colau sobre su policía amable en plena crisis de inseguridad en Barcelona. La alcaldesa ha sometido a consideración de los grupos municipales un informe sin cifras ni datos concretos sobre la llamada policía de barrio, un cambio en las labores de la Guardia Urbana que el Ejecutivo local de Barcelona en Comú (BComú) aprobó y desplegó en 2017.
El documento alaba el proyecto policial, considerando que "se aleja del modelo de patrullaje aleatorio y de la respuesta reactiva a las demandas ciudadanas". Asimismo, sostiene que ahora la Guardia Urbana "se suma al resto de servicios municipales que intervienen sobre una misma problemática". En los cinco distritos en los que la policía de proximidad ya estaría desplegada, "se abrieron un total de 1.270 casos, prácticamente el doble de los casos que se abrieron en 2017 con el modelo anterior". La mayoría de las actuaciones (55%), sostiene el gobierno local de BComú, estarían relacionadas con los problemas de convivencia.
"Es todo humo"
El informe, presentado hoy miércoles en la comisión municipal de Presidencia, aunque no votado, ha encajado un gélido recibimiento por parte de la oposición municipal. Los grupos políticos han afeado al gobierno de Colau que no detalle los "recursos humanos, efectivos o formación" destinados al plan. Asimismo, los partidos han subrayado que el equipo de la alcaldesa "carece de un verdadero modelo policial que reduzca los problemas y sostenga la seguridad en Barcelona".
Imagen de agentes de la Guardia Urbana protestando contra el modelo policial de Colau hoy / CG
Igual de crítico se ha mostrado el sindicato CSIF. Agentes representados por este sindicato han protestado en la sesión, mostrando carteles críticos con el gobierno local. Han tildado el informe de "pinocho", por las presuntas mentiras que cuenta, o "cocinado", por el sesgo que contendría. Los efectivos han criticado que la capital catalana sea "la más insegura de Europa". En declaraciones a este medio, Eugenio Zambrano, secretario de Administración Local, ha lamentado que el documento "no contenga los datos que revela el Ministerio del Interior u otros organismos oficiales", que afloran el aumento de la criminalidad y la inseguridad en Barcelona.
El mayor problema para los vecinos
Cabe recordar que el último Barómetro municipal recogió que la inseguridad es el mayor problema para los vecinos de la capital catalana. Hasta el 21% de los encuestados citaron este problema como el principal que sufre la urbe. De hecho, los efectos de la criminalidad pasaron de ocupar el sexto puesto (un 6% la citaba) al primero en la escala de preocupaciones en apenas seis meses. Durante la presentación del informe en enero, el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, subrayó que el problema "es real e innegable". No obstante, el Ejecutivo local no cambiará su modelo policial y lo que es más, ha eliminado a los antidisturbios por decreto.
Todo ello ha tenido lugar entre episodios sonados de inseguridad en Barcelona, como el ataque al restaurante Salamanca del barrio de Barceloneta en octubre de 2018, el robo de sus pertenencias a un turista asiático que se defendió a gritos en enero de este año o el apuñalamiento a un menor en una reyerta multitudinaria en el barrio del Raval en noviembre del ejercicio precedente.