Carles Puigdemont no ha legalizado su partido a un mes de presentarlo. La Crida Nacional per la República, la formación de corte peronista al servicio del expresidente de la Generalitat de Cataluña prófugo de la justicia en Waterloo (Bélgica), aún no figura en el registro del Ministerio del Interior pese a que nacerá oficialmente el sábado 19 de enero.

Según ha publicado El Confidencial, el partido-plataforma que liderará el diputado de Junts per Catalunya (JxCAT) investigado por presunta sedición, Jordi Sànchez, sigue sin pasar el corte de Interior a semanas de su puesta de largo. La formación habría presentado la documentación para legalizarse, pero el trámite no se ha completado y se encuentra paralizada, según el departamento que comanda Fernando Grande-Marlaska.

¿Será un partido?

La situación de alegalidad de la Crida Nacional per la República no es tan paradójica como parece. En el congreso constituyente del 19 de enero, los llamados 13.000 fundadores del partido peronista impulsado por Puigdemont debatirán si se convierten en un partido político al uso y si concurren a elecciones con su propia marca electoral. Esta seria la opción que defienden el expresident prófugo y el propio Sánchez, a la espera de que las bases avalen su estrategia.

Presentación de la Crida Nacional per la República en Manresa (Barcelona) el 27 de octubre / EFE

Presentación de la Crida Nacional per la República en Manresa (Barcelona) el 27 de octubre / EFE

Así las cosas, la Crida nacerá el próximo 19 de enero en un limbo legal. El Ministerio del Interior exigió documentación adicional al partido para registrarlo de forma adecuada. No obstante, el trámite se encuentra varado en este paso. Las fuentes oficiales de la formación se niegan a dar más información sobre por qué no se ha aportado. Ello está impactando de pleno en los planes pergeñados por Puigdemont desde Waterloo. La Crida no se presentará a las municipales de 2019, comicios a los que el PDeCAT concurrirá con la bandera de Junts per X, sustituyendo esta última letra por el nombre del municipio. La incógnita es si el partido peronista de Puigdemont cumplimentará adecuadamente los formularios de Interior de cara a las elecciones europeas.

Obstáculos

Cualquiera la pátina de partido-movimiento, la Crida es un partido poco operativo. Ello es así porque su principal líder, Jordi Sànchez, está en cárcel preventiva a la espera de juicio acusado de sedición. Lo que es más, la Fiscalía pide 17 años de privación de libertad para el también expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) --por ocho la Abogacía del Estado--, por lo que su puesta en libertad a corto plazo es poco concebible. Por su parte y como se conoce, el expresident huido, el gran valedor de la Crida, se encuentra fugado en Bélgica.

La situación de los dos principales líderes de la formación peronista deja a Quim Torra, a la sazón presidente de la Generalitat de Cataluña, como principal cabeza visible de la formación. No obstante, se considera que Torra es un jefe del Ejecutivo desprestigiado dentro y fuera del gobierno autonómico, lo que no ayuda a configurar la nueva plataforma. Prueba de este desorden es el movimiento de Ferran Mascarell, uno de los impulsores de la Crida, que se ha postulado como candidato a la alcaldía de Barcelona para las elecciones municipales de 2019 cuando el PDeCAT ya tenía a su candidata: Neus Munté.