El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha trasladado la crispación política que se vivió ayer en el Congreso de Diputados a la cámara catalana. El presidente del hemiciclo ha reprendido al diputado de Ciudadanos Nacho Martín Blanco después de que éste recordara desde el atril los artículos xenófobos escritos por el president Quim Torra.
En el pleno de hoy, Martín Blanco ha interpelado a la consejera de Presidencia, Elsa Artadi, sobre la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA). Durante la su alocución, ha citado un artículo de Torra en el que llamaba "bestias taradas" al resto de españoles. Al finalizar la intervención de diputado, Torrent ha llamado al orden al político de Ciudadanos y ha recordado que la pasada semana se llegó a un acuerdo para evitar la crispación en el hemiciclo regional.
La oposición no lo 'compra'
Durante su reprobación, Torrent ha subrayado que Martín Blanco había superado el límite fijado por él mismo sobre intervenciones de los grupos, que se establece en las descalificaciones personales. Ha considerado el republicano que el diputado naranja "había superado ese umbral", por lo que "llamaría al orden" si volvía a ocurrir. Estas palabras no han convencido a la oposición. Carlos Carrizosa (Cs) ha pedido la palabra para expresar que no ha detectado descalificación personal alguna. Ha inquirido Carrizosa al presidente de la cámara si se la podía repetir, ya que él no la había percibido.
Torrent ha seguido en sus trece y ha insistido en que "se había rebasado el límite", aunque el vicepresidente segundo del Parlament, José María Espejo-Saavedra, lo ha acusado de tomar esta decisión arbitrariamente. Los diputados Santi Rodríguez (PP) y Eva Granados (PSC-Units) han intervenido también para exigir que se precisara cuál había sido el insulto. El independentista se ha negado a aportar más información. "Saben ustedes perfectamente cuáles son los criterios que establecimos. He pedido orden porque creí que estábamos en esos límites. No toleraré que haya una deriva en la línea de lo que se planteó", se ha limitado a aclarar.
Blanco: "No quise descalificar"
Tras ello, el propio Martín Blanco ha pedido la palabra para precisar que "él no había descalificado a nadie", sino que se había limitado a citar textualmente un artículo de Torra. "No tenía ni mucho menos la voluntad de insultar", ha manifestado. En el mismo sentido, la diputada de Catalunya en Comú-Podem, Marta Ribas, se ha significado a renglón seguido a favor de suavizar el tono de los debates, pero ha exigido a Torrent una "aplicación rigurosa de los acuerdos". Solo Anna Caula (ERC) ha apoyado la posición del presidente de la cámara autonómica.
El episodio del Parlamento catalán llega un día después de que Gabriel Rufián montara un espectáculo en el Congreso de Diputados y fuera expulsado del hemiciclo. El portavoz adjunto de ERC tildó de "hooligan", "miembro de una entidad de extrema derecha" e "indigno" a Josep Borrell. El ministro de Exteriores lamentó que el independentista utilizara la cámara para arrojar una "mezcla de serrín y estiércol" y no para debatir ideas. Tras ello, la bancada socialista lo aplaudió, momento en el cual Rufián empezó a gritar y a hacer gestos. En ese instante y tras ser llamado al orden, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, le invitó a marcharse. El grupo de ERC se fue con él. Cuando pasaban junto a Borrell, el electo Jordi Salvador Duch le escupió, según denunció el titular de Exteriores.