Floricultores indignados por las rosas amarillas de Sant Jordi

Rosas amarillas en Sant Jordi en solidaridad con los dirigentes políticos encarcelados. La politización independentista se extiende a la festividad del 23 de abril. Los floricultores han recibido una comanda de 1,5 millones de flores de ese color por parte de diversos colectivos secesionistas. Pero la tradicional rosa catalana que se regala ese día es roja, por lo que estos profesionales, que en su mayoría operan en la comarca del Maresme, han utilizado sus foros privados para expresar su indignación al respecto.

"Trabajo en el mercado de la flor y se ha pedido que se suministren 1.500.000 rosas amarillas, evidentemente tendrán que venir de fuera. Pues no habrá suficientes rosas amarillas y por supuesto no serán de Cataluña", advierte un floricultor en una conversación a la que ha tenido acceso Crónica Global.

"Una putada"

"MI marido es floricultor catalán, de los pocos que quedan y sólo falta que para Sant Jordi, k es un día muy fuerte para ellos, ahora les cambie el color de la rosa. Los agricultores de aki hacen la roja pk es la de la tradición catalana. No pueden cambiar los rosales rojos por amarillos. Así que me parece una putada por los agricultores locales k quedan. Habrá muchos lugares fuera de cataluña que se harán de oro a costa de la ruina de los locales. Es una putada para los productores locales", afirma una mujer.