Arrimadas: "El PP tiene nostalgia de su pasteleo con los nacionalistas"
La líder catalana de Ciudadanos asegura que su victoria "ha servido mucho más que todo lo que ha hecho el Gobierno a nivel internacional para explicar que no había mayoría independentista"
14 febrero, 2018 00:00Ganó las elecciones del pasado 21 de diciembre, pero no cuenta con la mayoría parlamentaria suficiente para gobernar. No obstante, Inés Arrimadas (Jerez de la Frontera, 1981) augura "el principio del fin del procés", pues es la primera vez que una fuerza constitucionalista vence en escaños y votos en unas autonómicas catalanas. La jefa de la oposición entra a trapo con el PP, al que acusa de criticar a Ciudadanos mientras protege a sus corruptos y al PNV.
-Usted ganó las elecciones el pasado 21D, pero pocos días después tuvo que salir del Parlament con escolta policial entre gritos de “fascista”. ¿Es un síntoma de la situación en que se encuentra Cataluña?
-Que a nosotros nos insulten e intimiden significa que se insulta y se intimida al partido ganador de las elecciones y a todos nuestros votantes. Cuando nos insultan o nos dicen “fuera de Cataluña” en el fondo se lo dicen a los miles de catalanes que nos votaron. Por tanto, es un ejemplo de la fractura social que hay en Cataluña. Una parte del independentismo no acepta que no tiene una mayoría social, que no han ganado las elecciones y que la fuerza política preferida por los catalanes es Ciudadanos.
-¿Cómo se sale de este bloqueo? Usted no tiene mayoría parlamentaria y quien la tiene, los independentistas, se pelean.
-Creo que hay que asumir con realismo la situación. Nos encantaría gobernar y que el PP y PSOE hubieran reformado la ley electoral cuando pudieron. Ahora recibimos los frutos de una mala gestión por parte de esos partidos. La realidad es que hay una serie de formaciones que suman 70 escaños y nosotros no. Pero deben asumir que no pueden seguir con la matraca del independentismo, que no pueden incumplir las leyes. Hay otros escenarios menos realistas, como que Puigdemont pueda ser presidente otra vez o quienes dicen que nosotros podemos hacer una investidura.
-El PP insiste en que se presente como candidata, que si en la anterior legislatura propuso una moción de censura, ahora también puede buscar una acuerdo de la oposición.
-Con la moción de censura sí había posibilidades de ganarla. En aquel momento, en los partidos independentistas había gente que no quería llegar hasta el final. Muchos salieron del gobierno o no repitieron en las listas independentistas. Había mucha gente que en privado decía que ojalá fuéramos a elecciones. Era difícil entonces, pero era factible; ahora es imposible. Nuestra moción de censura era para convocar elecciones, por eso teníamos la complicidad de diputados independentistas y de Podemos. El PP no quiso apoyar la moción de censura y ahora que sabe que no salen los números insiste para no hablar de que han sacado cuatro diputados y nunca han reformado la ley electoral. Y que han apoyado al pujolismo hasta hace cuatro días.
-¿Una invitación envenenada, por tanto, del PP?
-Una investidura fallida de un constitucionalista uniría de nuevo a un independentismo que ahora está roto y desorientado. El PP nunca ha entendido cómo funcionan los nacionalistas y solo piensa en atacar a Ciudadanos. Es una tapadera de su nefasto resultado electoral y de la mala gestión que hicieron del referéndum del 1 de octubre. Insisto, es que ya no importa que una investidura fallida fuera mala para mí, es que para el constitucionalismo no sería buena. Daría una foto que no se corresponde con la realidad de la calle.
Una investidura fallida de un constitucionalista uniría de nuevo a un independentismo que ahora está roto y desorientado. El PP nunca ha entendido cómo funcionan los nacionalistas y solo piensa en atacar a Ciudadanos
-¿Se aplicó bien el artículo 155? Incluso en el PP creen que hacer coincidir las elecciones con su aplicación favoreció la movilización independentista.
-Creo que fue la mejor elección dentro de las que había. No había soluciones mágicas o perfectas. Existían diferentes opciones y ésta fue la menos mala. Porque estas elecciones han servido de mucho. Han servido para ganarle a los nacionalistas en las urnas en escaños y en votos, por primera vez en la historia. Es el principio del fin de procés. Es evidente que 35 años de nacionalismo que ha hecho lo que le ha dado la gana, porque PP y PSOE se lo han permitido, no se iba a revertir en 35 días. Hay partidos que han alimentado a los nacionalistas y han pactado con ellos, y ahora nos piden a nosotros que lo solucionemos en 35 días. Estamos en ello, hemos ganado las elecciones, cosa que ellos nunca han hecho.
-Decía lo del 155 por la decisión de no intervenir TV3, donde se mantiene el sesgo independentista.
-Esa fue una decisión del Gobierno, la aplicación del 155 fue su responsabilidad. Nosotros impulsamos la idea de un 155 más las elecciones. Creo sinceramente que hay que despolitizar TV3 y se hará cuando gobernemos Cataluña y podamos reformar la ley que regula los medios públicos. Ahora es, de forma descarada, una herramienta del independentismo. Antes intentaban disimularlo. Pero ahora es lo único que les queda, como no les dan bola a nivel internacional, es su último reducto.
-¿Le compensa ir a TV3 y que le pregunten cosas de tipo "por qué habla en castellano"?
-Cuando vamos a TV3 sabemos a lo que vamos y lo hacemos sin complejos. Hay gente que va con muchos complejines y a pedir perdón, y para eso, mejor no ir. Nosotros tenemos la valentía por bandera y donde más la ejercemos es en TV3. Vamos a defender a una mayoría social no independentista y por eso está justificado que vayamos.
-Hay quien dice que atacar a TV3 es atacar a Cataluña.
-Es muy típico del nacionalismo. Si atacas a Pujol, atacas a Cataluña... Si atacas la inmersión lingüística, atacas a Cataluña... Ellos se han creído que son Cataluña y no se dan cuenta de que Cataluña somos todos. Y que amar a Cataluña es querer una televisión pública imparcial. Defender la politización de TV3 es atacar a Cataluña y su pluralidad, su dinamismo.
TV3 es, de forma descarada, una herramienta del independentismo. Antes intentaban disimularlo. Pero ahora es lo único que les queda, como no les dan bola a nivel internacional, es su último reducto
-¿Conviene elecciones de nuevo en Cataluña?
-El independentismo tocó techo en 2015 y en estas elecciones tienen menos porcentaje de votos. Ha habido más participación y nosotros hemos crecido más que los independentistas. A pesar de la ingente cantidad de recursos y dinero que dedican, no amplían la mayoría social. Y eso tiene una lectura positiva. Incluso con 35 años de nacionalismo y mucho dinero para decir que "España nos roba", que nos maltrata y que hay que salir de ella, solo han logrado convencer a un 47% de la gente. Creo que los independentistas descartan un escenario de nuevas elecciones porque saben que muy probablemente irían a la baja.
-¿Y Ciudadanos iría a la baja? ¿Han tocado techo también ustedes?
-Creo que estamos fuertes y la gente está muy cansada de esa pantomima, esto es una tomadura de pelo. Todos los indicadores económicos dicen que podríamos estar mejor si no fuera por el procés. ¡Ya está bien! Llevamos desde 2010 prometiendo la panacea y el maná. Si Puigdemont quiere ser investido presidente va a tener que irse a Eurodisney o coger la corona del roscón de reyes. Insisto en que la victoria de Ciudadanos ha sido muy importante para que, internacionalmente, se sepa que aquí no había una mayoría a favor de un referéndum o de la independencia. Eso ha servido mucho más que todo lo que ha hecho el Gobierno de España a nivel internacional, que ha sido mínimo.
-Cuando el presidente del Parlament, Roger Torrent (ERC), aplazó la investidura de Carles Puigdemont, ustedes fueron el único grupo de la oposición en no apoyarle. ¿No se fían de ese supuesto ejercicio de responsabilidad?
-Es que quienes ven en ERC un partido responsable es que se han perdido la última etapa de la política catalana. Torrent está haciendo lo mismo que Carme Forcadell (expresidenta del Parlament). Es verdad que retrasó el pleno, pero ni siquiera lo desconvocó. Torrent a día de hoy sigue manteniendo que el candidato es Puigdemont, sigue la agonía y manteniendo esta ficción. Tenemos que ir al fondo del asunto. Y eso no es decir que Torrent sea un constitucionalista o un moderado. Para mí la palabra clave de la próxima etapa en Cataluña debe ser realismo. Tanto para los independentistas como para los constitucionalistas, pues debemos ser conscientes de que una parte de la sociedad catalana quiere la independencia. Hay que trabajar para volver a la normalidad.
-Pero la creación de dos bloques complica ese regreso a la normalidad, favorece que haya vencedores y vencidos. La gente recurrió el 21D al voto útil: Cs o independentismo.
-No creo que lo de Cs solo fuera un voto útil. Fue un voto claro, un voto limpio, coherente, sin complejos. Aunque sí se ha demostrado que votar a un partido constitucionalista fue muy útil. Nos han votado por muchos valores. Por nuestra valentía, por nuestra coherencia. Mientras PP y PSOE pactaban con Pujol o con ERC, nosotros estábamos advirtiendo “¡ojo con el nacionalismo!”. Somos un partido reformista y útil para toda España. Muchos catalanes también quieren que España se reforme y se regeneren sus instituciones. Eso es lo que representa Ciudadanos.
-Estamos asistiendo a las guerras internas del PP por los casos de corrupción en la Comunidad de Madrid. ¿Es el momento de plantearse si esta legislatura a nivel español debe continuar?
-Nos gustaría que el PP cumpliera su parte del pacto de investidura con nosotros. Y si lo cumple, queda mucha legislatura. Nos gustaría que se aprobaran los Presupuestos Generales del Estado porque hay partidas paralizadas. Si el PP cumple, nosotros vamos a apoyarlos. Pero veo que el PP está más pendiente de proteger a sus imputados por corrupción o de contentar al PNV que de garantizar la estabilidad y las reformas en España.
Es increíble y lamentable que el PP esté todo el día haciéndole la pelota al PNV y atacando a Ciudadanos. Con la lealtad que nosotros hemos demostrado, con el proyecto ganador que representamos en una parte tan importante de España como es Cataluña
-El PNV exige incluir el derecho a decidir en su Estatuto...
-Es increíble y lamentable que el PP esté todo el día haciéndole la pelota al PNV y atacando a Ciudadanos. Con la lealtad que nosotros hemos demostrado, con el proyecto ganador que representamos en una parte tan importante de España como es Cataluña, el PP se dedica a defender y proteger al PNV en lugar de pensar en todos los españoles. Y encima ataca a Ciudadanos. Yo creo que por eso Ciudadanos está subiendo en las encuestas. No solo gracias a exvotantes del PP, sino también de exvotantes del PSOE. Creo que el bipartidismo está nostálgico de los pactos con los nacionalistas, quieren volver al pasado y al pasteleo con los nacionalistas. Y no se dan cuenta de que eso no funciona. Y ahora el PNV impulsa un plan Ibarretxe 2.
-¿Esa es la línea roja? Qué Rajoy haga demasiadas concesiones al PNV.
-Nosotros firmamos un pacto de investidura. Todo lo que sea incompatible con ese pacto será incumplirlo. Depende del PP. En ese pacto desde luego no está la disgregación de España al hacer un referéndum de independencia en cada rincón de España. Pero sin llegar a eso, no puede ser que el PNV determine la política española de 47 millones de personas.
Inés Arrimadas en un momento de la entrevista / CG
-¿Cómo piensa fidelizar Cs el voto logrado el 21D de cara a las municipales?
-Siempre hemos tenido una máxima: si pensamos en los ciudadanos, al final éstos nos compensan. Los partidos siempre se han centrado demasiado en sus estrategias, en la defensa de sus cargos en lugar de pensar en lo que le interesa a la gente. Es necesario tener proyectos de ciudad, falta iniciativa, falta sumar con otros partidos, falta eficiencia en la gestión, falta realismo. Todos los valores de Cs son válidos a nivel municipal.
-¿Hay trasvase ya de cargos del PP a Cs?
-Lo que estamos notando es un aumento brutal de personas que quieren colaborar con nosotros, pero no del PP, sino de gente sin experiencia política o procedente de diversos partidos. Ven que Ciudadanos es un partido valiente y sin complejos. El crecimiento de la afiliación es espectacular.
-Hay quien cree que Cs no tiene programa, que es ambiguo.
-Yo creo que los ciudadanos lo están entendiendo muy bien. Cuando se confía en un partido se confía en un proyecto. Nosotros estamos cambiando la lógica de pactos. Antes era una estrategia de quién pacta con quién. Ahora se trata de qué pactas. Por eso fuimos capaces de pactar con el PP y con el PSOE, con contenidos muy similares. Nosotros negociamos cosas concretas. Antes era pactar y repartir sillas. O a nivel nacional, el pacto del bipartidismo con el nacionalismo. Por eso hemos llegado hasta aquí. Cs rompe esta dinámica. Vemos que el PP estaba más cómodo pactando con el PNV y CiU que no les exigía ninguna medida anticorrupción o reformas para España o transparencia, solo les exigían “déjame hacer lo que me dé la gana en Cataluña o en el País Vasco”. Nuestros pactos exigen reformas, medidas anticorrupción, leyes a favor de los autónomos, más permisos de paternidad... Son nostálgicos de volver al pasteleo con los nacionalistas. Por eso están tan incómodos.
-¿Ciudadanos quiere endurecer su discurso para erosionar al PP?
-Lo que ha demostrado Cs es que no se trataba de endurecer nada, sino de ser más sinceros y coherentes. El bipartidismo ha dicho una cosa en una comunidad autónoma y lo contrario en la siguiente. Han tapado muchos temas de los que no querían hablar pero que interesaban a la ciudadanía. Por ejemplo, nosotros hemos analizado la estimación del cupo, detrás del cual no hay ningún criterio técnico. Ese anquilosamiento del bipartidismo ha provocado que los nacionalismos suban.
-Habla de reformas ¿también de la Constitución?
-Yo soy partidaria de la reforma de la Constitución, pero no se hace en media hora, requiere consenso y contar con expertos. España debe perder el miedo a ser reformada porque es la única vía para que siga unida. Pero reformar la Constitución para contentar a Puigdemont, no, porque no hay nada que le vaya a contentar.
Detalle de Inés Arrimadas en la entrevista / CG
-Para negociar o intentar salir del bloqueo se necesitan gestos, concesiones. Por ejemplo, una mejora de la financiación...
-¿Hace falta reformar el sistema de financiación? El que tenemos es opaco e injusto y no garantiza los servicios públicos. No funciona bien. Para mí es necesario reformar el sistema de financiación para toda España y exigir mejor gestión del gasto, pero no como concesión a Puigdemont.
-Cs ha recuperado el debate lingüístico con una propuesta de ley para eliminar el requisito de las lenguas cooficiales en las oposiciones. ¿Estrategia?
-No hay estrategia. Hay que defender los mejores servicios. La exigencia del catalán no puede ser requisito, si como mérito. ¿Queremos que a nuestros hijos les operen los mejores cirujanos o los que mejor hablen catalán?
-¿Cs es un partido de liderazgos? En ese caso, ¿usted se siente líder?
-Me siento muy arropada. Tenemos un gran equipo y la gente lo ve. Es positivo que un partido tenga liderazgo, como el de Albert Rivera, porque estamos viendo que en el resto de partidos no lo hay. Pero también hay equipo a nivel municipal y autonómico.
-¿Se ve en un futuro dando el salto a Madrid?
-Yo tengo una enorme responsabilidad aquí. Me encantaría presidir la Generalitat y que eso coincidiera con la presidencia de Albert Rivera en el Gobierno de España. Creo que podríamos hacer muchas cosas, muchas reformas.