¿Existe el Senado? ¿Conocemos a los senadores y sus funciones? Pues mire usted amigo lector, con el rollo este catalán ha salido a la luz que existe un Senado en España. ¿Qué hace el Senado, a qué se dedica? Nadie lo sabe. Dicen que se van a encargar de poner en marcha el artículo 155. ¿Cómo? No puede ser. Y digo que no puede ser porque no se entiende que al promotor del mayor problema de Estado que tiene España lo inviten al Senado como si fuera el presidente de un Estado independiente. Al mullidor de esta catástrofe política, y más, en que nos movemos los españoles lo invitan al Senado como si fuera la gran autoridad del Imperio Otomano. No puede ser. También Madrid ha perdido la altura política. Llegó la decadencia.
Puigdemont iba primero a declarar la independencia de la República catalana, y, luego, ir al Senado de España. O al revés. ¿Cómo? No se entiende nada. Permítanme señores senadores, pero parece que llegan ustedes de unas largas vacaciones. De años. Y aquí, en España, han sucedido muchos acontecimientos históricos en los últimos tiempos y ustedes no se han enterado. O no quieren enterarse, que es peor. Esto, senadores y políticos de Madrid, es más serio que todo el teatro que están montando. Posiblemente mucho más serio de lo que ustedes pueden desarrollar. Les desborda. Ya desbordó al Gobierno los días 6 y 7 de septiembre. Y así nos ha ido estos 47 días, tras los 40 años de la llegada de Tarradellas.
Tenía otra salida el señor Puigdemont. Comparecer en el Senado y declarar ahí la República Independiente de Cataluña
Tenía otra salida el señor Puigdemont. Comparecer en el Senado y declarar ahí la República Independiente de Cataluña. ¡Tremendo! Para romper la Puerta de Alcalá. Adiós Senado.
A los políticos de Madrid el problema les ha desbordado por las alas. Han ido a remolque siempre. Y eso se paga. Su decadencia es muy llamativa. El Gobierno de Mariano ha perdido credibilidad por ser pasivo. Que el problema se resuelva solo. Puede que Miquel Iceta se acerque más a una posible solución si se consigue diálogo y un pacto de Estado con Cataluña. Al menos eso dijo en Madrid la noche del martes. Puede. Todo son incógnitas. Lo que no es de recibo es la decadencia del Gobierno instalado en La Moncloa. Su pasividad fuera y sus peleas en el Consejo de Ministros. ¡Vaya bronca en la Soraya y la Cospedal! Nunca se han llevado bien. Anda que una pelea en la sala... Tirándose del pelo y por los suelos. Y Mariano esperando a que terminen. Sentado en su sillón mirando al techo. Igual que la pelea de Cataluña, sentado y mirando al techo. Se va a caer la lámpara, Mariano. Y va a romper la mesa del diálogo, la mesa del 155, la mesa del Senado y la que pongas, Mariano. Te vas a quedar sin mesa y sin reconocimiento social. Por tu decadencia. Y la de tu Gobierno de inútiles.
Suceda lo que suceda será un fracaso. Suceda lo que suceda el enfrentamiento social en Cataluña y en España perdurará más de una década, según comentan cerebros de nivel de la política española, sin responsabilidad actual. Mal. Muy mal. Mariano y Puigdemont. Las cabezas de la decadencia.