La imagen de Cataluña en el exterior frena la inversión inmobiliaria
La 21 edición del Barcelona Meeting Point abre sus puertas con un 15% menos de inversores internacionales, una muestra de la preocupación por la inseguridad jurídica
19 octubre, 2017 00:00La tensión soberanista atraviesa todos los ámbitos, incluido el sector inmobiliario. En la edición 21 del Barcelona Meeting Point (BMP) --el salón inmobiliario que se desarrolla en la Fira de Barcelona del 18 al 22-- se ha transmitido entusiasmo por mantener el crecimiento que el sector viene sosteniendo tras la crisis, pero también preocupación por la inseguridad jurídica imperante, y la consecuente disminución de inversiones, que ya se nota en Barcelona.
El presidente del BMP, Jordi Cornet, se muestra optimista pero a la vez realista. Explica que el salón, a pesar de la situación en Cataluña, se está celebrando y en una línea de crecimiento: “Hemos pasado de 206 a 265 estands y esperamos incrementar las inscripciones on line (eso lo sabremos al final), pero es cierto que la asistencia de congresistas y de personas que vienen de fuera ha bajado”.
El stand de Engel & Völkers, de los más llamativos de la BMP por su juego de realidad virtual/ CG
Falta de seguridad jurídica
Cornet insiste en la idea de que aún no puede conocerse el verdadero efecto del procés en el sector inmobiliario, ya que el crecimiento debe verse en un plazo de entre dos y cinco años, “por lo tanto aún no afecta directamente”. De todas formas, la preocupación se refleja en los inversores extranjeros: “Por eso lo que estamos intentando es transmitir que el sentido común catalán se impondrá y se calmará todo”, reflexiona el presidente de la feria, aunque este año ya se ha visto una disminución de los inversores extranjeros al BMP de entre un 15% y un 20%.
Desde el final de la crisis a esta parte, ha crecido el inmobiliario en Cataluña, y en especial en su capital. “Pero ahora las inversiones están en stand by, porque la seguridad jurídica y las garantías institucionales no se dan en Cataluña. Nadie sabe lo que puede pasar, pero lo que está claro es que a nivel económico ya está siendo una ruina, y la fuga de empresas ya lo está demostrando”, sentencia Cornet. “Barcelona ha pasado de ser una ciudad abierta, plural y cosmopolita, a estar divida y enfrentada entre nosotros mismos”, dice.
Maquetas de proyectos en el stand de Núñez y Navarro / CG
Fase de recesión
La imagen “muy deteriorada” que Cataluña está dando en el exterior, y la fase de recesión económica en la que ya se encuentra inmersa han sido ejes en el discurso del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. Aplicado al sector inmobiliario, ha asegurado que los datos que está aportando son la reducción de transacciones inmobiliarias y la superficie de suelos urbanos, como consecuencia especialmente de “la falta de confianza del inversor extranjero”.
“Algunas agencias ya sitúan la situación de Cataluña en una fase de recesión del crecimiento económico. Cataluña da una imagen muy deteriorada en el exterior y el sector está preocupado y asustado porque estaba en claro crecimiento, pero ahora sufre el peor de los males que es la inestabilidad, y esto abre un panorama de riesgos que el sector no está dispuesto a asumir”, ha indicado De la Serna, quien considera que, de la misma manera que muchas empresas se han ido de Barcelona, “muchos proyectos inmobiliarios dudan de si podrán seguir en marcha o no”.
El alquiler: futuro del sector
Mientras el sector encadenaba buenas noticias tras 10 años del estallido de la crisis económico-inmobiliaria, ahora ese crecimiento se congela. Entre 2016 y de 2017 el número de hipotecas firmadas ha subido un 16%, y la perspectiva es que la demanda residencial supere las 500.000 viviendas en España hasta finales de 2018. Los datos reflejan que el 70% de la inversión inmobiliaria efectuada es de origen extranjero: Reino Unido (15%), Francia (9,3%), Alemania (8%), Italia (6,5%), Rumanía (6,2%) y Bélgica (5,7%), aunque ahora en Cataluña todas esas inversiones peligran ante la inestabilidad.
Un automóvil azul concentra la atención de los visitantes de la BMP / CG
La consejera de Gobernación, Meritxell Borràs, se ha desmarcado de las críticas que el proceso independentista ha recibido en la inauguración del BMP, por las consecuencias que ya está reflejando en el sector. “La Generalitat está trabajando para sostener un marco positivo en nuestra casa, lo que no es positivo son las imágenes de represión que se han visto (el 1-O), pero éste es un Gobierno que quiere dialogar”.
Con respecto a las perspectivas de futuro, Jordi Cornet ha apelado al positivismo y ha llamado a invertir en el mercado del alquiler, que se ha vuelto una “necesidad vital para los millennials” ya que no buscan la propiedad. El mercado del alquiler será una fase que podría ayudar a la sostenibilidad del crecimiento del sector inmobiliario, siempre y cuando se recupere el seny.