Jaume Matas durante el juicio por el caso Palma Arena en 2012 / EFE

Jaume Matas durante el juicio por el caso Palma Arena en 2012 / EFE

Política

Matas supera la mitad de su trayectoria judicial desvinculándose de fraudes

El expresidente está pendiente de que Anticorrupción presente su escrito de acusación por la adjudicación supuestamente ilícita de las obras del hospital de referencia de Baleares, Son Espases

1 octubre, 2017 23:00

El expresidente del Govern balear Jaume Matas ha superado la mitad de su trayecto judicial desvinculándose, hasta el momento, de la tramitación administrativa de los numerosos expedientes y contrataciones que auspició durante su última legislatura (2003-2007) y que, según las investigaciones que han puesto la lupa en ellos, derivaron en múltiples fraudes y desvíos de fondos públicos. Y esta semana ha vuelto a aferrarse a su desconocimiento durante el juicio celebrado contra él por la contratación del arquitecto Santiago Calatrava para la elaboración del anteproyecto de una ópera que nunca vio la luz.

“El único arquitecto que podía hacer esto es Calatrava”, se afanó en subrayar el exmandatario autonómico durante su declaración ante el tribunal para justificar la elección a dedo del artista valenciano. El mismo que acabó percibiendo 1,2 millones de euros por los trabajos previos --dos maquetas, un vídeo, un CD con bocetos y diversos estudios efectuados en torno a la propuesta-- que llevó a cabo para sentar la base de lo que constituiría el faraónico coliseo operístico. Se desligó, sin embargo, de cualquier irregularidad en la tramitación del encargo al igual que hizo en su día, al reconocer haber ordenado la contratación de Iñaki Urdangarin y descargar en sus subordinados las irregularidades administrativas cometidas.

Quinto juicio contra él

Jaume Matas, durante su comparecencia en el caso Nóos / EFE

Jaume Matas, durante su comparecencia en el caso Nóos / EFE

Jaume Matas, durante su comparecencia en el caso Nóos / EFE

Matas, que se convirtió en el primer expresidente autonómico y segundo exministro que ingresara en prisión --fue condenado a nueve meses de cárcel por favorecer con dinero público al periodista que le ensalzaba en sus artículos--, se ha sentado por quinta vez en el banquillo. Pero le quedan --al menos-- otros cuatro juicios por delante, todos ellos relacionados con las presuntas irregularidades urdidas durante la construcción del velódromo Palma Arena, cuyo presupuesto inicial, estimado en 47 millones de euros, acabó sobrepasando los cien.

La ejecución de la considerada infraestructura estrella, levantada durante su segunda legislatura, ha acabado convirtiéndose en su principal tormento judicial. La organización de foros cuyo coste era en realidad mucho menor --como así fue investigado en el caso Nóos-- o la adjudicación ilícita de contratos a empresas próximas al PP son otros de los hechos por los que ha tenido -- y tendrá-- que responder a lo largo de estos años.  

No quiso favorecer a Calatrava

A pesar de ello, su semblante estos días en la Audiencia Provincial de Baleares, durante la segunda vista oral en la que ha sido juzgado en apenas unas semanas, ha sido cuanto menos tranquilo y sosegado. El que fuera ministro de Medio Ambiente con José María Aznar antes de hacerse por segunda vez con la presidencia de Baleares asumió como “exclusivamente” suya la decisión de contar con los servicios de Calatrava, premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1999 y una de las principales fortunas de Suiza, aunque aseguró que su intención no era favorecerle, y mucho menos sacar rédito electoral con la propuesta --fue impulsada apenas unos meses antes de las elecciones autonómicas de 2007--.

Rebatía, así, las acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción, que solicita para él un año y tres meses de cárcel y el pago de los 1,2 millones desembolsados por la contratación del arquitecto. También el juez José Castro, que instruyó las pesquisas, apuntó que la intención de Matas con la presentación del proyecto de la ópera era lograr que “el partido político que le sustentaba y que presidía obtuviera una decisiva ventaja" en los comicios, "a sabiendas de que la ejecución de tal proyecto no estaba en su horizonte decisorio, cuando menos a corto ni a medio plazo".

Calatrava declara en Palma

Jaume Matas y su esposa, Maite Areal

Jaume Matas y su esposa, Maite Areal

Jaume Matas y su esposa, Maite Areal

El propio Calatrava, quien hizo acto de presencia en la Audiencia para declarar como testigo en el marco de esta causa, manifestó que Matas le había dado traslado de su propuesta en un desayuno en Roma y admitió que comenzó a trabajar en ello antes de su contratación formal: “Si alguien tan importante como el presidente de una comunidad autónoma me ofrece esta posibilidad, lo que hago es pensar y empezar a hacer bocetos”. Así que, añadió, “me tomé el riesgo de avanzar en el proyecto al servicio de una obra que hubiera cambiado la fisionomía de Palma”.

Las pretensiones de Matas no sólo pasaban por levantar un teatro de la ópera que presidiera la bahía de Palma, sino transformar la rivera marítima en una avenida de bulevares, edificios comerciales y zonas ajardinadas cuyo coste estimado rondaba los cien millones de euros. Finalmente, la iniciativa y, con ella, el edificio que iba a ser destinado a artes escénicas acabaron en saco roto. Y las maquetas del edificio, en el almacén de un polígono.

Juicios pendientes

El procesado deberá verse las caras de nuevo con un tribunal, entre otras investigaciones, por gratificar con contratos a dedo a Over Marketing, empresa que a su vez había financiado en negro parte de las campañas electorales del PP de 2003 y 2007. Por estos hechos, Matas afronta su mayor petición de condena: cinco años de cárcel, la misma solicitud que la Fiscalía formula para el exdelegado del Gobierno en Baleares y exconseller de Interior José María Rodríguez, cuyo nombre ha sido vinculado a las orgías que presuntamente organizó el empresario de la noche Bartolomé Cursach para granjearse el favor de instancias políticas y policiales.

Matas también se encuentra pendiente de que Anticorrupción presente su escrito de acusación por la adjudicación supuestamente ilícita de las obras del hospital de referencia de Baleares, más conocido como Son Espases. El juez Castro archivó las pesquisas para uno de los principales investigados durante la instrucción de la causa, el expresidente de OHL Juan Miguel Villar Mir. El centro hospitalario fue adjudicado a Dragados, una de las filiales de ACS, tras un proceso plagado de irregularidades.