Pedro Sánchez y Mariano Rajoy, al fondo, durante uno de los debates de la fallida investidura de la semana pasada.

Pedro Sánchez y Mariano Rajoy, al fondo, durante uno de los debates de la fallida investidura de la semana pasada.

Política

Los liderazgos de Sánchez y Rajoy afrontan su verdadera cuenta atrás a partir del lunes

El PP debe acometer su renovación ante los casos de corrupción y la victoria pírrica del 20D, mientras que los barones del PSOE decidirán si mantienen el aval a su líder

2 marzo, 2016 21:31

Condenados a seguir negociando, a partir de la semana próxima comienza la verdadera cuenta atrás para Pedro Sánchez y Mariano Rajoy. A ninguno de los dos le interesa que haya nuevas elecciones en junio, ante la perspectiva de que los resultados fraccionen todavía más el Parlamento español y finiquiten definitivamente el bipartidismo que ambos representan. Y, a nivel de partido, hay una cuestión de liderazgo en juego.

Si, como es previsible, Sánchez tampoco logra este viernes ser nombrado presidente en segunda votación, tanto PSOE como PP tienen dos meses para buscar nuevas alianzas. Y también para afianzar el mando en sus respectivos partidos. El primero, porque habrá fracasado en su primer intento de formar Gobierno y necesitará explorar nuevos apoyos. El segundo, porque ni siquiera lo ha intentado.

Discursos reveladores

Los discursos pronunciados por los principales representantes en las sesión de investidura dice mucho del futuro de los máximos dirigentes de PSOE y PP.

Sánchez se refirió en varias ocasiones a “la semana próxima”, sabedor de que la verdadera negociación comienza ahora y que el voto de confianza dado por los barones socialistas caducó el día que firmó el pacto entre Pedro Sánchez y Albert Rivera. Un pacto que no chirría porque ya se experimentó en la poderosa Andalucía de Susana Díaz. Otra cosa es sumar a Podemos, lo que provocaría un nuevo ruido de sables en Ferraz.

Rajoy crepuscular

En cuanto a Rajoy, su intervención fue crepuscular. Hizo gala de una agresividad impropia de un presidente en funciones, aunque eso pueda agradar a su parroquia. Pero el tono, la condescendencia y la dureza exhibidos por el popular no facilita el acuerdo. Hasta ahora, ni lo ha intentado, algo que ha sorprendido a propios y extraños.

Pero sobre el actual presidente del PP se cierne la necesaria renovación de un partido azotado por sonoros casos de corrupción y por una victoria electoral pírrica en las elecciones generales del 20D, pues no ha logrado ni un solo acuerdo. Y, sobre todo, por el enfrentamiento entre Moncloa y Génova. Es decir, entre Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, que ha propiciado bandos irreconciliables entre los populares. Los movimientos por la sucesión de Mariano Rajoy ya han comenzado.