¿Volveremos a las urnas en junio?
Por más interés e imaginación que le ponga Pedro Sánchez, las combinaciones posibles hacen muy improbable un Gobierno con participación socialista, y de otro tipo
30 enero, 2016 22:30El comité federal del PSOE se ha cerrado en tablas. Pedro Sánchez, el secretario general del partido, ha burlado el cerco de los barones con la apelación a los militantes, que deberán refrendar cualquier posible acuerdo de Gobierno.
La consulta no será vinculante, pero el comité federal deberá acatar la voluntad de las bases. Es un forma de huir de su presión, una presión que poco antes le había obligado a renunciar al retraso del congreso del partido, donde deberá ser reelegido, o no.
El encargo real
Pero la cuestión de fondo --cómo puede acceder el PSOE al Gobierno-- no ha sufrido ninguna variación. Pedro Sánchez trata de prepararse para la eventualidad de que el jefe del Estado le haga el encargo de reunir una mayoría que le permita formar Gobierno, pero sus compañeros de militancia no tienen tanto interés como él.
Al menos eso es lo que se desprende de las intervenciones de los distintos secretarios territoriales del PSOE en el comité federal celebrado este sábado, en el que han manifestado más empeño en poner líneas rojas, como se llama ahora a decir “no”, que a animarle en su asalto a la Moncloa.
Dos consensos
En el aparato socialista hay consenso en dos cuestiones. Una, no gobernar con el PP. Dos, no apoyarse en los independentistas. La posibilidad de negociar un acuerdo con Podemos está ampliamente admitida, tanto como el rechazo a los modos y al tono de Pablo Iglesias en sus ofertas de coalición.
Y también se abre camino el posible acuerdo con Ciudadanos. Lo admite Sánchez y lo glosa Susana Díaz, que en Andalucía ya lo ha experimentado. Pero esa combinación tiene un problema: Ciudadanos dice que no.
El secretario general del PSOE ha pedido al PSC que le brinde a Ada Colau el apoyo que necesita en el Ayuntamiento de Barcelona para que Barcelona en Comú pueda aprobar los presupuestos de este año.
Los elogios de Collboni
De hecho, Jaume Collboni ha elogiado en Facebook la propuesta de Sánchez de consultar a las bases --comparándola con su iniciativa de refrendar en la militancia su posible incorporación al equipo de gobierno municipal-- con tal entusiasmo que ha dado pábulo a la especie de que Sánchez quiere que Colau sea su avalista ante Pablo Iglesias.
Se trataría de convencer a la dirección de Podemos para que se abstenga ante un Gobierno del PSOE y Ciudadanos a cambio de pactar entre las tres formaciones un programa de reformas. Podrían gobernar sin depender de los independentistas. De momento, Ciudadanos se niega. Y Podemos, que ya había hecho suyas una vicepresidencia y cuatro ministerios, no parece muy partidario.
Si a ese panorama añadimos que las encuestas apuntan una mejora para el PP y para Podemos en caso de repetirse las elecciones, apostar por ir de nuevo a las urnas en junio no parece descabellado.