El jefe de prensa de Mas considera una "vergüenza" que Ros reciba a SCC... dos días después de ser recibidos por CiU
Joan Maria Piqué Fernández carga contra el alcalde de Lérida por reunirse con Sociedad Civil Catalana, pese a que el portavoz de CiU en el Parlamento autonómico hizo lo mismo 48 horas antes y el propio Mas les recibió en junio pasado en el Palacio de la Generalidad.
22 marzo, 2015 15:17La incontinencia verbal de Joan Maria Piqué Fernández, jefe prensa de Artur Mas, le ha vuelto a dejar en evidencia. Su activismo tuitero unido a la aversión obsesiva que profesa hacia todo aquel que no comparte su indepedentismo -un cóctel explosivo para alguien que ocupa un puesto como el suyo- le ha jugado una mala pasada de nuevo.
A Piqué Fernández no le gustó que una delegación de Sociedad Civil Catalana (SCC) se reuniera este sábado con el alcalde de Lérida, Àngel Ros (PSC)."No reconozco a Àngel Ros, ni a Bellera, el óptico al que compré las primeras gafas blancas. Vergüenza", señaló en un tuit.
El jefe de prensa de Mas se refería de esta forma a la foto de la delegación de SCC con Ros y con Josep Bellera (un conocido empresario y ex dirigente de patronales locales de Lérida).
Y añadía otro mensaje en el que -agregando una foto de dirigentes de SCC junto a Miquel Iceta y Alicia Sánchez-Camacho durante un acto- remachaba: "Me parece que los que sueñan 'pactos de izquierdas' en los ayuntamientos van con el lirio en la mano".
Patinazo de Piqué Fernández
Sin embargo, Piqué Fernández parece tener una memoria muy corta, ya que solo 48 horas antes el presidente y portavoz del Grupo parlamentario de CiU en la Cámara autonómica, Jordi Turull, también se había reunido con una delegación de SCC.
De hecho, en junio pasado, el propio presidente autonómico, Artur Mas, recibió en audiencia al presidente y a los tres vicepresidentes de SCC en el Palacio de la Generalidad. Pero en ninguno de los dos casos Piqué Fernández se mostró avergonzado porque su jefe o uno de los máximos dirigentes de su partido se entrevistasen con SCC.
En realidad, los resbalones del jefe de prensa de Mas son frecuentes, y en ocasiones incluso rozan el insulto. Basta con recordar su equiparación con los nazis de todos aquellos que se oponen al proyecto independentista.